Una movilización de seis años ha culminado en la adquisición del último cine asociativo independiente de París, con el apoyo de destacadas figuras de la industria cinematográfica. La Clef, fundado en 1973 y localizado en el Barrio Latino, fue adquirido gracias a una campaña que reunió a 5.000 donantes y diversos mecenas.
El cierre de La Clef en 2018 motivó a artistas, cinéfilos, asociaciones culturales y vecinos a ocupar el edificio para evitar su desaparición. Entre los grandes nombres que respaldaron esta iniciativa se encuentra el director estadounidense Martin Scorsese. “La Clef tiene que seguir siendo un cine. El edificio debe ser salvado, y los proyectores deben seguir funcionando, y punto”, expresó en una carta en abril del año pasado.
La campaña de financiación participativa recaudó 400.000 euros (420.000 dólares) gracias al aporte de cineastas franceses como Céline Sciamma y Leos Carax. Por su parte, siete mecenas, incluyendo a Quentin Tarantino y Sandrine Dumas, contribuyeron de manera significativa al fondo.
La Clef Revival, el colectivo detrás de esta iniciativa, informó que se logró recaudar un total de 2,7 millones de euros (aproximadamente 2,9 millones de dólares) para la compra del edificio. El cine permanecerá abierto del 27 al 31 de junio, después de lo cual cerrará por un año para realizar reformas.
Scorsese y Tarantino no fueron los únicos en expresar su apoyo. La comunidad cinematográfica internacional y local se movilizaron para preservar uno de los últimos bastiones culturales independientes de París. Este esfuerzo subraya la importancia de los espacios alternativos en una ciudad donde la especulación inmobiliaria ha transformado dramáticamente zonas históricas como el Barrio Latino.
El apoyo a La Clef reflejó una resistencia a la desaparición de espacios culturales únicos en París. Desde su creación en 1973, La Clef se destacó por ofrecer una programación diversa y accesible, en contraste con los circuitos comerciales predominantes. Este hecho resonó en la comunidad cinematográfica, que ve en el cine una ventana vital a la diversidad cultural y artística.
La intervención de las personalidades destacadas fue decisiva para la movilización de recursos. La campaña de financiación participativa logró captar la atención y el respaldo de miles de personas de diversas partes del mundo. Esta solidaridad se traduce en un esfuerzo colectivo que ha permitido la compra y futura restauración del cine.
La primera proyección cinematográfica en La Clef el 27 de junio será Cléo de 5 a 7, un clásico de la Nueva Ola dirigido por Agnès Varda. Esta película había sido programada para su proyección en 2018, pero fue cancelada tras la intervención de los alguaciles para cerrar el teatro. La presentación estará a cargo de Rosalie Varda, hija de la directora. Según el grupo que administra el cine, en el futuro se dará prioridad al cine mundial progresista y militante.
La Clef, considerado el único cine comunitario superviviente en París, se encuentra en el quinto distrito de la margen izquierda, una zona históricamente vinculada al activismo estudiantil e intelectual. En 2019, después de que el edificio cerrara oficialmente, un grupo de cinéfilos, cineastas, académicos, artistas y residentes locales comenzó a ocupar el espacio. Desde entonces, han organizado proyecciones diarias y debates con figuras destacadas como Leos Carax, Frederick Wiseman, Céline Sciamma y Adèle Haenel.
La adquisición de La Clef es un testimonio del poder de la comunidad y del arte para preservar y revitalizar espacios culturales significativos. La determinación de conservar La Clef como un espacio cineclubista y asociativo garantiza la continuidad de una tradición cinematográfica en una época donde muchos cines independientes enfrentan dificultades para sobrevivir.
Fuente AFP