El arquitecto japonés Fumihiko Maki, ganador del prestigioso premio Pritzker por sus diseños considerados inteligentes y artísticos en la fusión de Oriente y Occidente, murió los 95 años. Maki, quien enseñó arquitectura y diseño urbano en Harvard, falleció el pasado jueves 6 de junio, informó su oficina Maki & Associates. Informes de medios japoneses atribuyeron la causa de su muerte a la vejez. La oficina se negó a confirmar la información.
El Museo Nacional de Arte Moderno en Kioto se considera uno de sus diseños clásicos, con formas flotantes de vidrio, metal y concreto. Su exterior gris parece simple a primera vista pero crea patrones de luz reflejada en mármol rugoso y pulido. En EE.UU., los proyectos de Maki incluyeron el Yerba Buena Center for the Arts en San Francisco y tal vez el más famoso de todos, el 4 World Trade Center en Nueva York. También realizó el salón de exposiciones Makuhari Messe en Chiba, Japón, y el Hillside Terrace Complex en Tokio. En la década de 1980, Maki diseñó el edificio Spiral de Tokio, cuya administración lamentó su muerte y le agradeció por “las hermosas pendientes y el rico espacio que imaginó como un parque urbano”.
Quién fue Fumihiko Maki
Fumihiko Maki nació en Tokio en 1928, Maki se educó en la Universidad de Tokio, la Cranbrook Academy of Art en Michigan y la Harvard University Graduate School of Design. Antes de abrir su propia firma de diseño en 1965 en Tokio, trabajó en varias oficinas, incluida Skidmore Owings and Merrill, o SOM, con sede en Chicago, y Sert, Jackson & Associates en Cambridge, además de la oficina de planificación del campus de la Universidad de Washington en St. Louis.
Un educador dedicado, Maki, además de enseñar en la Universidad de Washington, Harvard y la Universidad de Tokio, dio conferencias en todo el mundo. Sus ensayos fueron publicados en una colección llamada Nurturing Dreams por MIT Press en 2008. En ella, exploró el concepto japonés del espacio llamado oku, que Maki describió como “el núcleo de este espacio de alta densidad organizado en múltiples capas como una cebolla”. Utilizar oku permitió a los japoneses entregar una sensación de profundidad incluso en un área reducida, según esta teoría.
“En la formación del espacio urbano, ciertos conceptos estables que han sido tamizados y comprometidos a la memoria por el inconsciente colectivo de la comunidad funcionan automáticamente”, escribió Maki. “Oku, un concepto espacial peculiar de Japón, es un buen ejemplo, y creo que comprender esta forma de percibir el espacio es importante para formular ideas sobre cómo deberían ser las ciudades del futuro.”
Maki fue el segundo japonés en ganar el Premio Pritzker, considerado el Premio Nobel de la arquitectura, después de Kenzo Tange, su mentor. Maki, junto con sus colegas estudiantes de Tange, Arata Isozaki y Kisho Kurokawa, fueron los pilares del modernismo japonés. El Pritzker, al seleccionar a Maki, lo elogió como parte de una nueva ola de arquitectos que reconstruyen el Japón de la posguerra.
“Utiliza la luz de una manera magistral, haciéndola una parte tangible de cada diseño tanto como las paredes y el techo. En cada edificio, busca una manera de hacer que la transparencia, translucidez y opacidad existan en total armonía. Utiliza el detalle para dar a sus estructuras ritmo y escala”, dijo Bill Lacy, miembro del panel internacional de jurados del premio.
Maki también obtuvo el Premio Wolf de Israel en 1988 y el Premio Arnold Brunner de la Academia Americana de Artes y Letras en 1999. En 2011, el Instituto Americano de Arquitectos honró a Maki con su más alta distinción, la Medalla de Oro de la AIA.
Fuente: AP
[Fotos: AP Photo/Dima Gavrysh, File; AP Photo/Mark Lennihan, File]