El fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado, que presenta en Londres una retrospectiva de sus 50 años de carrera, explica en esta entrevista que hay que “concientizar” a la gente sobre la deforestación del planeta. “La fotografía es el espejo de la sociedad”, añade, tras ser premiado en la capital británica por su trayectoria artística, para resumir el objetivo que ha buscado con medio siglo de trabajo, centrado los últimos años en la protección de la naturaleza.
Salgado, de 80 años, presenta en la Somerset House londinense hasta el 6 de mayo, una pequeña pero representativa selección de los cientos de miles de instantáneas que ha tomado en su carrera. “Es una selección. Uno nunca está contento, porque son unas 50 fotografías y tan pocas no pueden presentar 50 años de carrera. Cada una representa un momento de mi vida que ha sido muy importante para mí”, señala.
La exposición es consecuencia del premio que le ha concedido la World Photography Organisation en reconocimiento a su carrera, y acompaña a otra muestra más amplia de los Sony World Photography Awards de 2024. “Es el premio al trabajo de una vida”, afirma, agradecido.
Emisario de la sociedad
Sebastiao Salgado suma de esta forma un galardón más a su dilatada carrera, en la que cuenta entre muchos otros con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes de 1998. “Un fotógrafo tiene el privilegio de estar donde pasan las cosas. En una exposición como ésta, la gente me dice que soy un artista y les digo que no, soy un fotógrafo y es un gran privilegio serlo. He sido un emisario de la sociedad de la que formo parte”, subraya.
Tras estudiar economía, empezó a tomar fotografías en 1973 y ya no dejó ese mundo. En 1998 formó, junto a su esposa Lelia, el Instituto Terra, en su lucha por reforestar la Amazonía brasileña y el planeta en general. “Hemos perdido un 18,2% de la Amazonía. Pero no han sido solo los brasileños u otros países de esa región los que han destruido eso, ha sido nuestra sociedad, por una necesidad terrible de consumo que tenemos, de ganancia”, afirma.
“Si llegamos a concientizar a la gente de que juntos podríamos hacer las cosas de otra forma, podríamos salvar a esa gran floresta de la cual dependemos para la biodiversidad y también para esta gran reserva cultural que son las tribus indígenas que viven en Amazonía”, añade.
Falta de información
A la deforestación progresiva del planeta, se ha unido estos últimos años el calentamiento global y la perdida de agua, según Salgado. “Hay un segundo drama tan importante como el calentamiento global que es la pérdida de agua. El sur de Francia es un lugar en el que siempre llovió y en los últimos años, una gran cantidad de comunidades allí está siendo abastecida en el verano por camiones de agua. Esto era algo que pasaba en África y ahora está pasando en Europa, que estamos perdiendo agua”, advierte.
“Pero lo peor con el calentamiento, con la pérdida de agua, es la pérdida de la biodiversidad. Estamos perdiendo biodiversidad a una velocidad terrible. Tenemos que hacer algo porque si no, de aquí a unos días, va a ser complicado. Las plantas no tienen polinización porque no tienen insectos. Alemania en los últimos 40 años ha perdido un 70% de su biodiversidad”, indica.
“Hay que llevar la información, no es que la gente sea mala, es que falta información correcta y conciencia de la gente”, insiste.
Salgado sigue en esta última etapa de su vida su lucha por la defensa del medioambiente sin mayores objetivos profesionales. “Me falta morir ahora. Tengo 50 años de carrera y he cumplido 80. Estoy mas cerca de la muerte que otra cosa. Uno vive como máximo 90. Entonces no estoy lejos, pero continúo fotografiando, continúo trabajando, continúo haciendo las cosas de la misma forma”, explica.
“No tengo ninguna preocupación ni ninguna pretensión de cómo se me recuerde. Mi vida está en las fotos y nada más”, concluye.
Fuente: AFP
[Fotos: Sergio Pérez/EFE; Benjamín Cremel/AFP]