Hace varios años, cuando Pablo Gorlero dirigía la obra Identidad testimonial, Víctor Hugo Morales fue a verla. Habitué del teatro y periodista de espectáculos, dijo en su programa que le había gustado mucho, la recomendó y, sobre el final, comentó esto: “Me gustaría que Pablo Gorlero dirija una historia que tengo en la cabeza sobre Alma Mahler”. Quedó en el aire, nadie dijo nada, hasta que unos meses después el director le preguntó qué historia era esa.
“Todavía no la escribí”, le respondió Víctor Hugo. Efectivamente, estaba en su cabeza. Pero durante un viaje a Nueva York, encerrado en un departamento siendo portador de Covid, el periodista finalmente la escribió. Un día de enero, Gorlero recibió un mensaje en su correo electrónico. Era un mail de Víctor Hugo con un guion teatral. “La verdad que me gustó mucho. Me pareció un desafío interesante”, dice ahora, desde su casa, mientras sus perros ladran al fondo.
Un estreno emocionante
Todos los jueves a las 20 horas, Alma Mahler, sinfonía de vida, arte y seducción se puede ver en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini: Avenida Corrientes 1543, CABA. La protagonista se llama Raquel Ameri. “La propuesta me llegó directamente desde Víctor Hugo, fue una propuesta tan inesperada como hermosa. A Víctor Hugo lo quiero y admiro así que recibir ese email me llenó de alegría y honor”, cuenta la actriz.
Es la segunda obra que escribe Víctor Hugo Morales. Al menos, las que se estrenaron. Dos años atrás, en marzo de 2022, llegaba al Teatro Picadero El reproche, con la dirección de Julieta Otero y las actuaciones de Claudio Da Passano, Malena Figó y Mayra Homar. El tema era la desigualdad de género. Se trató del debut de Víctor Hugo como dramaturgo. Ahora estamos en la segunda obra y una posibilidad: que su carrera como escritor de teatro se extienda más y más.
“Siempre él me apoyó en mis trabajos anteriores pero la verdad no me imaginé nunca que terminaría actuando un texto de su autoría”, agrega la actriz en diálogo con Infobae Cultura, y recuerda el estreno del jueves pasado: “Fue muy emocionante, tener a Víctor Hugo en la primera fila, y a familiares y amigos tan amados presentes: pura celebración. En un océano de adrenalina el deporte de riesgo que comprende a todo el cuerpo y el alma del actor”.
“Mientras leía el texto, se me despertaban diversas imágenes”, cuenta Gorlero. “La apuesta se me fue dibujando en la cabeza a medida que iba transitando la obra. Y pensé en que el pianista de alguna manera en esta escena podía representar la figura de Mahler”, agrega el director sobre ese instrumento que también protagoniza la obra, que toca en vivo Juan Ignacio López, quien compuso la música original: “un maravilloso partenaire”, dice Ameri. La voz en off es de Fabián Vena.
“Es un monólogo, un unipersonal —continúa Gorlero— y por lo tanto es una convención: nosotros no pasamos una hora en nuestra casa hablando solos, a menos que estemos locos. Eso que dice este personaje es la exteriorización de sus pensamientos internos. El texto habla también del tormentoso romance que tuvo con el pintor Kokoschka. Para mí era un desafío interesar al espectador, no tanto en la figura de este pintor, sino en quién fue en la historia de Alma Mahler”.
Quién fue Alma Mahler
Nacida como Alma María Margaretha Schindler en 1879 en Viena y muerta a los 85 años, luego de una larga e intensa vida, en 1964 en Nueva York, Alma Mahler fue una compositora y editora musical. Su padre era el pintor Emil Jakob Schindler, su madre la cantante Anna von Bergen. A los nueve años ya tocaba el piano y componía. La mayor parte de su obra responde al lied, subgénero de la música clásica donde la música acompaña a una voz solista.
Tuvo como esposo y amantes a figuras notables de la época:: el compositor Gustav Mahler, quien le da su apellido, pero también el arquitecto Walter Gropius y el novelista Franz Werfel. Además, tuvo un romance temprano con Gustav Klimt. También mantuvo romances con el director teatral Max Burckhard, el compositor Alexander von Zemlinsky y el pintor Oskar Kokoschka. “Ella era una amante de la belleza masculina y del genio masculino”, dice Ameri.
“Fue una de las feministas más activas a fines del siglo XIX y principios del XX”, dice Gorlero, y la actriz agrega: “Si bien ella de alguna manera sucumbió a lo que le exigía Mahler, por ejemplo posponer su carrera como compositora porque él no concebía que haya dos compositores en la casa y ella accedió a eso por amor, al mismo tiempo cuestionaba por qué los derechos de los hombres eran más amplios que los de las mujeres”.
“Ella se preguntaba por qué si una mujer se enamora o tiene ganas de tener sexo con un hombre es cuestionada, pero si un hombre está casado y tiene ganas de tener sexo con otra mujer no es tan cuestionado. Me pareció interesante traer esa idea, como las ideas de amor libre de los sesenta, pero en una figura que fue de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, momentos de extremada moralina y prejuicios”, agrega la actriz.
“Una mujer que en su época fue disruptiva, cuestionadora de su tiempo y su cultura”, la define Raquel Ameri, y continúa: “Una militante puertas adentro cuando aún la mujer no era considerada ciudadana siquiera, cuando tampoco podían anotarse a estudiar por ser mujeres. Ella encontró su manera de dejar una huella de lucha, en su caso a través de ciertas libertades que muy pocas mujeres se daban: la de ir detrás de su placer”.
“Es hoy incluso un personaje vigente ya que nos encontramos en un momento donde el poder una vez más se enfoca hacia el pasado, buscando replicar modelos conservadores y es ahí donde las mujeres volvemos hacer una de las minorías más atacadas”, dice la actriz y agrega, sin medias tintas: “Además, el placer femenino y nuestra libertad siguen siendo temas incomodantes”.
* “Alma Mahler, sinfonía de vida, arte y seducción”: todos los jueves a las 20 horas en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini: Avenida Corrientes 1543, CABA.