El Festival de Fotografía Latinoamericana de Nueva York muestra, hasta el domingo 28 de julio, una variedad de trabajos que van desde la cruda realidad del cruce de migrantes en México, el daño ambiental en el Amazonas o aspectos de la vida de niños de las calles en Guatemala.
En su séptima edición, este esperado festival, organizado por El Bronx Documentary Center, ha crecido y por primera vez se ha expandido a Manhattan, Queens y Brooklyn para mostrar simultáneamente el trabajo de fotógrafos profesionales y emergentes. El festival llamó la atención de otras organizaciones culturales que quisieron también ser sede de la exposición, explicó el director del centro, Mike Kamber.
Este año, también por primera vez, se ha duplicado el número de unas 150 imágenes que usualmente presentaba el festival, para aumentar a más de 300, según Kamber.
También forma parte este año la exhibición individual del fotógrafo venezolano Alejandro Cegarra, ganador del proyecto a largo plazo, uno de los principales galardones del World Press Photo este año, y que retrata la migración a través del norte y sur de México, que documentó durante seis años.
Las fotos que se muestran tanto en edificios del Documentary Center, su jardín y paredes en exteriores en esta comunidad en el sur de El Bronx, muestran imágenes de fotógrafos de México, Bolivia, Cuba, Perú, por primera vez de Brasil y de niños de Guatemala, que regresa al festival después de seis años. Tratan diversos temas, como las cholas tradicionales bolivianas, los daños ambientales en el Amazonas, la escuela de ballet peruano para niñas pobres y la cultura hip hop en ese país, entre otros.
El trabajo que se exhibe de Guatemala, y que ocupa la sala principal, son de niños de entre los 12 y 15 años del programa FotoKids, que comenzó con menores que vivían en los basureros y sobrevivían vendiendo lo que encontraban en la basura.
El programa, que celebra sus 30 años, se ha expandido pero sigue dirigido a los niños en extrema pobreza, que participan en este festival con fotos que muestran cómo es su vida, la de sus familias o comunidad, captan celebraciones tradicionales religiosas y culturales, entre otras, explicó la fundadora de la iniciativa, Nancy McGirr.
Los primeros menores que comenzaron en el programa son ahora profesores de fotografía, pero también se les enseña diseños de páginas web o cómo hacer videos para que puedan obtener un empleo, destacó McGirr.
El impacto de la política migratoria de EEUU en México está presente con Cegarra compuesto de las 28 fotos que le ganaron el pasado abril el premio del World Press Photo, que se muestran en otra sala bajo el título de Los dos muros. Cegarra contó que documentó la migración a través de México por seis años en los que tomó 35.000 fotos –algunas han sido publicadas en diversos importantes medios– de las que presentó 28 al concurso, que ahora muestra en El Bronx, invitado por el Documentary Center.
“Nunca vi tantas fotos mías en una sola galería”, comentó durante la presentación de su trabajo, entre ellas, su favorita, la de una pareja de enamorados en medio del caos migratorio.
El fotógrafo independiente, que trabaja para el New York Times, entre otros medios, captó inmigrantes en el tren conocido como La bestia, cruzando la frontera o esperando para el cruce, haciendo cola para pedir asilo, en albergues o niños jugando ajenos a la tragedia que viven sus padres.
Fuente: EFE.
[Fotos y video: EFE / Ángel Colmenares]