“Berta y Pablo”, un cuento de hadas sobre el amor y la memoria

La nueva película de Matías Szulanski vincula la ficción con su historia familiar, en una narración de comedia. “Prefiero una película ligera y entretenida antes que pesada y solemne”, dice el director

Guardar

Nuevo

Trailer de "Berta y Pablo", de Matías Szulanski

Carolina viaja de Montevideo a Buenos Aires para tomarse un tiempo en su relación y, aprovechando su estadía, visita la casa de su abuela fallecida para ver qué puede recuperar entre sus pertenencias. Allí, encuentra un libro que revela la correspondencia entre su abuela y un hombre llamado Pablo. Este hallazgo desencadena la trama de la película Berta y Pablo, del director Matías Szulanski. Las proyecciones de esta obra, que compitió en la Competencia Argentina del último Bafici, tendrán lugar todos los sábados de julio a las 21 hs. en Cine Arte Cacodelphia.

El director describe la película como “personal, ingenua, fantasiosa, dulce, anárquica y punk (aunque no de música punk)”. En sus palabras, se filmó “con un equipo técnico limitado en el que yo dirigía y hacía cámara (con mi handycam casera)”. Los otros miembros del equipo clave fueron Gary Koretzky, en la jefatura de producción y asistencia de dirección, y Facundo Sasson, en el sonido directo.

Szulanski menciona que la película fue rodada durante la ola de calor de marzo de 2023 en Buenos Aires. Las filmaciones se realizaron en 12 jornadas, cada una de entre 3 y 6 horas, debido a las altas temperaturas. El guión fue escrito en febrero, un mes antes de iniciar el rodaje, en colaboración con Jenni Merla. El cineasta comparte una anécdota sobre el origen del enfoque de la película: “Una de las personas involucradas al comienzo -que luego dejó el proyecto porque creía que las formas eran muy ‘amateur’- comentó que parecíamos chicos de secundaria tratando de hacer una película, así que tomamos eso para orientarnos y lo usamos como brújula”.

La película “Berta y Pablo” se proyecta los sábados de julio en Cine Arte Cacodelphia
La película “Berta y Pablo” se proyecta los sábados de julio en Cine Arte Cacodelphia

“Hacer esta película me salvó”, afirma Szulanski, quien confiesa que “estaba muy triste por el fallecimiento de mi abuela”. Berta es la abuela del director y, aunque aparece póstumamente en la película, su personaje solo comparte el nombre y la imagen con la persona real. La casa de Berta en la ficción es la misma que en la vida real, y fue la primera vez que Szulanski la visitó desde el fallecimiento de su abuela.

El título Berta y Pablo también incluye una referencia al abuelo de Szulanski, quien estuvo casado con Berta por casi 50 años y falleció casi 20 años antes que ella. Aunque Pablo aparece en la película solo con su imagen y nombre, se trata de un personaje ficticio. “Espero que trascienda la ficción y el amor real que ellos tenían pueda orientarnos en los momentos de tristeza”, expresa el director.

Matías Szulanski, nacido en 1991 en Buenos Aires, es Licenciado en Gestión de Medios y Entretenimiento por la UADE. Desde 2013, trabaja como guionista, director y productor. Entre sus obras anteriores se encuentran Juana Banana y Último recurso, película de apertura del Bafici 2023. Actualmente, dirige Kligger, una casa dedicada a la producción y promoción de cine.

Matías Szulanski dirige “Berta y Pablo”, una película íntima basada en cartas familiares
Matías Szulanski dirige “Berta y Pablo”, una película íntima basada en cartas familiares

La premisa de la película, según el director, fue acercarse al cine desde una perspectiva intuitiva y autodidacta. “La idea era salir a hacer una película lo antes posible con lo que haya a mano y olvidarse de cómo se hacía una película, hacerla de la manera más intuitiva y autodidacta”, comenta Szulanski a Infobae Cultura. Esta nueva propuesta se presenta como un homenaje personal y una forma de conectar con sus memorias familiares a través del arte.

—¿Cómo comenzó este proyecto? ¿hay alguna inspiración real detrás de él?

—La idea para la película surgió en febrero de 2023, seis meses después de la muerte de mi abuela. Sentía la necesidad de ocupar mi mente y decidí filmar como una forma de carta de amor hacia ella. Aunque el personaje de Berta lleva el nombre de mi abuela y aparece brevemente en un video dentro de la película, el filme no se centra en ella; más bien, la incluyo como un personaje de ficción después de su fallecimiento.

—¿Por qué prefieres utilizar la comedia para contar historias?

—No me atrae lo solemne ni lo demasiado serio. La comedia permite expresar ideas, conceptos o situaciones de una manera que, en otros géneros, podrían parecer moralizantes o demasiado formales. Para mí, el cine no debería ser serio ni solemne; encuentro que la comedia ofrece una forma ligera y agradable de conectar con el espectador, sin caer en la seriedad excesiva que a menudo caracteriza a muchas películas, especialmente en Argentina. Prefiero que una película sea ligera y entretenida, en lugar de pesada y solemne.

