“Pugliese que es como nombrar a mi pueblo”, así lo presentaba Luis Brandoni en la maravillosa función que se realizó en el Teatro Colón al cumplir 80 años, marcando con un broche de oro la trayectoria de un artista que será siempre admirado arriba y abajo del escenario. Se trata de una de las escenas más emotivas del nuevo documental San Pugliese, que explora la vida y legado del legendario músico de tango Osvaldo Pugliese y será presentado en el próximo Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI). El film ofrece una ventana a la obra y la vida personal del pianista y compositor a través de archivos nunca antes vistos, y testimonios íntimos de su familia, amigos y colaboradores.
La película es un proyecto colaborativo dirigido por Maximiliano Acosta, Santiago Naciff y Lola Winer, con una rica investigación periodística bajo la dirección de Acosta. Destacados de la escena musical argentina como Víctor Lavallén, Rodolfo Mederos, y Abel Córdoba, entre otros, comparten anécdotas personales y reflexiones sobre el impacto de Pugliese en el mundo del tango y más allá. La implicación de la familia Pugliese, incluyendo a su hija Beba Pugliese, su nieta Carla Pugliese y su viuda Lydia Elman, brindan al documental una autenticidad y profundidad emocional, enriqueciendo la narrativa con recuerdos y materiales de archivo invaluables.
Osvaldo Pugliese es recordado no solo por su excepcional contribución a la música argentina sino también por su firme compromiso político y social. Fundador del Sindicato Argentino de Músicos y miembro del Partido Comunista Argentino, Pugliese enfrentó persecución y censura por sus convicciones, pero nunca dejó de tocar, convirtiéndose en un símbolo de resistencia. A través de “San Pugliese”, los espectadores se sumergirán en la compleja existencia de un artista que trascendió los límites del tango para convertirse en un ícono cultural. Este documental es un homenaje conmovedor y profundo a uno de los gigantes de la música argentina, cuya influencia sigue siendo palpable. Su legado, encapsulado en historias de lucha, pasión y arte, resonará no solo entre los aficionados al tango sino también entre aquellos inspirados por su indomable espíritu.
Infobae Cultura conversó con los tres directores que a seis manos se comprometieron con este proyecto que busca rescatar el legado de esta figura clave para la cultura argentina.
—¿Cúal era su relación con la figura de Pugliese antes de la película?
Maximiliano Acosta: —Hay muchos lazos que me unen a Pugliese, pero el principal es que nací, fui criado y sigo viviendo en Villa Crespo, el barrio donde nació el Maestro. En este barrio Pugliese está muy presente en murales, muchos ya no están, y placas que recuerdan antiguos bares en donde tocó. Además, tenemos el monumento en Scalabrini Ortiz y Corrientes. En casa mi viejo escuchaba los domingos un CD de los clásicos de Pugliese que ganó en un carnaval del barrio. Otro punto, mi papá integra la Comisión de Cultura de Villa Crespo y siempre le realizamos homenajes. Debo destacar también que en una revista Rolling Stone leí algo sobre la suerte que da Pugliese y a partir de allí la aparición del mito en mi vida terminó de unificar una relación muy fuerte iniciados los 20, 21 años.
Santiago Nacif: —En mi caso fui convocado por Maxi y Lola cuando ya tenían bastante avanzado el proyecto en cuanto a su investigación. Siempre les agradeceré el haber pensado en mí para que les ayude a pensar la película y en cuanto a la organización para poder trabajar con la presentación del proyecto al INCAA y en todos los procesos de rodaje, montaje y post. Desde lo personal, el tango siempre me atravesó gracias a mi viejo, tanguero fanático y seguidor de Don Osvaldo. Así que todo coincidió para que me sume y aportar desde mi lugar para lograr esta película que tanto nos enorgullece.
—¿Qué recorte de la vida del músico quisieron hacer?
MA: —Es difícil hacer un recorte de una persona que en casi 90 años de vida hizo de todo y todo fue muy álgido. Desde su búsqueda con el tango, su militancia política, la defensa de derechos de los músicos, las persecuciones que sufrió y le pesaron, su liderazgo como director de Orquesta y, para coronar, un hombre que fue santo protector antes de morir. Todo es muy rico para lo audiovisual. Pero desde un punto de vista muy personal siempre quise volcar en este documental gran parte de lo investigado en casi ocho años partiendo desde el mito, desde el San Pugliese y a partir de allí revelar quién es ese hombre de la estampita, quién es ese que da suerte, con la mayor información posible pero sin caer en un documental biográfico clásico. Esa fue también la base de la propuesta para Santiago y Lola.
