En una sala colmada de visitantes que no fueron intimidados por las copiosa lluvia que caía, la Feria del Libro de Buenos Aires abrió sus puertas este jueves en La Rural. La 48.° edición de la Feria Internacional del Libro se propone -eso se dijo- como un faro cultural en tiempos de crisis, capaz de marcar un acto de rebeldía ante las adversidades económicas y políticas. “Concurrir a la Feria, este año, representa un acto de rebeldía y de resistencia,” resaltó Alejandro Vaccaro, presidente de la Fundación El Libro, enfatizando el compromiso de la feria con la difusión cultural y la inclusión social en un contexto de desafíos económicos significativos para el sector literario y cultural en general.
En la inauguración hubo fuertes críticas a la ausencia de los tradicionales stands de Nación en el evento,a diversas políticas del gobierno y a resoluciones vinculadas a la cultura y al sector del libro. Esto ocurrió en el discurso de Vaccaro y también en el de la escritora Liliana Heker, frente a un público que los aplaudió con entusiasmo.
Vaccaro aprovechó la ocasión para lanzar un enfático rechazo a las medidas gubernamentales que impactan negativamente en el sector cultural, entre ellas, el cierre de instituciones fundamentales y la eliminación de programas culturales, como lo expresó: “No al cierre del Fondo Nacional de las Artes, no al cierre del Instituto Nacional del Teatro, no al desguace del Instituto Nacional de Cine (INCAA)”. Estas políticas han sido interpretadas no solo como ataques a la cultura sino también como reflejo de un preocupante sesgo ideológico.
Entre los hechos más controversiales está la ausencia de un stand del Gobierno Nacional en la feria, una decisión sin precedentes según Vaccaro, que contrasta con la solicitud posterior del presidente de participar en un evento dentro de la misma. “No hay plata”, enfatizó Vaccaro, subrayando las exigencias económicas que implicaría la presencia gubernamental. Esta situación se agrava con el retiro del patrocinio por parte del Banco Nación, sugerido como otra manifestación del distanciamiento entre el gobierno y el sector cultural. Vaccaro criticó esta medida alegando que representaba un mensaje desalentador del apoyo institucional a la cultura.
Este año, la Feria enfrenta desafíos sin precedentes, con un marcado declive en la producción de libros en Argentina, que pasó de 129 millones de ejemplares en 2015 a solo 48 millones post-pandemia.
La respuesta de la Feria Internacional del Libro a estos desafíos es robusta, incluyendo una serie de iniciativas para hacer que la cultura escrita sea accesible para todos. Este año, junto con la entrada, se entregan vales y un “chequelibro” de 4000 pesos válidos para la compra de libros en librerías de todo el país después del evento. Además, hay días con entrada gratuita destinados a jubilados, estudiantes, niños, y personas con discapacidad.
La ciudad invitada de honor, Lisboa, promete enriquecer aún más la experiencia de la Feria, con una propuesta cultural diversa que va desde exposiciones hasta conferencias y el intercambio literario internacional, destacando el compromiso de la Feria con el diálogo cultural transfronterizo.
Durante la ceremonia inaugural, el Embajador de Portugal en Argentina, José Frederico Ludovice, celebró con entusiasmo la selección de Lisboa como la ciudad de honor. La distinción llega en un momento significativo para Portugal, coincidiendo con el 50.º aniversario de la Revolución de los Claveles, acontecimiento que marcó el fin de 48 años de dictadura en el país y permitió al pueblo portugués recuperar su libertad.
“Es un honor estar hoy acá en el preciso día en que celebramos una fecha muy especial para nosotros, los 50 años de la revolución de los claveles”, expresó Ludovice durante su discurso. La delegación llevaba claveles rojos en su ropa.
El embajador subrayó que este hito histórico no solo cambió profundamente la vida de los portugueses sino que también abrió el camino para celebraciones de la libertad y la cultura como la que representa la Feria del Libro. “Procuraremos presentar una propuesta amplia que permita la presentación de una gran diversidad de géneros literarios y suscitar la curiosidad de lectores y editoras”, indicó Ludovice.
Jorge Macri, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, anunció una serie de medidas para promover la cultura y la educación en la Feria del Libro. Entre las iniciativas destacan el refuerzo del patrimonio bibliográfico de la ciudad con más de 10.000 nuevos volúmenes, la duplicación de las bibliotecas que ofrecen apoyo escolar, la creación de un mapa detallado de librerías y bibliotecas, y servicios especializados de envío de libros a domicilio para personas mayores o con movilidad reducida. Además, se presentaron programas para incentivar la lectura entre los escolares y fomentar la producción de cine internacional en Buenos Aires, consolidando a la ciudad como un destacado set de filmación y atractivo turístico global.
Las medidas anunciadas buscan no solo incrementar el acceso a los recursos literarios y culturales, sino también mejorar la calidad educativa y promover la industria del entretenimiento en la ciudad. Con la incorporación de más de 10.000 volúmenes a las bibliotecas públicas, se espera fortalecer el acceso al conocimiento y la cultura. El soporte ampliado en bibliotecas escolares, junto a horarios más extensos y recursos adicionales, apunta a mejorar el apoyo estudiantes y alumnos.
