El brasileño Karim Aïnouz, aspirante por segundo año consecutivo a la Palma de Oro, lidera la participación latinoamericana de la edición 77 del Festival de Cannes (14-25 de mayo), que también contará con una nutrida presencia en las secciones paralelas, con filmes de Argentina, Chile y Brasil.
Aïnouz presentará el 22 de mayo en competición Motel Destino, la historia de amor entre un joven que intenta escapar para no ser aplastado por el sistema y de una mujer que resiste los ataques del patriarcado, a riesgo de su propia vida.
Con un reparto encabezado por Nataly Rocha, Iago Xavier y Fábio Assunção, la nueva película de Aïnouz dará este año la réplica a Firebrand, la versión de la relación entre Enrique VIII y Catalina Parr protagonizada por Alicia Vikander y Jude Law que ya compitió en 2023 por la Palma de Oro, aunque se quedó sin premios.
También con una impronta latina muy importante, a pesar de su pasaporte francés, una de sus grandes rivales en la competición oficial será Emilia Pérez, el musical sobre cárteles mexicanos en el que se ha embarcado el galo Jacques Audiard.
En ella se podrá ver a grandes nombres de Hollywood, como Selena Gomez o Zoe Saldaña, que desfilarán por la alfombra roja de la Croisette el día 18.
El regreso de Audiard es una de las cintas más esperadas de este Festival de Cannes, que tiene a grandes pesos pesados en cartel, como Francis Ford Coppola, Paul Schrader, Yórgos Lánthimos o Paolo Sorrentino.
Fuera de competición, el sábado 18, el festival estrenará la argentina Transmitzvah en un escenario emblemático, el del Cine de la Playa al que cada noche puede acudir libremente el público sin invitación hasta completar aforo.
Dirigida por Daniel Burman, esta película cuenta el regreso a Buenos Aires de una célebre cantante yidis (Penélope Guerrero) para enfrentarse a su familia y su pasado.
Argentina, Brasil y Chile en las secciones paralelas
La presencia latinoamericana será más nutrida aún en la Quincena de Cineastas y en la Semana de la Crítica, ambas secciones paralelas del Festival que comenzarán un día después de su hermana mayor.
En la Semana de la Crítica -que tiene como misión descubrir a jóvenes promesas cinematográficas de todo el mundo, en especial con la presentación de las obras de directores debutantes-, dos películas latinoamericanas competirán por los premios.
Las seleccionadas son Simón de la montaña, el primer largometraje del argentino Federico Luis, y la brasileña Baby (Marcelo Caetano), un romance ‘queer’ en los bajos fondos de São Paulo.
Más nutrida aún será la presencia latina en la Quincena de Cineastas, con títulos igualmente de Argentina y de Brasil, más otro de Chile.
El primero en estrenarse será el filme de Hernán Rosselli Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, la historia de una familia en la que, tras la muerte del padre, la madre y la hija toman en sus manos el negocio familiar de lotería clandestina.
Le seguirá la chilena Los hiperbóreos, de Cristóbal León y Joaquín Cociña, con un viaje delirante que mezcla técnicas como el ‘stop motion’ o las marionetas, además de la historia de Chile y la ciencia ficción.
Por su parte, los brasileños Eryk Rocha (hijo del también cineasta Glauber Rocha) y Gabriela Carneiro presentarán el día 19 el documental A queda do céu, basado en el libro homónimo de Bruce Albert y Davi Kopenawa Yanomami.
La presencia latinoamericana se completará con el cortometraje argentino Nuestra sombra, de Agustina Sánchez Gavier, en la Quincena de Cineastas, y en la Semana de la Crítica harán lo propio el mexicano Ella se queda, de Martinha Gutiérrez Velazco, y el brasileño A menina e o pote, de Valentina Homem.
Además, de vuelta en el Festival principal, en la competición oficial de cortometrajes aspirará a premio el brasileño André Hayato Saito, con Amarela, y también habrá obras latinas en las secciones de la Cinef, Acid y en la nueva sección dedicada a obras inmersivas.
Por último, como ya es tradición, la Semana de la Crítica será escaparate de otros tres cortos llegados de México, de la mano de la colaboración anual de esta sección con el Festival de Morelia.
Fuente: Efe