El comprador del cuadro Elogio del maquillaje, el último Degas autentificado, encontró una ganga al adquirirlo a su último propietario, descendientes de Joan Llonch, que fue presidente del español Banco de Sabadell, en un portal de artículos de arte de segunda mano.
“Creo que el último propietario -nietos o biznietos del presidente- de este Degas no tenía la certeza de que la obra era auténtica”, explicó este miércoles a EFE Joan Arjona, consultor encargado de la autentificación. Este tipo de obras en el mercado del arte oscilan entre los siete y ocho millones de euros, incluso algunas llegan hasta los doce.
Se trata de una oportunidad excepcional conseguida por un coleccionista anónimo de arte, del que Arjona dijo no estar autorizado para desvelar ni su identidad ni cuándo ni por cuánto dinero lo adquirió, pero que según el diario El Punt Avui se compró por 926 euros. Lo que sí confirmó es que este Degas se compró en el portal de internet de segunda mano Todo colección.
El propietario actual decidió autentificarlo y para ello contó con el experto Michel Schulman, autor del catálogo del francés Edgar Degas (1834-1917) que cuenta con más de 1.750 obras, según Arjona.
Los antiguos propietarios tenían documentación de la obra hasta 1940, pero ahora “hemos rastreado documentación hasta el año en el que Degas lo vendió a Julián Bastinos, en 1887″, añadió. Un hecho que se conoce a través de una carta que Degas envió a su amigo el cantante de ópera Jean-Baptiste Faure, en la que le cuenta que un tal Mr. B le compró un cuadro por 3.000 francos, señaló.
Tras el fallecimiento de Bastinos en 1918, el pastel va a España gracias a su hermano Antonio, pero en 1934 fue incautado poco antes de la Guerra Civil (1936-1939), bajo el amparo de una ley para conservar el patrimonio artístico, y fue custodiado en Barcelona. En 1940, la obra fue adquirida por Joan Llonch, presidente del Banco de Sabadell, y “desde entonces ha permanecido en manos de los descendientes, hasta la adquisición por el actual propietario”, aseguró.
“La parte positiva de este nueva autentificación es que nadie ha dudado de que este pastel es un Degas”, según Arjona, quien hizo hincapié en que los anteriores propietarios no tenían la certeza de que fuera auténtico, de “ahí que se comprara barato”. “Estos chollos existen, prueba de ello es el Ecce Homo, de Caravaggio, que de 1.500 euros en una subasta ha pasado a mostrarse en el Museo del Prado” en Madrid, concluyó.
Fuente: EFE