Una reciente investigación realizada por el periódico The Guardian ha revelado que ciertas obras de Damien Hirst, presentadas como creaciones de los noventa, fueron de hecho elaboradas en 2017. Estas esculturas de animales disecados, incluyendo a una paloma, un tiburón, y dos terneros, expuestas en reconocidas galerías de Hong Kong, Nueva York, Múnich, y Londres, se dataron erróneamente décadas atrás. Estos hallazgos cuestionan la autenticidad de la fecha de creación atribuida a las piezas y abren un debate sobre la validez en la datación de obras en el ámbito del arte conceptual.
El descubrimiento pone en duda las fechas proporcionadas por la compañía de Hirst, Science Ltd, ya que las obras se habían comercializado y exhibido como ejemplares de los años noventa, época en la que el artista ganó el premio Turner. No obstante, se ha confirmado que las tres obras fueron efectivamente creadas en un taller en Dudbridge, Gloucestershire, a pesar de haberse vocalizado como piezas de los noventa. La exposición que las presentó por primera vez fue en Visual Candy and Natural History en la galería Gagosian de Hong Kong en 2017.
Según detallan, las esculturas fueron expuestas por primera vez en la galería Gagosian de Hong Kong en 2017, con fechas de creación que oscilaban entre 1993 y 1999. Sin embargo, la investigación no encontró evidencia de la existencia de estas piezas antes del año de su debut, y fuentes anónimas confirmaron que las obras tenían menos de un año de antigüedad en ese momento. La compañía de Hirst, Science Ltd, argumentó que las fechas corresponden a cuando las obras fueron concebidas en la mente del artista, más allá de cuándo se materializaron físicamente. Esta defensa resalta la importancia de la intención y la idea en el arte conceptual por encima de la creación tangible.
Además, la historia revela que ciertas esculturas expuestas como antiguas fueron envejecidas artificialmente para parecer de la década de los noventa, un hecho que los abogados de Hirst han desmentido diciendo que forma parte del “proceso artístico”. La exposición de estas obras en Gagosian y su posterior exhibición en otras galerías y museos alrededor del mundo pone de manifiesto una posible incoherencia entre las fechas declaradas y la real creación de las obras.
Este asunto también resurge preocupaciones anteriores relacionadas con la necesidad de restaurar obras de Hirst debido a la descomposición natural del material, resaltando el debate en torno a si lo crucial es la obra original o la intención artística. La revelación de que piezas fechadas en los años noventa fueron en realidad creadas recientemente induce a un cuestionamiento sobre la transparencia y la veracidad en la comunicación del origen de las obras por parte del artista y su compañía.
Esta controversia subraya una vez más el carácter provocador de Hirst en el mundo del arte contemporáneo, desafiando la percepción y valoración de las obras. La práctica de datar las piezas basándose en su concepción conceptual plantea interrogantes sobre la presentación y mercadeo de arte en galerías y museos internacionalmente. A través de este incidente, se invita a la reflexión sobre los criterios de autenticidad y la relación entre la idea y su ejecución en el arte conceptual, un tema de creciente interés y debate entre críticos, artistas y aficionados.
Damien Hirst es un artista británico, destacado como una de las figuras más prominentes del movimiento Young British Artists (YBAs) que dominó el arte británico durante los años 90. Hirst es conocido por sus obras que exploran la complejidad de la vida, la muerte y la existencia, utilizando una amplia variedad de medios, incluidas la instalación, la escultura y la pintura. Se graduó en 1989 en el Goldsmiths College de Londres, donde su participación en la exposición colectiva “Freeze” captó la atención del mundo del arte. Su obra “The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living”, que presenta un tiburón conservado en formol, es emblemática de su enfoque provocativo y conceptual.
A lo largo de su carrera, ha generado cierta controversia debido a su uso de materiales orgánicos, así como por la franqueza con la que aborda temas de muerte y decadencia. Sin embargo, ha recibido numerosos premios y distinciones, incluido el prestigioso Premio Turner en 1995. También ha demostrado ser un hábil empresario en el mundo del arte, utilizando de manera innovadora el mercado para promocionar y vender su obra. Su legado incluye no solo su impactante obra artística, sino también su influencia en la percepción y comercialización del arte contemporáneo.
Fuente: EFE
[Fotos: REUTERS/Hannah McKay]