María Victoria Menis reivindica el espíritu del “Ni una Menos” en su nueva película

El movimiento y sus consignas influyeron en “Miranda de viernes a lunes”, protagonizada por Inés Estévez. “Quise retratar a un personaje ordinario que experimenta un cambio de mentalidad”, afirma la directora

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Trailer de "Miranda, de viernes a lunes", de María Victoria Menis

Las marchas de “Ni una menos” en Argentina han sido fundamentales para visibilizar y denunciar la violencia de género en el país. Iniciadas en 2015, estas manifestaciones lograron movilizar a miles de personas en una demanda unísona por políticas públicas efectivas contra los femicidios y el maltrato hacia las mujeres. El movimiento ha sido una plataforma crucial para exponer historias de abuso, exigir justicia y presionar a las autoridades a implementar acciones concretas para proteger los derechos de las mujeres.

A nivel mundial, el movimiento #MeToo surgió como una ola imparable de denuncias sobre acoso y abuso sexual, logrando amplificar las voces de las víctimas y destapar numerosas situaciones de abuso de poder en diversas industrias. Inspirado por la valentía de las mujeres que rompieron el silencio, #MeToo ha generado un cambio cultural significativo, cuestionando estructuras de poder y promoviendo una mayor conciencia y responsabilidad sobre el tratamiento de las mujeres en el ámbito laboral y social. Ambos movimientos han demostrado la fuerza de la solidaridad y la importancia de alzar la voz en la lucha por la igualdad y la justicia.

Miranda de viernes a lunes, la película de María Victoria Menis que se estrena este jueves, sintoniza esa frecuencia: aborda temas de abuso y transformación personal a través de la historia de Miranda, una profesora de literatura de 48 años, que decide apoyar a sus alumnas tras las denuncias de abuso que sufrieron. Este acto desencadena una serie de cambios en su vida durante un fin de semana.

Inés Estévez interpreta a Miranda, quien enfrenta una revolución interna y social durante un fin de semana
Inés Estévez interpreta a Miranda, quien enfrenta una revolución interna y social durante un fin de semana

La protagonista, interpretada por Inés Estévez, enfrenta una revolución interna y social que la lleva a reconectar con su banda de rock de adolescente, independizarse de sus hijas y reexaminar sus relaciones personales y familiares. El elenco también incluye a Ricardo Merkin como el padre de Miranda, Elvira Oneto como la madre, Luciana Grasso y Laura Grandinetti como sus hijas, y Diego de Paula en el papel del ex marido.

El guion y la dirección están a cargo de María Victoria Menis, una reconocida cineasta argentina con una extensa carrera en la industria audiovisual: su filmografía incluye títulos como Mi Hist(e)ria en el cine (2017), María y el Araña (2013) y La Cámara Oscura (2009), han sido presentados en festivales internacionales y recibido numerosos premios.

Menis cuenta que la película se inspiró en el “Ni una Menos” y la ola de reivindicaciones feministas que trajo consigo. Según Menis, las movilizaciones de mujeres jóvenes fueron cruciales para romper el silencio sobre situaciones de abuso normalizadas en diversos ámbitos. “Observé la necesidad de cuestionar la naturalización de la desigualdad de género en diferentes ámbitos como el arte, la ciencia y la economía”, confirma en diálogo con Infobae Cultura.

"Quise retratar a un personaje ordinario que experimenta un cambio de mentalidad, no a una heroína convencional", dice Victoria Menis
"Quise retratar a un personaje ordinario que experimenta un cambio de mentalidad, no a una heroína convencional", dice Victoria Menis

—¿Cuál es el origen de la historia?

—En el año 2015, 2016, 2017, presencié el movimiento “Ni Una Menos” y las marchas donde participaban jóvenes, incluso niñas de 11 o 12 años, junto con sus madres y abuelas. Esto marcó un cambio significativo en la participación generacional en la lucha por los derechos de la mujer. Inspirada por un incidente en el Colegio Nacional Buenos Aires, donde unas estudiantes denunciaron abusos, acoso y maltrato, decidí explorar este tema desde la perspectiva de una profesora que se consideraba progresista. La historia sigue su proceso de cuestionamiento personal y cambio de perspectiva, abordando también la idea de la posibilidad de cambio en personas adultas, quienes a menudo se sienten atrapadas en roles predefinidos desde una edad temprana.

