Fueron necesarios casi 150 años, dos remates en Europa y una investigación minuciosa para que un gaucho pintado por el uruguayo Juan Manuel Blanes en el siglo XIX, récord mundial para una obra suya en una subasta, cabalgara finalmente en la tierra que lo inspiró.
“Gaucho en el campo”, un óleo sobre tela de 112 x 128 cm, se exhibe en Uruguay por primera vez públicamente tras pasar más de un siglo en una familia de nobles en Inglaterra.
El jinete a caballo volvió al campo uruguayo en enero, cuando se expuso en el museo MACA, a unos 150 km al este de Montevideo. En la capital podrá verse hasta el 26 de mayo en el Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV).
El regreso a casa de este cuadro de Blanes (1830-1901), considerado el “pintor de la patria” por retratar temas de la historia y la identidad nacional, marca un hito.
“Normalmente las obras de nuestros artistas más destacados se van, no vuelven. Y este es un caso inverso, que además cuenta con la enorme generosidad del coleccionista que la compró para prestarla a diferentes museos”, explica Enrique Aguerre, director del MNAV.
Aunque Blanes era uno de los artistas más famosos de Sudamérica cuando lo pintó, con trabajos en Uruguay, Argentina y Chile, la aparición de este gaucho, excepcional en calidad y tamaño, “fue una gran sorpresa”. “No estaba en el radar de ningún historiador”, asegura Aguerre.
De la campiña inglesa a la penillanura uruguaya
La pintura, firmada J.M.B., fue subastada en febrero de 2023 por la casa Toovey’s en Sussex, Reino Unido, por el monto más alto pagado hasta ahora por un Blanes: 1,15 millones de libras esterlinas (unos 1,4 millones de dólares). Superó así los 905.000 dólares de “Aurora (Entre dos luces)”, un cuadro muy similar, rematado por Christie’s en 2014.
Un uruguayo que prefiere no revelar su identidad se quedó con “Gaucho en el campo” tras una emocionante puja con un compatriota. Era la primera vez en más de cien años que la obra, pintada por Blanes alrededor de 1875, salía al mercado.
En 1921, con la muerte de su primer propietario, el aristócrata español Baldomero Jacinto de Bertodano, séptimo marqués de Moral, el cuadro se subastó junto con otros bienes de la mansión en el condado de Wiltshire donde había estado colgado.
La obra fue adquirida entonces por Charles Edmund de Bertodano, hermano del marqués y reputado ingeniero ferroviario. Permaneció con sus herederos cuando éste murió repentinamente pocos años después. Todo esto descubrió Tim Williams, asesor de Toovey’s, quien autenticó la pintura tras consultas con Aguerre y otros especialistas uruguayos y argentinos.
“Los gauchos de Blanes celebran a estos jinetes rudos e independientes, cuya vidas encarnaban el ‘salvaje oeste’ sudamericano y la identidad nacional de manera similar a los vaqueros de Estados Unidos”, señaló Williams al reseñar la obra.
“Nos hace soñar”
Blanes pudo haber pintado “Gaucho en el campo” en Italia, donde estudió en la Academia de Florencia. Pero los expertos no dudan de que el protagonista y su contexto, con esa luz tan particular de la paleta del pintor uruguayo, pertenecen al Río de la Plata.
“No es un registro documental, sino un gaucho idealizado, que significa la libertad, la autodeterminación”, apunta Aguerre, también curador de la exhibición que incluye otros 11 gauchos de Blanes de menor tamaño y “más toscos”. Según datos del MNAV, unas 10.000 personas ya visitaron la muestra.
La brasileña Fernanda Vargas Souto, una diseñadora de joyas de 49 años que conoce bien la “cultura gaucha” por ser oriunda de Rio Grande do Sul, se dice “muy impresionada”. “Es una alegría para mí también que ahora tengan al gaucho de vuelta en casa”, comenta mientras recorre la exposición.
La uruguaya Beatriz Benejam, de 72 años, agradece efusivamente la posibilidad de contemplarlo: “Es hermosísimo cómo entramos al cuadro a través de un charquito (de agua). Y la actitud del gaucho, que nos señala ese infinito y nos hace soñar. Y la luz es increíble, es increíble...”.
Fuente: AFP. Fotos: de Eitan Abramovich/AFP