El escritor nigeriano Wole Soyinka, primer africano y primer escritor negro en ganar el Nobel de Literatura en 1986, cumple 90 años y recibió numerosas felicitaciones tanto de su país como del extranjero.
El presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, expresó en su cuenta en la red social X: “Me complace unirme a admiradores de todo el mundo para celebrar el 90 cumpleaños del icónico hijo de Nigeria y el mundialmente renombrado profesor Akinwande Oluwole Babatunde, conocido como Wole Soyinka”. Tinubu destacó: “Habiendo vencido el cáncer de próstata, este hito es un testimonio apropiado de su fortaleza como persona y la importancia de su trabajo”.
Los mensajes de felicitación no se limitaron al ámbito político. La Embajada de Estados Unidos en Abuya también se sumó a las celebraciones al publicar un mensaje en X para “celebrar la vida y los logros notables de este ícono cultural cuyo trabajo continúa trascendiendo fronteras e inspirando a generaciones”.
Wole Soyinka, nacido el 13 de julio de 1934 en Abeokuta, suroeste de Nigeria, ha dejado una huella imborrable en el mundo de la literatura con sus novelas, obras de teatro y poesía. Su influencia va más allá de la literatura, ya que también ha sido un destacado activista político. De hecho, fue encarcelado por criticar al Gobierno de Nigeria. En su momento, la Academia Sueca destacó su “amplia perspectiva cultural” y las “connotaciones poéticas que dan forma al drama de la existencia”.
El líder opositor y exvicepresidente de Nigeria, Atiku Abubakar, también utilizó X para felicitar a Soyinka: “Feliz cumpleaños y felicidades, señor”, al mismo tiempo que enumeró algunos clásicos del autor, como “Season of Anomy (1973)”.
Además de felicitaciones digitales, se celebraron eventos en honor a Soyinka. Un simposio en Rabat, organizado por la Academia del Reino de Marruecos y la Asociación Panafricana de Escritores (PAWA), destacó su contribución al arte y la cultura africana. Dicho evento tuvo lugar el pasado 9 de julio y reunió a numerosos intelectuales y literatos.
Miembro de la etnia yoruba, Soyinka ha utilizado frecuentemente las leyendas, cuentos y tradiciones de esta cultura en sus obras. En uno de sus propios mensajes en X, el Premio Nobel recordó que Soyinka es “conocido por sus obras de teatro, poemas y novelas basadas en su Nigeria natal”, señalando cómo su trabajo ofrece “observaciones sobre el mundo” a través de la rica herencia cultural yoruba.
A nivel local e internacional, el impacto de Soyinka es innegable. Desde Lagos hasta Washington, pasando por diversas ciudades africanas, su legado sigue creciendo. A medida que celebramos sus 90 años, es evidente que su obra seguirá inspirando y educando a futuras generaciones.
Mensajes de admiración y respeto inundaron las redes sociales en Nigeria, con diversas actividades organizadas en homenaje a este literato africano. Los tributos a Soyinka son testimonio de su influencia duradera en la literatura mundial y de su rol como figura cultural significativa.
Akinwande Oluwole Soyinka, tal su nombre completo, es hijo de un ministro de la iglesia anglicana en el estado de Ogun, Nigeria, que se desempeñaba también como director de una escuela local, y de una militante del movimiento de mujeres de su comunidad. Siendo el segundo de seis hijos, creció con la influencia de los oficios de sus padres y pronto se interesó por la defensa de las causas justas en su comunidad.
Cuando se hizo joven, dirigido por la pasión y el interés que le suscitaban las letras, fue a estudiar literatura inglesa en las universidades de Ibadán y Leeds, en Nigeria y el Reino Unido, respectivamente. Fue entonces cuando comenzó a escribir.
Fuente: EFE