—¿Por qué es crucial lanzarla hoy?

—Es vital porque los cambios políticos, revoluciones y fluctuaciones económicas pueden poner en peligro los derechos adquiridos. Nunca podemos dar por sentado que los derechos están asegurados. Basta con observar cómo Trump logró prohibir el aborto en varios estados de EE. UU. y cómo ahora el feminismo es visto negativamente. Además, en un momento en que los países más desarrollados apoyan los medios audiovisuales, aquí estamos viendo cómo se desmantelan, dejando a 700,000 personas sin empleo. Esta situación refuerza mi determinación para estrenar esta película. Además, enfrentamos una narrativa que estigmatiza a la comunidad cinematográfica como ladrones, lo cual es injusto. Reconozco la necesidad de mejorar y avanzar, pero no puedo ignorar los retrocesos y los intentos de desmantelar instituciones valiosas como la ENERC.

El film narra la historia de Miranda, una profesora de 48 años que apoya a sus alumnas tras denuncias de abuso
El film narra la historia de Miranda, una profesora de 48 años que apoya a sus alumnas tras denuncias de abuso

—¿Siempre tuviste a Inés Estévez en mente para el papel protagonista?

—Inicialmente no, estaba buscando a una actriz que también cantara bien. Sin embargo, varias coincidencias surgieron. Aunque siempre admiré su talento, no la consideré inicialmente. Una amiga en común sugirió su nombre y, al contactarla, descubrí que compartíamos muchas similitudes con el personaje. Por ejemplo, tanto el personaje como Inés tienen una hija con neurodiversidad, y ambas descubrieron su pasión por cantar en la edad adulta. Quise retratar a un personaje ordinario que experimenta un cambio de mentalidad, no a una heroína convencional.

—En la película se destacan temas como el abuso, la relación madre-hija, las neurodiversidades y el paso del tiempo. ¿Cómo decidiste retratarlos?

—Creo que estos temas han llevado a muchas mujeres mayores a reflexionar sobre su juventud y experiencias pasadas, incluyendo situaciones de abuso y acoso que a menudo quedaron reprimidas. Personalmente, recuerdo mi rebeldía en el pasado y cómo ahora soy más tranquila y acepto más las cosas. Me interesa explorar cómo el paso del tiempo nos cambia y cómo podemos aprender de ello sin esperar a estar en el lecho de muerte. Por eso decidí incluir un padre especial en la historia, como un testimonio de cómo el tiempo nos afecta y nos enseña a valorar lo que realmente importa. También quise explorar la relación madre-hija, mostrando cómo la madre puede ser más vanguardista de lo que la hija percibe. Es fascinante ver cómo una chica con neurodiversidad también busca independencia, queriendo liberarse de muchas cosas similares a otras mujeres.

El elenco incluye a Ricardo Merkin, Elvira Oneto, Luciana Grasso, Laura Grandinetti y Diego de Paula
El elenco incluye a Ricardo Merkin, Elvira Oneto, Luciana Grasso, Laura Grandinetti y Diego de Paula

—¿Cómo abordaste la neurodiversidad para evitar estereotipos en el personaje?

—Siguiendo el consejo de Mauricio Kartun, evité estereotipar al personaje. En lugar de eso, le di matices, contradicciones y una dosis de cotidianidad y humor para hacerlo más auténtico y complejo.

—A pesar de las críticas y medidas gubernamentales hacia el cine nacional, se nota una fuerte defensa de la industria por parte de actores y profesionales que se involucran activamente en la promoción de las películas en las salas. ¿Cómo lo experimentas?

—Organizamos varias funciones con Inés y otros actores de la película, lo que brinda una experiencia más cercana al público. Creo que es interesante cómo la creatividad y la tecnología pueden jugar un papel crucial aquí. El cine argentino ha enfrentado reducciones significativas en su presupuesto, lo que ha llevado a tiempos de filmación más cortos y una lucha constante por conseguir financiamiento. Es una lucha por priorizar la cultura en un contexto donde la alimentación y otras necesidades básicas compiten por recursos. Pero la cultura y el cine son esenciales para nutrir tanto a la sociedad como a las personas. Es por eso que me encuentro defendiendo la cultura activamente, aunque a veces parezca una ironía.

*“Miranda de viernes a lunes”, de María Victoria Menis, se podrá ver en salas a partir del jueves 13 de junio.

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