El museo de arte Kunsthaus en Zúrich anunció que procederá a la venta de una pintura de Claude Monet adquirida al coleccionista judío Carl Sachs, quien huyó del régimen nazi en 1939. La venta, según ha afirmado el museo, será llevada a cabo en acuerdo con los descendientes de Sachs.
El Kunsthaus, al igual que otros museos alrededor del mundo, ha iniciado una revisión exhaustiva de sus colecciones para determinar si algunas de sus obras fueron adquiridas como resultado directo o indirecto de la persecución nazi contra coleccionistas judíos. Esta medida busca transparentar y corregir cualquier irregularidad asociada con las adquisiciones durante y previo a la Segunda Guerra Mundial.
Carl Sachs, un empresario judío dedicado al negocio textil en Breslau, la actual Polonia, se vio obligado a huir a Suiza junto a su esposa, Margarete, para escapar de la persecución nazi. Durante su estancia en el país alpino, la pareja se vio forzada a vender varias de sus preciadas obras de arte para poder subsistir. Una de estas obras fue L’Homme à l’ombrelle (“Hombre con Parasol”) del afamado impresionista francés, la cual fue la primera de varias ventas forzadas.
“Se necesitaba una venta rápida para proporcionar a la pareja dinero para vivir, y por lo tanto actuaban bajo coacción”, subrayó el Kunsthaus en un comunicado oficial. Previamente, Sachs había prestado varias obras al Kunsthaus, y en total vendió trece piezas antes de su fallecimiento en diciembre de 1943.
El abogado de los herederos de Strauss, Imke Gielen, expresó su satisfacción con la decisión tomada por el museo. “La familia acoge con satisfacción el último movimiento como una solución justa y equitativa para la obra”, manifestó Gielen.
Por su parte, el presidente de la Zurcher Kunstgesellschaft, el organismo que supervisa el museo, Philipp Hildebrand, comentó que si bien la pintura probablemente dejará el Kunsthaus tras la venta, la medida resalta la seriedad de la estrategia de procedencia seguida por la institución. “Este paso subraya la seriedad de nuestra estrategia de procedencia”, enfatizó Hildebrand. Agregó que la organización actuará “de manera transparente... para cualquier obra en nuestra colección donde haya indicaciones fundamentadas de coacción resultante de la persecución nazi”.
Además, siguiendo las directrices del Código de Ética del Consejo Internacional de Museos (ICOM), se informó que una parte de los ingresos generados por la venta será depositada en el fondo de colección del Kunsthaus. La intención es reinvertir en la adquisición de nuevas obras que enriquezcan la oferta expositiva del museo. En su declaración, se destacaba que este paso era esencial para mantener un proceso de curaduría transparente y ético, en cumplimiento con las normativas internacionales.
Philipp Hildebrand también expresó: “Naturalmente, lamentamos que esta maravillosa pintura probablemente dejará el Kunsthaus después de su venta.” De igual modo, reafirmó el compromiso del museo con la ética y la justicia, y la determinación de actuar oportunamente ante cualquier irregularidad descubierta.
En el contexto de la revisión global de las colecciones museísticas que se está llevando a cabo en todo el mundo, esta acción del Kunsthaus establece un precedente importante en la restitución de obras de arte adquiridas bajo circunstancias coercitivas durante períodos de conflicto y persecución.
Fuente: AFP
[Fotos: museo Kunsthaus; REUTERS/Arnd Wiegmann]