—¿Cómo crearon la relación de confianza con la familia?
MA: —Al comenzar con la investigación ya tenía un vínculo con parte de la familia, con Lydia Elman de Pugliese, su viuda, la conocía por las celebraciones por los aniversarios del Maestro que organizábamos en el barrio. No tanto con Beba, su hija, con quien había hablado en alguna oportunidad, precisamente cuando logramos sumarle Osvaldo Pugliese a la estación Malabia allá por 2009/ 2010. Al acercarme a ella con la idea de investigar para hacer una película, la aceptación fue inmediata y de ahí la relación se fue haciendo más estrecha, con visitas casi diarias a la Escuela de Música Popular de Avellaneda, donde ella daba clases de piano, para preguntar más. Luego, por diversas circunstancias, quedó una comunicación más directa con Carla Pugliese, la nieta del Maestro e hija de Beba. La aparición de archivos nuevos, archivos que ni ellas tenían terminó de estrechar más la relación. Fue un impulso importante para todo el equipo tener la aceptación familiar y el deseo de ese núcleo interno por conocer lo que ni ellas sabían.
—¿Qué detalles descubrieron de él con el desarrollo de la película?
Lola Winer: —Si bien conocíamos la milonga que Osvaldo Pugliese compuso en homenaje a Fidel Castro, “Milonga para Fidel”, entre fines de 1960 y principios de 1961, la familia nos permitió acceder a imágenes inéditas de ese encuentro. A su vez, reconfirmamos su manera de vivir basada en la coherencia, las convicciones y la honestidad.
MA: —A lo dicho por Lola, le sumo que sobre varios aspectos de la vida de Pugliese se dijo información errada e incluso esa información en algunos casos, no en todos por suerte, fue impresa, llevada a algún que otro libro biográfico o crónica periodística. Por ejemplo, en reiteradas oportunidades se afirmó que en la cooperativa (la orquesta era una cooperativa) todos cobraban lo mismo y eso es algo errado: había una serie de puntajes por mérito. Esa afirmación errada enojó siempre a parte de la familia y a los músicos. Ese sistema era algo que Pugliese siempre defendió y mantuvo hasta lo último en la agrupación, y con mucho orgullo. A su vez, el manejo de Pugliese como líder de un grupo fue algo revelador al punto que no soportaba la impuntualidad y exigía para que el músico pudiera expresar lo máximo de su creatividad.
—¿Cambió algo de aquella idea o guion original que tenían cuando arrancaron?
LW:— La protagonista de la película y conductora del relato originalmente era Beba Pugliese, pero debido a diversas circunstancias este rol finalmente lo terminó ocupando Carla, la nieta de Osvaldo.
MA: —La idea también era que Beba recorriera parte de los lugares que se convirtieron en hechos basales en la vida de Pugliese, como el Colón o la cárcel de Devoto en donde estuvo seis meses detenido en 1947, pero la pandemia y las modificaciones presupuestarias por la alta inflación hicieron cambiar un poco el rumbo aunque siempre se mantuvo lo prioritario: no caer en un documental biográfico clásico.
—¿Qué significa estrenarla en una situación tan complicada para la cultura?
LW: —El panorama cultural es desolador, con lo cual es un privilegio poder estrenar el documental en el marco del Bafici. Originalmente, el estreno estaba planificado a mitad de año en el Gaumont y dada la coyuntura desconocemos que ocurrirá. Ser parte del festival resultó un mimo y una bocanada de aire fresco. Sin dudas será el Bafici más politizado de su historia.
SN: —Sinceramente, nos toca enfrentar una situación inédita para el cine y la cultura de nuestro país. Por lo menos, desde que trabajo en la industria audiovisual hace ya un poco más de 20 años, nunca vi este ataque tan directo a lo que hacemos. Pensar en poder presentar una película en este contexto suena hasta milagroso en un punto. La incertidumbre en el sector es total y la sensación es que ninguno de nuestros reclamos son atendidos. Dadas estas condiciones, el Bafici será un excelente lugar para poder llegar a la gente informando con claridad la realidad por la que atraviesa el cine y la cultura en general desde que asumió este nuevo gobierno.
*“San Pugliese” se podrá ver el próximo viernes 26 de abril a las 13: 45 horas en el Cinépolis Plaza Houssay (Av. Córdoba 2135, CABA).