“No es inocuo estar presentando este libro aquí en la Feria del Libro”, dirá, para abrir el acto, Jorge Fernández Díaz, periodista, escritor y un hombre con voz propia en los medios de comunicación. No es inocuo, claro, presentar Se va acabar, el libro que Patricio Zunini escribió para contar cómo fueron los meses anteriores al regreso de la democracia en la Argentina.
Se va a acabar es un trabajo que Zunini hizo entrevistando a varios protagonistas de la época: Graciela Fernández Meijide, que tiene un hijo desaparecido; Martín Balza, que fue jefe del Ejército; el periodista José Ignacio López, que tuvo el coraje de preguntarle a Jorge Rafael Videla por los desaparecidos, Daniel Divinsky, que entonces estaba al frente de la editorial De La Flor y que se tuvo que exiliar y el ex juez del Juicio a las Juntas, Ricardo Gil Lavedra. Lo publicó Leamos, la editorial digital de Infobae.
Pero Fernández Díaz lo lee mirando al presente: “Lo celebro porque es un libro que recrea una verdad importantísima, histórica, que empieza a ser cuestionada en el presente. Hay desde el Estado argentino desde hace unos meses, una intención de acabar con lo que ellos llaman “el consenso alfonsinista”, que es el consenso básico sobre el cual se ha hecho la transición y se ha construido esta democracia a la que acusan de la decadencia. Es como que no te salgan bien las cuentas y acusar al sistema métrico decimal. ¿No es un disparate completo?”
En el libro, Zunini hizo más que retratar el fin de una época. Trató de responder una pregunta: ¿cuándo se empezó a acabar la dictadura? ¿Cuándo empezaron a dejar el poder los militares? ¿En Malvinas? ¿En el recital de Charly García, en diciembre de 1982, cuando más de 25.000 personas en el estadio de Ferro coreaban “Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar”?
Ahora, en la Feria del Libro, Fernández Díaz habla con pasión de un momento histórico que atravesó su vida. “Yo tenía 16 años cuando Videla dio el golpe militar. Luego estuve en lo que se llamaba en ese momento “la izquierda nacional”, es decir, éramos prekirchneristas. Antes de que el kirchnerismo existiera, formamos parte de una corriente guiada por Jorge Abelardo Ramos, una corriente que era un nacionalismo de izquierda, Dios nos perdone. Cuando la dictadura entra a la Guerra de Malvinas, nosotros empezamos a criticarla con dureza, pero nadie tenía nada claro. La izquierda latinoamericana, todo el mundo, el peronismo en su totalidad consideraban que era una guerra antiimperialista. Así de equivocados estábamos todos. Con un grupo hasta pensamos en ir de voluntarios a pelear a la guerra antiimperialista contra Gran Bretaña. Éramos imbéciles, ¿eh?”
Entonces, la democracia
“La democracia -dice el autor de El puñal y, recientemente, de Cora- empezó la noche en que había caído Puerto Argentino y fuimos a hacer masa crítica para seguir la guerra a la Plaza de Mayo. Cuando llegamos estaban gaseando a todo el mundo y estaban pidiendo la caída de Galtieri. Creo que esa noche empezó la democracia”
Zunini asiente: Malvinas fue central en el fin de la dictadura en la Argentina. “Malvinas es ineludible. De hecho, cuando comenzamos la idea del libro Malvinas fue lo primero. Yo nací en el 74, por lo tanto en Malvinas tenía ocho años. La edad me preserva un poco, pero de haber tenido 18 o 28 habría sido uno más de los que estaban ahí. La edad me preserva pero también me hizo ir a la Biblioteca Nacional y recorrer los diarios de los meses anteriores a la guerra y los siguientes. Y hay que decir que quien no estaba a favor de la recuperación estaba en contra del país”.
El movimiento hacia el fin de la dictadura, sin embargo, viene de antes. Dice Zunini: “En el año 81 salió una solicitada en el diario Clarín donde muchos intelectuales -Alfonsín estaba entre ellos, pero también Eduardo Luis Duhalde, Borges, Bioy Casares- reclamaban por los desaparecidos. En realidad reclamaban saber qué había pasado. Y después, otro momento clave de la transición democrática fue el regreso de de Mercedes Sosa a la Argentina, que estaba exiliada, vivía en Brasil y llega a la Argentina y hace 13 shows en el Teatro Ópera y el disco Mercedes Sosa, en vivo en la Argentina, que fue el disco más vendido en la historia de la música argentina hasta El amor después del amor. Y eso habla también de la sociedad: durante Malvinas los dos discos más vendidos eran la Marcha de Malvinas, que era una marcha que estaba un poco apolillada de la década del 40, y el de Mercedes Sosa”.
Y la política
“La política -dice Zunini- empieza a reclamar. Cuando cae Malvinas están todos expectantes y el primero que hace un acto -que lo hace en la Federación de Box- es Alfonsín y la cantidad de gente es tal que la gente llegaba hasta Rivadavia. Y he hablado con gente que me decía ‘no llegué de la cantidad de personas que había’”.
Fernández Díaz interviene: ¿Cómo vuelve el peronismo a la democracia? Este es el gran asunto. Si la guerra peronista había dejado cientos de muertos en la década del 70. Bueno, esa generación hizo cosas de una necedad política, de una ceguera política pocas veces vista, como creer que Videla era una especie de Lanusse y que no iba a pasar nada”.
Esa pregunta
Entonces los oradores recuerdan a otro protagonista de Se va a acabar, el periodista José Ignacio López. Zunini da detalles sobre la audaz interrogación de López a Jorge Rafael Videla durante una conferencia de prensa en diciembre de 1979. Según Zunini, López, quien en ese momento trabajaba para La Nación, desafió al régimen al preguntar directamente sobre el paradero de los desaparecidos, una acción que llevó a la censura de sus palabras en medios locales y resaltó la importancia del periodismo valiente en tiempos de represión.
El intercambio entre López y Videla, en el cual el dictador caracterizó a los desaparecidos como una “X” no resuelta, evidenció la falta de transparencia y responsabilidad del gobierno frente a las violaciones de derechos humanos perpetradas durante su mandato. “El Desaparecidos incógnita es una X no existe”, dijo Videla en un intento por evadir el cuestionamiento directo sobre la suerte de los desaparecidos, una respuesta que, según narró Zunini, dejó atónitos a los presentes y subrayó la crudeza de la dictadura.
La discusión también abordó la figura de otras personalidades relevantes como Graciela Fernández Meijide y Ricardo Gil Lavedra, quienes jugaron roles significativos en la apertura democrática de Argentina y en la lucha por la justicia y el reconocimiento de los crímenes de la dictadura.
Zunini destacó la valentía de estas figuras y su contribución a la historia política y social de Argentina, enfatizando cómo, a pesar del miedo y las amenazas, continuaron su lucha por la verdad y la justicia.
El encuentro en la Feria del Libro permitió no solo reflexionar sobre la historia reciente de Argentina sino también sobre el papel esencial del periodismo en la defensa de los derechos humanos y en el cuestionamiento a los poderes establecidos. La narrativa de Zunini resalta la importancia de mantener viva la memoria y de reconocer a aquellos que se atrevieron a enfrentar a la dictadura en búsqueda de respuestas y justicia para las víctimas del terrorismo de estado.
(Fotos Franco Fafasuli)