El Templo Libertad, emblemático por su historia y su significado cultural en la comunidad judía, se convirtió en el escenario de un evento sin precedentes: el Concierto Inaugural de la Restauración del Órgano Walcker. Este instrumento, una obra maestra construida en 1931 por Eberhard Friedrich Walcker, uno de los más destacados fabricantes de órganos de Alemania, resonó nuevamente tras un meticuloso proceso de restauración, financiado generosamente por la Embajada de Alemania en Argentina.
Este instrumento fue creado específicamente para el Templo Libertad, la primera sinagoga de la Ciudad de Buenos Aires. En un contexto histórico donde el nacionalsocialismo llevó a la destrucción de casi todas las sinagogas en Alemania, el órgano de Libertad se erige no solo como un artefacto musical, sino como un símbolo de resistencia y conservación, siendo uno de los únicos tres órganos Walcker que sobreviven en el mundo.
La noche comenzó con un templo colmado de espectadores que, expectantes, se congregaron para ser parte de un momento histórico que trasciende la mera restauración de un instrumento musical. “Lo que celebramos hoy es mucho más que el renacimiento de un objeto de gran valor histórico y estético. Celebramos la resiliencia de la memoria y la cultura frente a las adversidades del pasado”, expresó el Rabino Sergio Bergman, Presidente de la Organización Mundial del Judaísmo Reformista, en sus palabras de apertura. “Este órgano restaurado es un símbolo de nuestra memoria activa, un tributo a todos aquellos instrumentos y vidas que fueron silenciados por la tragedia de la Shoa. Nos enseña que, aun en medio del dolor, podemos construir un futuro mejor sin olvidar nuestro pasado”.
A continuación, el Embajador de Alemania, Dieter Lamlé, subrayó la importancia de la cultura como pilar de identidad y esperanza. “La cultura trasciende el tiempo y el espacio, es lo que nos define, lo que nos une y nos inspira a mirar hacia adelante”, destacó, enfatizando el compromiso de su país con la protección y preservación del patrimonio cultural en todas sus formas.
El maestro organista Enrique Rimoldi, encargado de dar vida a este histórico instrumento, ofreció una interpretación que atravesó el corazón de todos los presentes. Su selección de piezas abarcó desde Haendel hasta Mendelssohn, creando un puente sonoro que conectó distintas épocas y emociones, culminando en una ovación de pie tras la Marcha Nupcial. “Cada nota que tocamos esta noche es un homenaje a aquellos que, a pesar de la adversidad, nunca perdieron la esperanza. Es un recordatorio de que la música y la cultura son faros de luz en los tiempos más oscuros”, compartió Rimoldi, visiblemente emocionado al finalizar su actuación.
El cierre del evento estuvo a cargo de Pablo Duchovny en el piano y la voz de Tali Lubiniecki, quienes interpretaron temas tradicionales de la liturgia judía, además de piezas en hebreo, idish y español. La elección de “Honrar la Vida” como broche de oro fue particularmente conmovedora, enfatizando el mensaje de resiliencia y celebración de la existencia que permeó toda la velada.
Este concierto inaugural no fue solo un tributo a la música y la historia judía, sino también una afirmación de la importancia de la colaboración entre comunidades para la preservación de la memoria colectiva y el patrimonio cultural. En palabras del Rabino Bergman: “Al restaurar el órgano Walcker, restauramos un pedazo de nuestra alma colectiva, asegurando que las futuras generaciones puedan también ser testigos de su belleza y su mensaje de esperanza”.
[Fotos: gentileza Templo Libertad]