Un cuadro de Jean Siméon Chardin, pintor francés del siglo XVIII, batió récords este miércoles en una subasta realizada en París, alcanzando la suma de más de 26 millones de euros (casi 30 millones de dólares). “Melón empezado”, como se titula la obra, fue vendida en la casa de remates Christie’s a un coleccionista europeo que participó en la puja por vía telefónica. La cifra alcanza un hito no solo para el artista, sino también para una pintura francesa de esa época.
La obra fue estimada inicialmente entre 8 y 12 millones de euros, según la información publicada por Christie’s. Este cuadro, que data de 1760, es ovalado y representa una rodaja de melón sobre otra fruta entera. Cecilia Muller, portavoz de Christie’s, destacó la importancia histórica y artística de la pintura al afirmar que “rompe con los cánones establecidos del siglo XVIII”.
Anteriormente, el récord lo ostentaba otro cuadro célebre de Chardin, “La cesta de fresas salvajes”, adquirido en febrero por el Museo del Louvre por 24,3 millones de euros. Este aumento significativo en el valor de las obras del artista refleja una creciente apreciación y demanda por las pinturas de este período histórico.
“Melón empezado” hizo su debut público en 1761 durante el Salón de la Academia. Originalmente, pertenecía a un orfebre de Luis XIV y su familia mantuvo la obra hasta 1802, cuando pasó a manos del coleccionista François Marcille. Esta travesía histórica a través de varias generaciones y coleccionistas realza su valor no solo monetario, sino también patrimonial y cultural.
Desde 1876, la pintura había estado en posesión de la familia Rothschild, cuyos herederos decidieron ponerla a la venta este año, aportando al mercado del arte una pieza de inestimable valor y cerrando un ciclo histórico significativo.
Jean Siméon Chardin, nacido el 2 de noviembre de 1699 en París, fue un destacado pintor francés del siglo XVIII, conocido principalmente por sus bodegones y escenas de la vida cotidiana. Chardin se formó en la Real Academia de Pintura y Escultura francesa y se destacó por su habilidad para capturar la simplicidad y la belleza de los objetos mundanos. Su estilo, caracterizado por una paleta de colores sobria y una atención meticulosa al detalle, contrasta con el barroco dominante de la época.
A lo largo de su carrera, Chardin recibió el reconocimiento de sus contemporáneos y fue admitido en la Real Academia en 1728. Sus obras más famosas incluyen “La raya” y “La bendición”, las cuales reflejan su interés por la vida doméstica y su capacidad para infundir dignidad y poesía en situaciones cotidianas. Falleció el 6 de diciembre de 1779 en París, dejando un legado perdurable en el ámbito de la pintura de género y bodegones, influyendo en posteriores generaciones de artistas.
La venta de la obra de Chardin es un testimonio del interés renovado por las obras maestras de épocas pasadas. Este hito no solo reafirma la permanencia de Chardin en la cima de la valoración artística, sino que también señala un auge en el mercado de arte de pinturas de alta calidad del siglo XVIII.
Fuente: AFP