“La noche loca porteña vuelve a la Feria”, dice un poco en chiste y muy en serio Gabriela Ricardes, ministra de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Le da orgullo, ¿cómo no? La Feria del Libro acaba de anunciar que tendrá entrada gratuita de 20 a 22 de lunes a jueves -menos el miércoles 1°- y eso en parte es posible porque el gobierno porteño decidió compensar las entradas que no se venden. Poner plata, en pocas palabras.
¿Cuánta plata? El monto no está cerrado pero Ricardes habla de entre 10 y 15 millones de pesos. La oferta cumple las expectativas de los organizadores y, claro, Ricardes saca pecho.
De paso, confirma un rumor: la Ciudad, dice, está preparando un programa de apoyo a la traducción. Es un punto sensible para la industria y para los escritores: el Programa Sur -que desde 2009 financiaba traducciones de escritores argentinos y a través del que muchos autores llegaron a confines lejanos y terminaron postulados a premios importantes- fue reducido a su mínima expresión, de 316.000 dólares el año pasado a 25.000 en 2024. El programa de la Ciudad de Buenos Aires tendrá, estima Ricardes, otros 25.000.
-¿Cómo fue la decisión de financiar la apertura de la Feria del Libro?
-En este momento apoyar el consumo cultural es fundamental. Se trató de que quienes vuelven de trabajar y quieren pasar por la Feria no tengan que pensar si pagan la entrada. Y que puedan disfrutar de algunas de las enormes opciones que hay. No solamente, por supuesto, en el stand de la Ciudad, que tiene una programación maravillosa. En los stands de la Feria tienen para descubrir no solamente lo que está a la venta, las nuevas publicaciones, sino también estar en contacto directo con los escritores, con los editores.
-Y que se puedan comprar libros...
-Claro, es importante para nosotros tener un triple impacto: ayudar al ciudadano a que pueda ingresar y participar de uno de los eventos culturales más importantes de América Latina. Colaborar con la Feria para que en esa franja horaria mejore la participación sin tener una pérdida. Y por otro lado, los editores: tener mayor circulación de un público que va a contar con unos pesos más para gastar en libros en la Feria.
-En ese sentido, se decía que la Ciudad iba a implementar un programa de apoyo a la traducción...
-Sí. Estamos, estamos, eso lo vamos a hacer. Sabemos que es importante para el desarrollo de la industria editorial, para la exportación de de nuestros autores. El apoyo a la traducción es necesario y permite dar un primer paso para que después se vaya armando la rueda en la industria. Así que vamos a apoyar la traducción de autores.
-El Programa Sur, de Cancillería, se redujo a 25.000 dólares en total por año. ¿En cuánto piensan?
- Vamos a estar,como mínimo apoyando con lo mismo que va a apoyar el programa Sur.
-La mayoría de las editoriales del país están en la ciudad..
-Sabemos que Buenos Aires es una ciudad literaria, es una ciudad de referencia de la edición, de la escritura, de la lectura de las librerías, de las bibliotecas, de la ilustración, de los editores. Y que en este momento adquirir libros es caro. Editar es caro. Entonces tenemos que poner al servicio de la industria, del lector y del escritor todas las herramientas que tenemos disponibles para generar un un programa a largo plazo que facilite el acceso a la lectura. Por eso toda esta serie de acciones que el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, lanzó en la apertura de la Feria del Libro Buenos Aires: la adquisición de nuevos volúmenes para nuestras bibliotecas públicas, ampliación de los horarios de las bibliotecas, que suman el apoyo escolar y la comprensión lectora.Y un sistema de envíos a domicilio para todos los asociados a las bibliotecas mayores de 65 años. Para que ni la lluvia, ni el viento, ni si no se sienten muy bien, sean un impedimento.
-Me hablás de intervención pública en la cultura. Estamos en un momento en que la validez de eso está puesta en duda.
-Por suerte en la Ciudad de Buenos Aires esto no está en duda. Tenemos instituciones que, por supuesto, tienen cosas para mejorar, pero son instituciones fuertes, bien administradas.
-Preguntaba por una concepción política.
-Cuando nosotros gestionamos cultura no estamos gestionando solamente espacios, servicios, sino que también estamos manejando capital simbólico y el capital simbólico: la cultura en la Ciudad de Buenos Aires no está en juego.
-En la apertura de la Feria del Libro hubo discursos fuertes contra las políticas del gobierno nacional. ¿No pensaron que se estaban poniendo “de un lado” al apoyar a la Feria unos días después?
-Para nosotros la decisión es acompañar a los porteños en uno de sus hechos culturales más importantes. Esto no está en relación con la política nacional sino con la política de la Ciudad de Buenos Aires y sus instituciones culturales y lo que significa la Feria para Buenos Aires. La Ciudad de Buenos Aires mantiene su compromiso con la ciudadanía como lo ha hecho siempre y va a estar en un momento difícil para todos los argentinos. En cada espacio, en cada acción en la que nosotros podamos colaborar con el ciudadano porteño que está acostumbrado a consumir cultura.
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