En la tradición de Batato Barea y Niní Marshall, Jorgelina Aruzzi compone una señora “estallada”

La multifacética actriz reestrena su celebrado unipersonal “Animal humano”, dirigida por Guillermo Cacace, en una obra que surca la dependencia de las redes sociales y la militancia “animalista”

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 Aruzzi aborda la soledad en la era digital con Animal humano
Aruzzi aborda la soledad en la era digital con Animal humano

Volver con Animal humano después de su debut en el Centro Cultural Rojas, hace 23 años, “significa hacer el racconto de mi carrera y me emociona reestrenarla en el Teatro Astros, con un público nuevo y con aquellos espectadores de la primera vez. Fue mi primer unipersonal, lo hicimos también junto a Guillermo Cacace y viene a cerrar un ciclo muy importante”.

La que habla es Jorgelina Aruzzi, mientras prepara a su hija Ámbar para ir a la escuela. La ex actriz de Chiquititas, El hombre de tu vida (por su actuación especial ganó el Premio Martín Fierro en 2011) y Educando a Nina, entre otros programas exitosos de la tele, está en el tiempo de descuento para subir al escenario con toda su potencia interpretativa.

Su rol es el de una mujer atormentada por los prejuicios de sus vecinos. Blanco de las burlas del barrio, el drama de esta señora es que ha sido cancelada por su fidelidad a las redes sociales, algo que te da la ilusión de que estás acompañada, pero que en el fondo reafirma la soledad en la que vivimos. Y esa anulación de su persona, en un estilo desopilante, proviene tanto de los más reaccionarios como de los más progres de su entorno. El personaje recuerda a las composiciones femeninas “estalladas”, según define Cacace, de Batato Barea, Alejandro Urdapilleta y Humberto Tortonese y también a algunos de aquella galería de disparatada de mujeres que animaba Niní Marshall.

Jorgelina Aruzzi destaca la importancia del teatro en su vida
Jorgelina Aruzzi destaca la importancia del teatro en su vida

Gran comediante, Aruzzi —de 49 años— cuenta que en su familia de origen, con un papá electricista y una mamá peluquera, sobraba el buen humor. “Vivíamos en Caballito, fui la primera actriz de la familia, algo súper rebelde en ese momento, y en mi casa siempre nos reíamos de todo, nos hacíamos chistes aunque también éramos muy dramáticos.

De libra en el zodíaco y tigre de madera en el horóscopo chino, Jorgelina estudió bandoneón para complacer el deseo de su padre y llegó a formar un dúo con otra música que tocaba la flauta traversa. Además, fue repositora de trapos de piso en varios supermercados y renunció porque se negaba a usar casco, algo a lo que la obligaban sus jefes por un tema de seguridad. También fue niñera.

Como actriz, ha mostrado su gran aptitud para la comedia, género que ha transitado en el teatro y en la tele donde, se lamenta, hoy casi no se hace más ficción. La protagonista de Animal humano es una mujer adulta mayor que vive dependiente de las miradas ajenas y eso le provoca angustia y la necesidad de protegerse mediante el encierro. El personaje está inspirado en “la señora de los perros”, una vecina de Cacace en Lanús, cuando el director era un niño. La historia fue escrita por ambos y narra la vida de una mujer que se apoya en las redes sociales para reflexionar sobre la vida y la muerte de los animales. ¿Por qué algunos animales son miembros de nuestra familia y a otros los comemos sabiendo que sienten de la misma manera?”, se pregunta.

El entrenamiento vocal, uno de los mayores desafíos en la vuelta de Aruzzi al teatro con "Animal humano"
El entrenamiento vocal, uno de los mayores desafíos en la vuelta de Aruzzi al teatro con "Animal humano"

Esta mujer se convierte en el combustible de la imaginación del vecindario transformándose en el objetivo de las actitudes estigmatizantes. Sus respuestas desconciertan y, a su vez, la obra cuestiona el uso de las redes virtuales y el maltrato animal. Hay que desarmar esas construcciones y preguntarnos qué hay detrás del consumo de alimentos.

El paso del tiempo cambió mi visión sobre Animal humano. El tema de las redes pisa fuerte en esta nueva versión y mi vegetarianismo, que practico desde hace seis años, transformó mi visión respecto de los animales.

—¿Cómo es tu relación con las redes?

—Las uso, pero eso no quita que piense que nos perjudican, las fake news, lo narcisista que tiene el Instagram donde se ven solo momentos felices, la obligación de mostrarse, de viajar para exhibir la foto… Está bueno el WhatsApp para hacer videollamadas con tu familia y tus amigos, pero el uso excesivo y el tiempo inútil que gastamos nos hacen daño.

—¿Qué significa el teatro en tu vida?

—El teatro es mi juego y disfruto mucho de estar sobre el escenario, cada día es distinto porque el público cambia, me siento mucho más dueña de mí que en la televisión y en el cine donde estás más a merced de la dirección, de lo que necesita la cámara, de los detalles. El teatro es menos medido. Ahora mismo me da un gran placer trabajar con Cacacce, hace mucho que nos conocemos, él es una persona muy cariñosa, intuitiva, metódica, sabe y me hace un contrapunto porque son muy explosiva. Uno de los hitos de su trayectoria actoral fue cuando animó a Yanina, una pediatra con dificultades neurológicas, en la serie El hombre de tu vida. Su rol allí tuvo una excelente recepción en los medios y en el público. Muchos espectadores le expresaron su apoyo por visibilizar con respeto y reconocimiento a personas que no suelen mostrarse en la televisión.

 Guillermo Cacace, director de "Animal humano", junto a Jorgelina Aruzzi
Guillermo Cacace, director de "Animal humano", junto a Jorgelina Aruzzi

—Estás involucrada en otros proyectos, ¿nos cuenta de qué se tratan?

—Soy mamá, estoy mucho con mi hija, la llevo y la traigo, me gusta mucho escribir, leer, entrenar. Vengo de hacer temporada y gira con El beso, una comedia con Mercedes Funes, Luciano Castro y Luciano Cáceres. Además, estuve grabando la serie de Menem, un retrato sobre el expresidente que protagoniza Leonardo Sbaraglia y dirige Ariel Winograd; ensayando Felicidades, dirigida por Mariana Pensotti y Daniel Veronese, con Adrián Suar, Griselda Siciliani, Peto Menahem y Benjamín Vicuña, que irá en abril a El Nacional.

—¿Cuáles son tus mayores desafíos con la vuelta de Animal humano?

—Por un lado, siento que hay una frontera muy débil entre la comedia y el drama, tanto en la ficción como en la vida y tengo que hacerlos coexistir. Por otro, es un trabajo en el que uso mucho la voz y eso me lleva a darle mucha bola al entrenamiento vocal, entreno mucho con mi fonoaudióloga y mi otorrinolaringóloga porque soy flojita de cuerdas vocales.

[Fotos: prensa “Animal humano”]

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