La Feria del Libro suele ser una oportunidad única para conocer y adquirir en un solo lugar diversidad de obras y producciones. La bibliodiversidad parece infinita, y tal vez eso sea lo más interesante, unificar en un mismo espacio la variedad de gustos y de posibilidades que brinda la industria editorial argentina, pero, también, internacional, de países y ciudades invitadas.
Esto se da en una coyuntura compleja en términos económicos, pero además, social, en la que madres, padres, familiares, docentes, bibliotecarios deben hacer malabares para atraer a los niños hacia la lectura ante la competencia descarnada de las nuevas tecnologías y de los estímulos audiovisuales.
Es por esto que debe reconocerse el esfuerzo y la dedicación que muchos proyectos editoriales se han cargado al hombro, con volúmenes de factura compleja, con investigación y desarrollo detrás, con autores e ilustradores premiados, con cierto prestigio o con búsquedas estéticas y de contenido novedosas.
Entre las particularidades de esta selección se contemplan géneros variados, como cuentos, libros informativos, historieta, juegos literarios, por mencionar algunos, que en esta nota operan como un vasto muestrario de las joyas que se pueden hallar buceando en la Feria.
En este artículo presentamos lo más destacado de la producción.
Historias en viñetas
Un sector privilegiado entre chicos y chicas es el de las historietas, una propuesta literaria que para aquellos que no les gusta “leer mucho” es una gran puerta de entrada, pero también lo es para aquellos amantes de las historias contadas en cuadritos.
A los ya consagradas historietas de Comiks Debris y las series Mayor y menor y Facu y Dulce de Leche (del mendocino Chanti), ilustradas y creadas especialmente para el público infantil, ahora la editorial Hotel de Ideas (stand 429, del pabellón Azul) se suma con su colección mamut (que señalan como “6+” o “mi primer cómic”). En esta serie, se pueden encontrar ilustradores que ya se dedicaban a los más chicos, como Gerardo Baró, con Morbidus, misión: limpiar habitación –guion de Rodolfo Santullo–, y otros como Gustavo Sala, con Cómo ser un zombie: Una guía útil para niñas y niños…¡vivos!
En el mismo pabellón, entre los stands del fondo y no tanto, se podrán encontrar cómics e historietas para todos los gustos, la cuestión es saber buscar…
Voces del interior
Entre lo más lindo de la Feria, está la posibilidad de conocer proyectos editoriales tanto del interior del país como de otras partes del mundo.
El stand Abran las nueces silvestres en la terraza del pez, en el número 832 del pabellón Verde, reúne a las editoriales Abran cancha, Muchas nueces, Libros silvestres, Ediciones de la Terraza y Pez menta, todos proyectos con una búsqueda colectiva muy marcada por el compromiso, la diversidad y el federalismo de voces, ediciones e ilustraciones. Allí la posibilidad de pasar un rato largo deleitándose es seguro.
Desde Mendoza, con el auspicio de la Municipalidad de Godoy Cruz, se encuentran dos ejemplares de poesía preciosos, tanto en palabras como en edición e ilustraciones, Eras un jardín, de Laura Escudero Tobler y Luz Preumayr, y Capullo de estrella, de Fabiana Margolis y Vicky Malamud, ambos de la serie En el medio del mar de la editorial Pez menta.
La editorial cordobesa Ediciones de la Terraza desembarca con varias novedades pero para los seguidores de siempre, vale mencionar Mi mamarala, de Barbi Couto y El esperpento, que solo había sido publicado en formato digital durante la pandemia, y En vereda, de Mauricio Micheloud y Mauricio Cerbellera, un poema largo que recupera los recuerdos de la infancia.
En el mismo stand, de Abran cancha, para los que gustan de leer historias que ponen los pelos de punta se puede conseguir El juego de la copa: 10 cuentos malditos, de Luciana Murzi e ilustrado por Mauro Vargas.
Si se animan.
De más allá
Entre todas las maravillas para ver y conseguir de otros lares, Infobae Cultura seleccionó Paco Yunque, cuento clásico de César Vallejo, que el Ministerio de Cultura de ese país realizó en una edición en ocho lenguas originarias del Perú –aimara, ashaninka, awajún, shipibo-konibo, ticuna y quechua Áncash, Chanka y Cusco Collao–. Esta obra es una pieza histórica clásica que se lee en la escuela en Perú, y que fue publicada póstumamente en 1951.
Las pequeñas aventuras de Juanito y su bicicleta amarilla, editado por Polifonía, es, por otra parte, otro de los libros que se pueden comprar en el stand de Perú –1700, del pabellón amarillo–. Con texto de Luigi Valdizán e ilustraciones de la artista Issa Watanabe, narra un día en la vida de Juanito, que se encontrará con diferentes personajes al adentrarse en un bosque.
De la ya conocida editorial Criatura, de Uruguay –stand Los 7 logos, 1920, del pabellón Amarillo–, El vestido de mamá, de Dani Umpi, es ya un clásico que se ganó las bibliotecas con su trama sobre la búsqueda de la propia identidad, el amor incondicional y cómo enfrentar los prejuicios. Se destaca por la historia y por la peculiar voz de Umpi.
