En la tarde del viernes, las puertas del Teatro San Martín comienzan a abrirse y cerrarse por las numerosas personas que ingresan a retirar y comprar entradas para las obras y películas que están en cartel augurando una jornada de localidades agotas. Sin embargo, el foco está en su segundo piso donde la dramaturga Lola Arias brinda una conferencia de prensa. Los motivos sobran: esta semana ganó el premio internacional Ibsen de teatro y será protagonista de un estreno por partida doble: por un lado, presentará su nueva obra Los días afuera en el Teatro Alvear y en simultáneo su nueva película Reas, en el Centro Cultural San Martín.
El Premio Ibsen, uno de los más prestigiosos dentro del mundo del teatro, fue otorgado a Arias por su notable capacidad para cuestionar las convenciones del teatro y por su énfasis en la creación de trabajos que trascienden fronteras, conectando historias y experiencias a nivel global. El jurado elogió su enfoque en el género del teatro documental, así como la dimensión ética que permea su producción artística. Se destacó especialmente su proyecto Campo minado, en el que reunió a veteranos de la Guerra de Malvinas de ambos lados para explorar las secuelas del conflicto.
La propuesta de Arias, Reas, se define como un “musical carcelario” que teje las experiencias de un colectivo conformado por personas cis y trans, explorando cómo estas vivencias individuales se entrelazan y se procesan a través de la recreación artística. Emerge desde las profundidades de las experiencias carcelarias en Argentina, sumerge al espectador en un escenario singular: la ex cárcel de Caseros, ahora abandonada y envuelta en ruinas, que se convierte en el telón de fondo de una recreación extraordinaria y poderosa.
La segunda parte del proyecto es Los días afuera, la obra que va a presentar en el Teatro Alvear, que cuenta la vida después, qué pasó con esas personas cuando salieron y cómo son los desafíos que enfrenta alguien después de haber estado detenida o detenido tantos años, cómo en volver a casa cuando las familias se desmoronaron por la ausencia de esa persona. “Lo que me interesa del trabajo con estas personas es también haber podido acompañarlos durante tanto tiempo, porque todo este proyecto empieza cuando daba clases de teatro en la Cárcel de Ezeiza. Hay muchas de las protagonistas que las conocí cuando estaban detenidas. después de años hicimos la película. Ahora estamos haciendo la obra, que se estrena acá en el teatro y es un reconocimiento para ellas muy importante y después nos vamos de gira”, contó la dramaturga y agregó: ”Lo más para mí interesante de hacer arte en estos contextos es que realmente podés juntar recursos para ayudar a personas a cambiar su vida”.
Alberto Ligaluppi, director del Complejo Teatral de Buenos Aires, fue el encargado de presentarla y destacó la importancia de tener a una figura como Arias ensayando en el teatro San Martín, considerando su premiación en Noruega como un hecho que “la hace cada vez más grande”. Ligaluppi, quien se enteró del premio tras un viaje por Europa donde diversos interlocutores elogiaron la presencia de Arias en el San Martín, manifestó el orgullo y la felicidad que representa para el teatro contar nuevamente con la artista. “Estamos orgullosos y felices de que vuelve a nuestro teatro”, compartió Ligaluppi.
Arias, por su parte, reflexionó sobre el significado más profundo de este reconocimiento no solo para ella sino para la cultura en general. En un contexto en el cual Argentina lucha por sostener sus instituciones culturales y asegurar recursos para el cine y el teatro, este premio surge como un recordatorio de la importancia y el impacto del arte. “Me da mucha fuerza... En un momento en que la cultura está como puesta en cuestión, me parece como que es un reconocimiento que llega para decir que el arte tiene un valor”, declaró Arias, haciendo hincapié en la potencialidad del arte para generar cambios significativos y promover la emancipación a través de sus diversas formas.
Además, la distinción a Arias resalta por desafiar preconcepciones y destacar la contribución de las mujeres y de los talentos latinoamericanos en el escenario mundial, áreas tradicionalmente dominadas por hombres y europeos. “Soy la segunda mujer que ganó el premio y la primera latinoamericana. Y eso también habla de que de alguna manera un premio que era muy canónico y que estaba muy enfocado en hombres, directores y sobre todo europeos. De repente hizo un foco importante en Latinoamérica y en una mujer”, enfatizó Arias. Este logro no solo eleva su perfil artístico sino que también simboliza un avance significativo hacia la inclusión y la diversificación en el ámbito de los reconocimientos culturales internacionales.