El programa “Buenos Aires Ciudad de los Libros” y el Plan de Lectura Escolar son esfuerzos claros por enriquecer la experiencia educativa de los jóvenes porteños y asegurar una generación futura bien leída y crítica. Mientras tanto, la iniciativa BA Cash Rebate muestra la intención de diversificar y potenciar la economía local a través de la industria cinematográfica, promocionando a Buenos Aires en el escenario internacional como un destino clave para producciones de cine y televisión.
El momento más esperado de la noche fue el discurso de Liliana Heker, destacada autora y oradora principal del evento- La autora expresó una profunda reflexión sobre la importancia de preservar y potenciar la lectura y el acceso a la cultura en Argentina, especialmente en un contexto de creciente deterioro social y económico. Heker hizo un llamado a revalorizar el libro y la lectura como herramientas esenciales para el desarrollo cultural y la democracia: “creo que el libro adquiere una significación muy especial en estos momentos”.
En un país -describió- enfrentando desafíos significativos como el aumento de la pobreza, desempleo injustificado, crisis en salud y educación pública, y desfinanciamiento de universidades, Heker cuestionó la viabilidad de celebrar tal evento, pero a la vez enfatizó la necesidad de hacerlo precisamente por estos problemas. “¿Tiene sentido celebrar esta nueva edición de la Feria del Libro en un país en el que día a día crecen la pobreza y la indigencia?”, se preguntó, resaltando la contraposición entre la celebración cultural y las penurias económicas y sociales.
La lectura como derecho democrático y herramienta de libertad fue uno de los ejes centrales de su discurso. Heker destacó la lectura, no solo como un acto de entretenimiento, sino como una vía para el conocimiento, análisis crítico y expansión personal. Citó la importancia de “saber leer” más allá de la alfabetización básica, como la habilidad para entender y criticar la realidad, interpretar mensajes gubernamentales y medios de comunicación, y comprender el arte en todas sus formas.
Además, la autora criticó las políticas del gobierno que parecen enfocarse en “ignorancia para todos”, al atacar y desfinanciar instituciones educativas y culturales, sugiriendo que un pueblo desinformado es menos capaz de cuestionar y resistirse a decisiones gubernamentales perjudiciales. “No es descabellado conjeturar que la ignorancia puede tener un considerable peso estratégico”, afirmó, destacando la importancia de la educación y la cultura para el ejercicio pleno de la ciudadanía y la soberanía del pueblo.
Heker convocó a la acción y la solidaridad, subrayando la importancia de preservar la cultura y el conocimiento como ejes vertebradores de una sociedad más justa y equitativa. “Tenemos que luchar para que el capital humano se multiplique”, señaló, resaltando el potencial transformador de la educación y la cultura.
Con una programación que incluye más de 1000 actividades culturales, la Feria se consolida como un espacio de reflexión crítica y diálogo plural, donde destacados intelectuales y autores discuten sobre el estado actual y futuro de la cultura en estas épocas convulsas. Este encuentro cultural también honra a notables figuras literarias a través de exposiciones y homenajes, como una dedicada a Julio Cortázar, mostrando la Feria como un punto de confluencia vital para la literatura y las artes.
En respuesta a la crisis, la Feria intensifica su labor de promoción del libro y la lectura. Este año se presenta por primera vez “La Palabra Indígena. Diálogo con Escritoras y Escritores Originarios”, poniendo en valor la literatura de pueblos originarios y destacando la riqueza cultural que estos aportan al acervo literario universal.
El programa de actividades de la feria abarca una amplia gama de eventos, desde presentaciones de libros por autores de renombre hasta homenajes y exposiciones temáticas. Entre los momentos más esperados de este año se encuentra la presentación de “Escribir un silencio” de Claudia Piñeiro, una obra que promete cautivar a los lectores con su profundidad y sensibilidad. Además, un homenaje especial dedicado a María Elena Walsh, que incluirá la exhibición de textos feministas inéditos, honrará el legado de una de las figuras más queridas de la literatura argentina.
No faltarán tampoco las presentaciones de los últimos trabajos de reconocidos escritores como Mónica Ojeda, Eduardo Sacheri y Reynaldo Sietecase, quienes contribuirán a diversificar aún más la oferta literaria de la feria. Desde novelas hasta ensayos, pasando por poesía y literatura infantil, la Feria del Libro de Buenos Aires se erige como un espacio inclusivo que celebra la multiplicidad de voces y géneros.
La Feria del Libro de Buenos Aires promete ser un punto de encuentro para entusiastas de la literatura de todas partes, ofreciendo un programa variado que incluye presentaciones de libros, paneles de discusión, y actividades culturales para todas las edades. Se espera que, a lo largo del evento, se aborden temas actuales y relevantes que afectan tanto al ámbito literario como a la sociedad en general, fomentando un espacio de diálogo constructivo y enriquecedor.
[Fotos: Prensa Feria del Libro]