El Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) y la Embajada de la República Checa en Argentina realizaron un acto para mostrar solidaridad con los presos políticos en autocracias, centrando especialmente en los encarcelados en Cuba tras las protestas masivas hace tres años.
Al comenzar, tomó la palabra Gabriel Silva, director y cofundador de CADAL: “Se nos ocurrió organizar esta actividad en conmemoración de los tres años de las protestas en Cuba donde mucha gente ha terminado presa, entre ellos algunos amigos como Luis Manuel Otero Alcántara. Como las protestas surgieron de iniciativas culturales, como el Movimiento, nos pareció importante recordarlas con una actividad artística, nos parece que es la mejor forma de recordar a las personas inocentes que están presas en Cuba y en cualquier país por ejercer su derechos a protestar”.
Durante el evento llevado a cabo en la sede de la embajada checa, CADAL entregó dos reconocimientos por lo que denominaron “compromiso con la solidaridad democrática internacional”. Norma Morandini, Vicepresidente de CADAL, otorgó un “Reconocimiento por su compromiso artístico con la solidaridad democrática internacional” al humorista Ariel Tarico, entre otros motivos, por haber contribuido con su voz al video institucional de CADAL “Rebelarse frente a las dictaduras”.
El humorista Ariel Tarico ha sido distinguido por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) en reconocimiento a su constante contribución desde el arte a la defensa de los derechos humanos y la democracia. El galardón le fue entregado por Norma Morandini, destacada defensora de los derechos humanos y periodista, en un acto que subrayó la importancia y valentía del trabajo realizado por Tarico en este ámbito.
Durante la ceremonia, Morandini expresó “Qué paradoja que tengamos que conmemorar a artistas que están en la prisión, nada más que por ser eso, artistas y hombres libres”. Con respecto a Ariel Tarico destacó su capacidad para abordar cuestiones serias a través del humor. “Se trata de un gran artista que admiramos tanto porque dice con libertad lo que muchas veces no nos permitimos, decís con humor los disparates que vivimos en el cotidiano”, mencionó Morandini, resaltando la trascendencia de la labor del humorista.
Al recibir la distinción, Ariel Tarico expresó emocionado: “Viendo las protestas que la gente de CADAL nos muestra que están sucediendo en Cuba, me parecía muy interesante este cambio de paradigma que es el Patria y vida por el Patria o muerte, el celebrar la vida y tratar de luchar con alegría y no dejar que nos depriman”.
El reconocimiento a Tarico por parte de CADAL no solo subraya su talento artístico, sino también su valentía al desafiar regímenes autoritarios a través de su humor. Este premio es un tributo a su creatividad y al impacto positivo de su trabajo en la lucha por los derechos humanos y la democracia. En un contexto donde la libertad de expresión y los derechos humanos enfrentan constantes desafíos en diversas regiones del mundo, reconocimientos como el entregado a Tarico son esenciales para visibilizar y apoyar las voces que luchan por estas causas. La creatividad y el coraje del humorista argentino sirven de inspiración para otros artistas y activistas comprometidos con la defensa de la libertad y la justicia.
El otro reconocimiento fue recibido por el embajador de la República Checa, Ľubomír Hladík, de manos de Sybil Rhodes, también Vicepresidente de CADAL, como reconocimiento a su compromiso diplomático. El embajador remarcó: “La defensa de los derechos humanos es una de las prioridades más importantes de mi gobierno y de nuestra política exterior, desde el retorno de nuestra democracia”.
El programa del evento incluyó la participación de un músico invitado y la presentación del grupo “Atemporal Trío”, compuesto por los músicos cubanos Mario Miguel García Piña, Noslen Porrúa y Jessica Zequeira, quienes interpretaron “Canciones prohibidas”. El objetivo del evento fue llamar la atención sobre la situación de más de mil presos políticos en Cuba y destacar la importancia de la solidaridad internacional en la promoción de la democracia.
Atemporal Trío, integrado por Noslen Porrúa, Mario Miguel García y Jéssica Zequeira, ha concluido una gira de dos meses por toda Cuba. Este trío, conocido por su capacidad para fusionar diversos estilos como el son cubano, el jazz y el rock, ha realizado varias presentaciones en distintas provincias del país, destacando por sus armonías vocales y su destreza instrumental.
Noslen Porrúa y Mario Miguel García alternan en la guitarra, mientras que Jéssica Zequeira, además de cantar, incorpora una amplia variedad de sonidos con gran precisión. Esta combinación de talentos permite que su música sea una mezcla única de influencias tradicionales y contemporáneas. Porrúa ha declarado que su inspiración inicial provino del rock argentino de los años 80 y 90, y que su evolución musical también ha sido influenciada por las nuevas generaciones de músicos cubanos.
“Es muy importante la cooperación entre la sociedad civil y países con gran compromiso en su política exterior en derechos humanos, tanto para que una autocracia vea que está siendo señalada por encarcelar a personas inocentes, como para estas últimas en saber, como diría Václav Havel, que en distintos lugares del mundo hay quienes no son indiferentes frente a su injusta situación. Y además, la originalidad de hacerlo recordando canciones prohibidas por dictaduras, anteriores y actuales, considerando que en Cuba entre los presos políticos hay artistas”, destacó Gabriel Silva, sobre la relevancia de seguir haciendo estos encuentros.
CADAL se ha consolidado como una organización apartidaria que aboga por la universalidad de los derechos humanos y la importancia de la institucionalidad democrática. Su equipo multidisciplinario, integrado por académicos, periodistas y activistas, lleva adelante una amplia gama de actividades, desde el monitoreo global de la situación de los derechos humanos hasta la promoción de iniciativas culturales que fomentan la libertad de expresión artística.
Entre sus múltiples afiliaciones internacionales, CADAL participa activamente en redes y coaliciones como el Movimiento Mundial para la Democracia y la Coalición Internacional para Detener los Crímenes contra la Humanidad en Corea del Norte, lo que refleja su enfoque global en la lucha contra la represión política y la promoción de las libertades fundamentales. La fundación también se destaca por su labor educativa y de sensibilización sobre la importancia de la solidaridad democrática, inspirada en la propia historia de la región durante las dictaduras militares del Cono Sur.