Arias, conocida por su habilidad para tejer narrativas que entrelazan la realidad con la ficción, resaltó la capacidad del teatro documental para reconstruir y dar vida a historias reales, enfocando en las complejidades de la sociedad contemporánea. “Creo que hay algo muy nuevo que es que se premie a una artista que trabaja sobre teatro documental”, subrayó, ilustrando así el creciente aprecio por esta forma de arte que tradicionalmente había sido considerada como un género menor.
Reas, su reciente trabajo cinematográfico fue presentado en la Berlinale y desdibuja las líneas entre documental y ficción, fusionando actuaciones de personas que narran sus propias experiencias con elementos musicales y coreográficos, lo que lleva a un híbrido de géneros que desafía la clasificación tradicional. “No sabían en qué categoría ponerlo porque es una película documental, porque es la reconstrucción de la vida de una serie de personas”, explicó Arias sobre los desafíos de encajar su obra en las categorías estándar de los festivales.
La versatilidad de Arias se extiende más allá de la narrativa, abarcando una gama de métodos expresivos que incluyen poesía, dramaturgia y técnicas cinematográficas. Esta amalgama de estilos no solo sirve para enriquecer la experiencia narrativa, sino que también refleja un compromiso profundo con la exploración de nuevas formas de expresar realidades complejas. “Lo que yo hago tampoco es un teatro documental puro, también es ficción”, señaló Arias, evidenciando su enfoque único que sobrepasa las fronteras convencionales de la narrativa.
“Las obras en realidad lo que producen es una transformación no solo en la vida de los artistas, sino en las personas que presencian esas obras,” explicó Arias. Esta transformación es visible en la manera en que los espectadores de Campo Minado “lloraban y después iban y abrazaban a los ingleses”, reflejando una necesidad de cerrar heridas abiertas por la guerra.
Con Los días afuera, Arias se adentra en una realidad igualmente compleja y dolorosa: la vida de quienes han sido privados de su libertad y luego retornan a la sociedad. La obra busca cuestionar preconceptos arraigados y promover una visión más humana y comprensiva hacia estos individuos. “Hay mucha estigmatización de las personas que estuvieron detenidas y eso está en todos”, señala la dramaturga, destacando la importancia de escuchar las historias de vida de estas personas para desafiar los prejuicios y comprender la multiplicidad de factores que llevan a alguien a la cárcel.
Este nuevo proyecto se construye sobre la convicción de que el teatro es una herramienta poderosa para generar empatía y cambio social. La experiencia directa con las historias de las personas detenidas espera provocar en el público una profunda reflexión sobre “cómo nosotros mismos reproducimos esta estigmatización todo el tiempo” y sobre las responsabilidades compartidas en la creación de un mundo más justo.
Arias subraya la importancia de continuar produciendo arte en Argentina, a pesar de las adversidades: “Es indignante que digan que el arte le saca el pan a los trabajadores. Por eso, este proyecto llega en un momento para decir: si seguimos haciendo arte y seguimos haciendo arte con personas vulnerables y hacemos cosas para cambiar la historia”.
Su película Reas se realizó con el apoyo de fondos tanto nacionales a través del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), como internacionales, de Suiza y Alemania. Esta producción no sólo proporcionó empleo a setenta personas, sino que también destaca cómo los proyectos artísticos pueden ser vehículos de oportunidades laborales y de reflexión crítica. Frente a este contexto, Arias ve imperativo no solo mantener, sino ampliar el apoyo a las instituciones y espacios dedicados al arte. “Es parte de una militancia seguir haciendo arte en estas condiciones. El arte da herramientas, produce pensamiento y genera trabajo”.
Esta serie de proyectos sigue reafirmando el compromiso de Lola Arias con la utilización del arte como herramienta para visibilizar historias marginalizadas y cuestionar las narrativas convencionales. Su trabajo no solo ha contribuido significativamente al campo del teatro sino que también ha inspirado a reflexionar sobre cómo las artes pueden ser un vehículo para la comprensión y el cambio social. Se anticipa con entusiasmo el estreno de estas próximas obras, las cuales prometen continuar con la tradición de Arias de provocar tanto el pensamiento como el sentimiento.
[Fotos: Gustavo Gavotti]