La película María, dirigida por Jessica Palud, se presenta en el Festival de Cannes en medio de la actual ola de movimientos como #MeToo. Este filme ofrece una perspectiva moderna sobre las difíciles condiciones de rodaje de El último tango en París (1972), que afectaron profundamente la vida de la actriz francesa María Schneider.
El filme explora los eventos ocurridos durante el rodaje dirigido por Bernardo Bertolucci, donde el consentimiento de las actrices no era una preocupación para los cineastas, que gozaban de un gran poder en esa época. Schneider, quien fue seleccionada a los 19 años para actuar junto a Marlon Brando, experimentó un trauma significativo debido a una escena de sodomía no consentida en la que se usó mantequilla como lubricante. Aunque la escena fue fingida, Schneider no fue informada previamente y la violación simulada tuvo consecuencias devastadoras para ella.
La película de Palud se basa en el libro Tu t’appelais María Schneider escrito por la periodista Vanessa Schneider, prima de la actriz. En el mismo, se narra cómo la presión y las condiciones en el set produjeron un profundo impacto emocional en María. “Lo que me conmovió es esta mujer que en los años 1970 hablaba, decía cosas y nadie parecía oír su voz, y sus frases eran finalmente frases de 2024,” señaló la directora Palud en una declaración.
Schneider no dudó en calificar la escena como una “doble violación,” acusando tanto a Brando como a Bertolucci. La actriz fallecida en 2011 jamás logró superar el escándalo que rodeó la película y recurrió a las drogas, lo que afectó su carrera de manera significativa. “María Schneider dijo que las lágrimas que se ven en la pantalla son las suyas y no las del personaje,” relata Palud.
Palud seleccionó a Anamaria Vartolomei para interpretar a Schneider. Vartolomei fue descubierta por su actuación en El acontecimiento, un filme sobre el aborto que ganó el León de Oro en el Festival de Venecia en 2021. Palud explicó su elección diciendo que estaba buscando una actriz que pudiera transmitir la profundidad y el dolor del personaje de Schneider.
Con la proliferación de movimientos como #MeToo, la industria cinematográfica ha comenzado a implementar protocolos estrictos para proteger a los actores, especialmente en escenas íntimas y cuando hay intérpretes menores involucrados. Este contexto ha dado un renovado enfoque a la película “María,” subrayando la importancia de consentir en todas las etapas del proceso cinematográfico.
Además de tocar un tema tan sensible, la película llega en un momento en que la conversación global gira en torno a los derechos de las mujeres y la responsabilidad de la industria cinematográfica. La historia de Schneider resuena hoy en día con fuerza, y la presentación de María en Cannes ofrece una plataforma adecuada para generar debate y reflexión sobre estos temas. Por parte, la autora del libro explicó en una entrevista cómo la escena de violación fingida en El último tango en París había devastado a María por completo. “Las voces de mujeres como María empiezan a ser escuchadas ahora, refleja mensajes modernos, pertinentes y necesarios,” comenta Vanessa.
El filme original, dirigido por Bertolucci y protagonizado por Brando, se centraba en una lúgubre historia de amor entre un viudo estadounidense y una joven parisina. El último tango en París fue objeto de controversia por su contenido explícito y fue clasificado como X en muchos países. La escena de violación en particular atrajo fuertes críticas, incluyendo del Vaticano.
Schneider se convirtió en la cara visible de las dificultades enfrentadas por muchas jóvenes actrices en la industria en aquellos tiempos. Su carrera, después de ese film, estuvo marcada por este escándalo, limitando sus oportunidades profesionales. “La industria cinematográfica ha evolucionado, pero las historias como la de María nos recuerdan los desafíos persistentes,” dice Palud.
La narrativa se centra en la joven María, hija ilegítima de un actor famoso, y su sueño de hacer cine. Con 19 años, ella es seleccionada para un papel crucial frente a la famosa figura de Marlon Brando, conocido por “Un tranvía llamado Deseo”. Este contexto histórico y el poder que tenían los cineastas en esa época es un tema recurrente en la película de Palud.
Fuente: AFP