“Una historia de amor y memoria”: así describe Szulanski su película
“Una historia de amor y memoria”: así describe Szulanski su película

—¿No crees que a veces la comedia puede ser incluso más arriesgada? Porque en un drama es más fácil prever cómo afectará a alguien, mientras que con una comedia nunca se sabe si algo causará risa o no.

—Hay una frase famosa que dice que uno llora en silencio pero se ríe en voz alta. En un drama, uno puede no darse cuenta si a alguien le afecta, porque lo experimenta internamente en silencio. En cambio, con la comedia es evidente si alguien está riendo o no. En esta película, aunque es una comedia en el sentido ligero de la palabra, no busca provocar risas ni contar chistes. Para mí, la comedia es más un estilo de narración que implica no ser demasiado serio ni dramático, quizás evitando el sentimentalismo.

—Hay dos elementos clave que aparecen a lo largo de toda la película: la música y la ciudad. Me gustaría saber cómo los concebiste para retratarlos y cómo los integraste como herramientas narrativas.

—Con respecto a la música, había compuesto algunas canciones que aún no había grabado, y pensé que era el momento adecuado para incluirlas. Las percibí como una especie de ruptura de la cuarta pared; aunque no están directamente relacionadas con la historia, transmiten un sentimiento o estado de ánimo que atraviesa la película. Son canciones ingenuas y dulces, casi como canciones infantiles, que creo que reflejan un tono general presente en toda la película. En cuanto a Buenos Aires, considero que es una ciudad espectacular que a menudo se filma desde un punto de vista turístico. Sin embargo, yo quería mostrarla desde la perspectiva de quienes viven aquí, recorriendo sus lugares de manera natural. Es inevitable que la historia se desarrolle en Buenos Aires, y sentí que debía aprovechar su belleza para enriquecer la narrativa, evitando un enfoque puramente turístico.

—¿Por qué decidiste asumir varios roles clave en la película, como guionista, director y compositor de la música?

—Me gusta abordar las cosas de manera artesanal. Creo que en áreas como la escritura y la dirección, si uno se aleja demasiado, puede perderse lo personal y convertirse en algo más colectivo. Aunque las películas son colaborativas por naturaleza, a veces temo que lo personal se diluya en lo colectivo. Por eso, dentro de mis capacidades, intento mantener el proceso lo más personal y artesanal posible. Quiero que sea algo similar a una persona escribiendo con una pluma y papel, más que a un proyecto donde mucha gente interviene.

"Berta y Pablo” compitió en la Competencia Argentina del último BAFICI
"Berta y Pablo” compitió en la Competencia Argentina del último BAFICI

—¿Cómo fue la recepción cuando comenzaste a presentarla?

—En el BAFICI, la película tuvo una recepción sorprendentemente positiva. Tenía mis dudas porque es una película muy ingenua y quizás algo anárquica en términos de su estilo de filmación, montaje y las canciones, que también son muy simples. Sin embargo, recibió comentarios muy elogiosos y la gente se identificó con la historia y el ambiente que se retrata, encontrándola tierna.

Creo que contrasta bastante con el ambiente que se vive afuera de la sala...

—Sí, totalmente. Especialmente en Argentina y en el cine en general, pero en un momento tan tumultuoso, esta película es como una historia de hadas, en cierto sentido.

—¿Sos de quedarte en la sala para observar las reacciones?

—Sí, me gusta estar presente durante las proyecciones para ver cómo reacciona la audiencia. Es interesante ver cómo conectan especialmente con los aspectos cómicos y cómo se involucran con el tono general de la película, aspectos que a veces no había considerado tanto antes.

—¿Cómo estás viviendo la actualidad del cine argentino?

—Con cierta preocupación. Creo que las decisiones en el INCAA no siempre benefician realmente a la industria, ya que parece haber falta de idoneidad y voluntad efectiva para avanzar. Los nuevos regímenes de fomento que se han mencionado no parecen estar diseñados para beneficiar a ninguna producción, ya sean pequeñas o grandes. Hay un sentido de revanchismo que no ayuda al desarrollo del cine nacional. Entiendo que pueda haber una intención de ahorrar dinero, pero si estos fondos no se utilizan como corresponde, es dinero que queda inutilizado y no contribuye al crecimiento del sector como debería por ley.

A pesar de este contexto desafiante, creo que la mejor respuesta es seguir filmando con los recursos disponibles y demostrar que el cine argentino sigue vivo y activo. Siempre hay que insistir en mejorar las condiciones, pero mientras tanto, hay que seguir haciendo cine. Es alentador ver cómo las personas que participan en las películas se comprometen a apoyarlas, algo que antes no siempre sucedía. Hay un sentimiento de patriotismo en el cine, donde la audiencia apoya y celebra las películas argentinas que les gustan, compartiéndolas y recomendándolas.

* Berta y Pablo se proyecta los sábados de julio a las 21 hs. en Cine Arte Cacodelphia (Avenida Presidente Roque Sáenz Peña 1150, C.A.B.A.)

Guardar

Nuevo