El periodista e investigador Diego Rojas, quien escribía regularmente en la sección de Cultura de Infobae hasta las últimas semanas, falleció a los 47 años en la madrugada del lunes tras varias complicaciones causadas por un trasplante de hígado realizado en la pandemia. Autor del fundamental ¿Quién mató a Mariano Ferreyra?, entre otros libros, Rojas fue recordado con mucho afecto y tristeza esta mañana en Twitter, red social en la que supo destacar con agudos tuits.
Martín Caparrós, quien encarnó a Rojas en la adaptación al cine de su investigación sobre el crimen de Ferreyra, lo despidió a la distancia con estas palabras:
“Con sus anteojos negros trotskyitas, en su lugar más propio, mi amigo Diego Rojas. Yo fui él en una película, reconstruyendo su búsqueda para averiguar ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? Así que un poco de mí se va con él. Salud, Diego, y hasta siempre”.
Rojas, que fue redactor en jefe de la revista Veintitrés y editor de la revista Contraeditorial, publicó además los libros Argentuits, El kirchnerismo feudal y La izquierda, donde a través de diversos episodios históricos, como la llegada del enviado de Karl Marx a la Argentina, reflexiona sobre los esfuerzos para construir una nueva era en el país. También, en coautoría, Pasen música. El caso Santiago Maldonado en la era de la posverdad, en el que se analizan los medios de comunicación, discursos oficiales y las redes sociales para reconstruir el tratamiento informativo del caso.
“Adiós amigo querido, @zonarojas. Te recordaré siempre como un gran amigo, lleno de ilusiones, con ganas de vivir hasta el último día, trosko por siempre, de la mejor gente que he conocido. Ahora lloro por vos pero prometo recordarte con alegría junto a tantos amigos que quieren”, lo recordó esta mañana la escritora Claudia Piñeiro en la red social.
Por su parte, la intelectual Beatriz Sarlo se expresó así: “Fuimos amigos, para discutir todo el tiempo y reirnos también. Apilabamos bromas y discusiones fuertes. Era un marxista culto que no proyectaba dogmas sobre la actualidad aunque lo intentaba. Parecia un hombre de la Segunda International que, paradojicamente no habia renunciado a algunos principios del leninismo. Buscaba reformas. pero a los moderados podia acusarlos de reformistas. Estos pliegues caracterrizaban su inteligencia y su buen humor
Fue investigator, como cuando abrio el Caso de Maldonado. fue un atractivo ensayista.
Gran conversador, querido Diego, tus amigos será difícil que encuentren reemplazante”.
Hinde Pomeraniec, quien fue su editora en Infobae Cultura por varios años, escribió conmovida tras la noticia:
“Creo que lo que más vamos a extrañar es el vértigo de su opinión por asalto. Diego estaba siempre atento a todo lo que tuviera que ver con la cultura; para él, escribir y opinar sobre libros, sobre cine, teatro o arte era periodismo de divulgación -esta última, una palabra subestimada por no comprendida, pienso- pero como era militante las 24 horas del día, esa divulgación ilustrada era también una forma de la política.
Aparecía de golpe en el whatsapp, como si hubiéramos hablado recién. Solía llamarme Hindele, como me llamaban mis abuelos, vaya a saber por qué. Ahí mandaba su opinión sobre el evento en cuestión, generalmente algo sobre lo que quería escribir y de esa forma anunciaba de qué iba su próxima nota. Así, por asalto, había tomado en 2010 la historia del crimen de Mariano Ferreyra: investigó, escribió y su testimonio fue clave para la condena del sindicalista ferroviario José Pedraza, ideólogo del ataque al militante trotskista.
Yo dirigía la editorial Norma cuando Diego trajo la propuesta. Hasta ese día, nunca había visto a nadie en este oficio convertirse en Walsh. Todavía recuerdo el llamado tembloroso de Diego luego de conseguir la entrevista con el sindicalista, recuerdo el esfuerzo descomunal de escribir y terminar el libro en un mes y medio y también las charlas con él y con Mariana Morales, la editora de no ficción que lo acompañó en esa patriada, Su Quién mató a Mariano Ferreyra le puso el sello a ese homenaje de Diego al más grande periodista literario que tuvo la Argentina.
Diego era valiente y era un tierno. Era una persona sensible, capaz de llamarte durante varios días seguidos para preguntarte cómo está tu perro enfermo y acompañarte en tu dolor. Era un lector exquisito y un discutidor elegante, muy elegante. Diego fue un compañero de oro.
Sin él somos todos mucho más pobres”.
“Tristeza infinita. Te abrazo donde quiere que estés, que es -como siempre- en todas partes querido Diego. ¡Gracias por la risa!”, escribió Franco Torchia en X. También lamentaron su temprana muerte el periodista Gabriel Levinas y el escritor Nicolás Mavrakis, quien lo definió como “un lector formado y atento con rigor a un criterio propio”. “Lo traté hace muchos años, tenía humor y una inusual ironía, cualidades poco frecuentes en los medios. Tuvo la gentileza de ser uno de los presentadores de mi primer libro en 2012″, recordó en la misma red.
“Buen viaje, Diego Rojas. Caballero de cultura y humor infinitos. Periodista de los que cada vez quedan menos. Abrazo enorme a sus amigos y a Leni”, escribió Mercedes Funes. También lo recordaron varios periodistas de Infobae, entre ellos Federico Fahsbender y Patricio Zunini, quien escribió: “Es una noticia tristísima la muerte de Diego Rojas. Una persona admirable en todos los sentidos. Buen viaje, querido Diego”.
“¿Quién cuidará ahora a Leni, Dieguito amado? ¿Quién peleará ahora por las causas justas? ¿Quién nos queda trasnochado, apasionado, culto y divertido? Hoy sí que el mundo es un lugar oscuro como la noche más larga. Se fue el mejor de nosotros”, sumó Flavia Pittella.