En un hito histórico para la Bienal de Arte de Venecia, la artista argentina La Chola Poblete ha sido reconocida con una mención honorífica, convirtiéndose en la primera artista queer en obtener tal distinción en este venerado certamen. La premiación se llevó a cabo en el marco de la inauguración de la Bienal, que abrió sus puertas al público este sábado. La obra de Poblete, caracterizada por su enfoque en el imaginario ‘queer’ y la recuperación de conocimientos ancestrales latinoamericanos, ha sido un vehículo para denunciar los abusos y prejuicios contra las poblaciones indígenas, así como los estereotipos que enfrentan los pueblos nativos.
Durante la ceremonia de premiación, Poblete expresó su esperanza de que su logro “pueda abrir otras puertas para que otras personas como yo puedan conquistar espacios y liberarse de etiquetas”. Este galardón no solo resalta su excepcional talento y compromiso social sino que también enfatiza la importancia de la diversidad y la inclusión en las artes.
La Bienal de Venecia, que se celebra hasta el 24 de noviembre, ha elegido como su temático central los “extranjeros en todas partes”, en una clara referencia a la inclusión de artistas extranjeros, refugiados, inmigrantes, así como a la comunidad queer y los artistas indígenas. El comisario brasileño de la Bienal, Adriano Pedrosa, ha sido fundamental en esta dirección, apostando por una plataforma que realza voces hasta ahora marginales, especialmente las queer e indígenas, en este evento de prestigio mundial. “Es importante tener una plataforma de expresión en Venecia”, declararon las integrantes del Mataaho Collective, ganadoras del León de Oro, reconociendo el espacio dado a estas voces durante el evento.
La 60ª edición de la Bienal ha otorgado premios a diversos artistas cuyas obras dialogan con temas urgentes de nuestra época. La artista nigeriana Karimah Ashadu recibió el León de Plata, mientras que el pabellón de Australia fue galardonado con el León de Oro por su obra que presenta un monumental árbol genealógico elaborado con tiza. Además, se entregó una segunda mención a Samia Halaby, artista de origen palestino y pionera del arte digital a sus 87 años, y una mención especial a la participación nacional fue para la República de Kosovo.
El reconocimiento no se detuvo ahí, ya que artistas de la talla de la turca Nil Yalter y la ítalo-brasileña Anna Maria Maiolino recibieron los Leones de Oro a la carrera, por su contribución al movimiento feminista mundial y al arte brasileño, respectivamente. “El arte es una aventura del alma y siempre he creído en ella”, compartió Maiolino al dedicar su premio al arte brasileño, subrayando la potencia transformadora del arte.
Este año, la Bienal ha reunido a más de 300 artistas y se ha enfocado en temas como la guerra en Palestina, el arte indígena, los artistas ‘queer’ y la descolonización, presentando trabajos que son una primera vez en este tipo de escenario internacional para muchos de los participantes. La conexión entre el arte y las luchas sociales contemporáneas es uno de los ejes de esta edición, proponiendo una reflexión profunda sobre el lugar del arte en el debate global sobre identidad, pertenencia y justicia.
La Bienal de Venecia prosigue siendo un escenario crucial para el diálogo intercultural y la exhibición de nuevas formas artísticas que desafían las concepciones tradicionales. Este año, ha logrado nuevamente poner en el centro del debate artístico global las voces de aquellos frecuentemente marginados, marcando un antes y un después en la historia de las bienales de arte.
Fuente: EFE
[Fotos: prensa Bienal de Venecia; EFE/EPA/Andrea Merola]