El escritor francés más reconocido internacionalmente, Michel Houellebecq, se ha convertido en un tema polémico para las nuevas herramientas de inteligencia artificial (IA). Estas tecnologías consideran sus opiniones tan ofensivas que optan por no reproducirlas.
La controversia surgió cuando el presidente de la editorial francesa Gallimard, Antoine Gallimard, comentó en un artículo, según publicó La Nouvelle Revue Française, que pidió a la IA de Meta, Llama, que escribiera una escena al estilo de Houellebecq. La respuesta de Llama fue que no podía generar contenido que pudiera considerarse “ofensivo o discriminatorio”. En su lugar, la IA ofreció redactar una escena “respetuosa e inclusiva”, describiendo un escenario donde un “grupo de amigos en el parque, en una tarde soleada” canta canciones “para celebrar la belleza de la diversidad”.
Houellebecq es conocido por sus novelas que reflejan una visión pesimista del mundo moderno, afectado, según él, por la revolución sexual, el consumismo y la globalización. Antoine Gallimard criticó la respuesta de la IA, argumentando que no consideró “la complejidad de la experiencia humana” y aplicó valores “de la Costa Oeste de los Estados Unidos para dictaminar qué es bueno y qué no es bueno pensar”.
Consultada nuevamente por AFP, la IA de Meta, Llama, intentó al principio redactar una escena imitando el estilo de Houellebecq: “Me sentía como una rata en un laberinto, atrapado en este mundo sin alma...”. Sin embargo, al preguntarle sobre la posición del escritor respecto a las mujeres que usan el hiyab, la IA retractó su respuesta inicial, alegando que no podía generar contenido que perpetuara “estereotipos dañinos o discriminación”. Houellebecq ha descrito la adopción del hiyab en Francia como una señal de la erosión de los valores y libertades occidentales.
Otro importante modelo de lenguaje de IA, ChatGPT, mostró una postura menos conflictiva respecto al tema. Consultado por AFP, ChatGPT dio una respuesta más matizada: “Las obras de Houellebecq son ficticias y sus opiniones a menudo se expresan a través de narrativas complejas, satíricas y, a veces, exageradas”.
La discusión pone de manifiesto las limitaciones de las herramientas de IA al lidiar con contenidos literarios provocadores y complejos. La tendencia de estas herramientas a evitar material que pueda resultar ofensivo plantea preguntas sobre la censura y la libertad de expresión, especialmente respecto al arte y la literatura. La respuesta de Llama de Meta subraya un enfoque prudente a la hora de manejar temas sensibles, aunque este enfoque ha provocado críticas por parte de quienes consideran que se pierden aspectos esenciales de la experiencia humana y la libertad creativa.
La tecnología de inteligencia artificial sigue en evolución y su interacción con el arte continúa siendo un campo de debate tanto técnico como ético. Mientras tanto, figuras literarias como Michel Houellebecq ponen a prueba los límites de estas tecnologías, desafiando sus capacidades para comprender y replicar verdaderamente la complejidad de la narrativa humana.
El escritor francés fue noticia en los últimos meses ya que ha publicado recientemente su primer relato autobiográfico titulado Unos meses en mi vida, octubre 2022-marzo 2023, editado por Flammarion. Este nuevo libro no es de ficción y abarca un período de seis meses que el autor describe como extremadamente negativos para su reputación y salud mental. Houellebecq asegura haber vivido un verdadero “infierno” durante ese tiempo.
Uno de los principales puntos del libro es la controversia generada por la película Kirac 27. En marzo, un tribunal en los Países Bajos decidió no prohibir la película, que Houellebecq califica de difamatoria. El escritor también había perdido una demanda similar en Francia en febrero. En el tráiler del film, Houellebecq aparece en escenas que considera perjudiciales para su imagen, reclamando haber sido retratado como una “estrella del porno”.
El libro también aborda las declaraciones islamófobas que Houellebecq hizo en diciembre a la revista Front Populaire. Estas declaraciones generaron otra polémica, y aunque Houellebecq expresó sus disculpas a los musulmanes ofendidos, no logró que la revista se retirara de la venta.
Fuente AFP