El XI festival literario Centroamérica Cuenta se inauguró oficialmente el pasado miércoles en Panamá con la presencia del creador del evento, Sergio Ramírez. En esta ocasión, el encuentro rinde homenaje a la poeta nicaragüense Claribel Alegría en el centenario de su nacimiento.
Ramírez, escritor nicaragüense y Premio Cervantes, enfatizó en su discurso inaugural la persistente intención del festival desde su creación en 2013: brindar “relevancia cultural” a una región cuyo foco mediático suele centrarse en “sus crisis y carencias” más que en “sus logros”. Resaltó que el festival busca ofrecer una plataforma para escritores centroamericanos y hacer visible la riqueza y la diversidad literaria de la región.
El evento de este año en Panamá marca la primera vez que el festival se celebra en este país. La mudanza del evento fue motivada por la significativa situación política en Nicaragua, lo que llevó a Sergio Ramírez a aprovechar la ocasión para defender la democracia y la libertad de palabra. “La literatura es precisamente crítica porque es libre”, afirmó Ramírez, ante un auditorio atento.
Ramírez remarcó que la idea desde el principio fue construir un puente de “doble vía” que permitiera la visibilidad de los escritores de la región más allá de las fronteras centroamericanas y que escritores y lectores de otras latitudes pudieran apreciar la riqueza y diversidad de su literatura.
En su discurso, Ramírez hizo un llamado a “defender con toda energía” la libertad cuando se encuentra en peligro o bajo agresión. “Cuando un periodista es reprimido porque informa y porque investiga, y porque prefiere el riesgo de escribir lo que sabe a la seguridad de callarse, el escritor que crea no puede mirar hacia otro lado,” subrayó.
El novelista también aprovechó el espacio para resaltar la situación del periodista guatemalteco Jorge Rubén Zamora, quien, según Ramírez, está injustamente encarcelado en su país por investigar la corrupción. Ramírez expresó que la corrupción es uno de los peores males de los sistemas políticos en la región.
Ramírez, quien fue despojado de su nacionalidad nicaragüense por las autoridades de su país en 2023, apuntó que “la democracia será siempre sustancial a la libertad de palabra, y allí donde la palabra libre muere, habrá muerto la democracia.” Este mensaje fue enfático y resonó entre los asistentes al evento.
El festival ha sido una herramienta clave para “enriquecer la visión de Centroamérica,” según Ramírez, haciendo que la creación literaria de la región sea reconocida como una señal de identidad propia, más allá de cualquier consideración ideológica o política. Este objetivo se ha mantenido firme desde su concepción, consolidando al festival como un defensor inquebrantable de la democracia y la libertad de expresión. Para este año, la dedicatoria del festival a Claribel Alegría es una manera de celebrar su legado y su impacto en la literatura centroamericana. La elección de Panamá como sede también subraya la movilidad y adaptabilidad del festival frente a los desafíos políticos regionales.
No será la última vez de este festival en Panamá
Centroamérica Cuenta se fundó en Managua en 2013 por Sergio Ramírez para contribuir a la proyección y difusión de la literatura iberoamericana desde Centroamérica. Hasta 2017 su sede fue Nicaragua, pero desde el 2019, a raíz de la crisis política y social que se vive en ese, se ha realizado en Costa Rica, Guatemala, Madrid y República Dominicana. En 2023 el festival cumplió una década, habiendo realizado más de 600 eventos.
En esta edición de Panamá, los principales aliados del festival son la Cooperación Española, la Unión Europea, el CAF- Banco de Desarrollo de América Latina, el Ministerio de Cultura de Panamá, la alcaldía de Panamá y el Festival Internacional de Cine de Panamá (IFF). “Este evento, que reúne a las voces más destacadas de nuestra región, es una celebración de la creatividad, la imaginación y la narrativa que florecen en nuestras tierras”, dijo la ministra panameña de Cultura, Giselle González, quien señaló que la “visibilización de Panamá y de sus talentos en el escenario global es una de las prioridades fundamentales” de la entidad que preside. El festival es una “plataforma excepcional para lograr este objetivo y nos sentimos orgullosos de ser parte de esta iniciativa que celebra y promueve la riqueza literaria de Centroamérica”, expresó González.
La directora de Centroamérica Cuenta, Claudia Neira, dijo que en este “primer desembarco literario” en Panamá”, el evento cuenta con la participación de más de 50 voces de la literatura, el cine, la música, y el periodismo, procedentes de 14 países que harán posible más de 40 actividades. “Para nosotros es el inicio de un nuevo trayecto que salda una vieja deuda que teníamos con ustedes; y estamos seguros de que no será la única vez. Sin duda, Panamá se queda con nosotros”, afirmó Neira.
Participan la nicaragüense Gioconda Belli, el salvadoreño Horacio Castellanos Moya, el guatemalteco Rodrigo Rey Rosa, la costarricense Dorelia Barahona, la hondureña María Eugenia Ramos, el panameño Juan David Morgan, la dominicana Soledad Álvarez o el mexicano Juan Villoro. También el colombiano Santiago Gamboa, el chileno Alejandro Zambra, el argentino Eliezer Budasoff, el venezolano Daniel Centeno Maldonado, el portugués José Luis Peixoto o los españoles Luis García Montero y Nadal Suau, y la argentina Claudia Piñeiro.
A su vez, Daniel Domínguez, ensayista, profesor y crítico de arte panameño, invitado permanente a Centroamérica Cuenta desde 2015, contó que este es festival que ha “sobrevivido a los delirios de un gobierno cuestionable que intentó silenciarlo y ha contribuido a que las realidades de nuestros países sean narradas por sus propios escritores”. “Que Centroamérica Cuenta ocurra en Panamá demuestra que, a veces, los sueños más queridos sí se pueden cumplir”, destacó Domínguez.
Fuente EFE
[Fotos: EFE/ Bienvenido Velasco]