Muy cerca de ese stand está el de Chile -1712, pabellón- y allí aparece un libro informativo sobre aves que robará el corazón de lectores chicos y grandes por igual. Endémicas: Conociendo a las aves más chilenas (Ilustra Verde) cuenta dónde encontrar las aves endémicas, cómo identificarlas y cómo cuidar su entorno. Un hermoso libro creado a partir de las investigaciones de Rodrigo Reyes, ornitólogo de campo experto en observación de aves y director de Birdwatching Chile.
Finalmente, de Lisboa, Ciudad Invitada de Honor, de la Feria, Leva-Me Ao Teu Líder –Llévame hasta tu líder–, del multipremiado Afonso Cruz, narra el encuentro entre un niño y un extraterrestre, y cómo a partir de un extraordinario diálogo sobre la forma de vida de cada uno de ellos se introduce el concepto de democracia. Disponible en el stand 1809 del pabellón Amarillo.
Los informativos
Los libros informativos son infaltables en una lista de joyitas para chicos. Y en esta oportunidad las recomendaciones son muy distintas entre sí.
Por un lado, De la Tierra al Universo (Iamiqué, stand 1714, pabellón Amarillo), de Santiago Ginnobili y Guido Ferro, se sumergen en el apasionante mundo de la astronomía con datos curiosos e ilustraciones divertidas.
Y por el otro, en el stand 828, del pabellón Verde, Pequeño editor presenta un ejemplar único –que tuvo su presentación en la Feria el domingo 5–: Julio Le Parc: Movimiento Sorpresa, de Vali Guidalevich, que destaca aspectos de la vida del artista narrados en primera persona, además de mencionar sus obras y las exploraciones que dieron lugar a su trabajo. Incluye códigos QR para acceder a videos y actividades.
Yael Frankel por 2
La autora integral que más reconocimientos recibió en el último tiempo estrena A diario: un álbum de figuritas para los días por venir (Calibroscopio, stand 1615, pabellón Amarillo), un libro indescriptible. Una obra abierta para ser completada por el lector, un álbum de figuritas (¡literal!) para llenar en familia, un sinfín de posibilidades –porque no hay formas correctas de completar el álbum–. Una oda a la imaginación, la ternura y la libertad de hacer.
Contame más, que había sido editado por SM, vuelve pero publicado por Lúdico (stand 730, del pabellón Azul), con una encantadora historia para leerles a los más chicos antes de ir a dormir.
Los ilustrados
Tal vez entre los favoritos de cualquier lista destaquen los libros ilustrados, en los que aparece la labor de los ilustradores como autores.
De la mencionada editorial Calibroscopio, la poeta y traductora Laura Wittner y la ilustradora María José Tellería crearon Tengo un hijo alto, una oda a la altura y a la maternidad en partes iguales. Tierno, este libro viene con un regalo, además del que ya implica su lectura.
En el stand Los 7 logos (1920), también se encuentra Adriana Hidalgo y su sello Pípala, en donde se puede conseguir La huerta del señor Hurón y don Conejo, de Elle van Lieshout, Erik van Os y Marije Tolman, un cautivante viaje que tiene como destino final el saber compartir. Este poema narrativo o cuento poético evoca las antiguas fábulas con moraleja, sin serlo. Y emociona.
Limonero (stand 1714, pabellón Amarillo), cumplió diez años de ininterrumpida edición de libros ilustrados y editó este año El día en que la Tierra y la Luna se pelearon, de David Duff y Noemí Vola. Es una divertidísima historia que sumerge al lector en el sistema solar.
Un color, de Ana Sanfelippo, editado por Lecturita (stand 1814, del pabellón Amarillo) es una historia sobre el color rosa y algo más. Las ilustraciones, inolvidables.
Y otro libro para introducir a la lectura de los clásicos es la versión de unaluna (stand 817, del pabellón Verde) de Rapunzel, de la autora inglesa Bethan Woollvin.
Con humor irreverente, la autora le da un toque poderoso a la clásica historia de una princesa indefensa. Es una interpretación atrevida y visualmente vibrante en gris y amarillo de la historia clásica.
Primera infancia (con una vuelta de tuerca)
En Riderchail (stand 417, del pabellón Azul), estrenan sello –Riderbooks–, y de ahí sale ¿Cuál es tu nombre?, de Luciano Saracino y Bela Oviedo, que habla, entre otras cosas, de la importancia del ser nombrado, tan ligada a la identidad.
Se trata de una nena que descubre que todo tiene nombre. Entonces, ¿para qué sirven los nombres? Ya veremos.
Juegos literarios
Para cerrar este listado, Tinkuy presenta sus últimas novedades (disponibles en el stand de Calibroscopio), Me gusta jugar, del británico Anthony Browne, Pasaje Alelí, de Natalia Méndez y Jimena Tello y Retratos en juego, de Pablo Bernasconi.
Desde distintos estímulos, pero siempre apuntando a la creación literaria son grandes propuestas para compartir en familia y alejar a los chicos de las pantallas.