El Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) celebrará su 21º aniversario. Fundado el 26 de febrero de 2003 en Buenos Aires, CADAL se ha consolidado como una organización apartidaria que aboga por la universalidad de los derechos humanos y la importancia de la institucionalidad democrática. Su equipo multidisciplinario, integrado por académicos, periodistas y activistas, lleva adelante una amplia gama de actividades, desde el monitoreo global de la situación de los derechos humanos hasta la promoción de iniciativas culturales que fomentan la libertad de expresión artística.
Entre sus múltiples afiliaciones internacionales, CADAL participa activamente en redes y coaliciones como el Movimiento Mundial para la Democracia y la Coalición Internacional para Detener los Crímenes contra la Humanidad en Corea del Norte, lo que refleja su enfoque global en la lucha contra la represión política y la promoción de las libertades fundamentales. La fundación también se destaca por su labor educativa y de sensibilización sobre la importancia de la solidaridad democrática, inspirada en la propia historia de la región durante las dictaduras militares del Cono Sur.
Gabriel Salvia, director y cofundador del Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), comparte su visión sobre los desafíos actuales y futuros en la promoción de la democracia y los derechos humanos en América Latina y el mundo. CADAL ha asumido el compromiso de fortalecer la solidaridad democrática internacional, defendiendo la libertad de prensa y promoviendo economías de mercado con inclusión social. En su intervención, Salvia destaca la importancia de superar la indiferencia frente a las dictaduras y ampliar el compromiso con los derechos humanos a nivel global.
Desde su creación, CADAL ha identificado los retos asociados con la promoción de la democracia y la defensa de los derechos humanos. “Nacimos para ocupar un espacio, principalmente en América Latina, de trabajar temas como la defensa de los derechos humanos y la libertad de prensa, pero al mismo tiempo con una visión económica en línea sólida con las democracias europeas, de economía de mercado con inclusión social”, menciona Salvia. La organización se ha destacado por su enfoque en la solidaridad democrática internacional, enfatizando “la memoria como una obligación moral de preocuparnos por quienes hoy están en dictadura”.
CADAL ha contrastado su labor con la de otras organizaciones de derechos humanos en Argentina, señalando una necesidad de mayor compromiso con la democracia y crítica hacia regímenes autoritarios en Cuba y Venezuela. “Las organizaciones tradicionales de derechos humanos en la Argentina no ejercen la solidaridad democrática internacional como deberían”, critica Salvia. Esta postura subraya la existencia de una filosofía de vida donde la solidaridad se convierte en un deber para aquellos que han vivido bajo dictaduras.
La investigación y el activismo de CADAL abarcan una amplia gama de actividades, incluyendo publicaciones, eventos y la producción de contenidos periodísticos. Salvia, con una trayectoria en periodismo de gráfica, radio y TV, subraya la importancia de utilizar plataformas digitales y redes sociales para alcanzar a audiencias más amplias, especialmente a las generaciones más jóvenes. “Nos cuesta que todo el mundo quiera entender asuntos complejos en un minuto. Pero hay que adaptarse”, comenta sobre los desafíos de comunicar en el entorno digital.
Los esfuerzos de CADAL también se dirigen a influir en la opinión pública y las políticas exteriores de los países en defensa de los derechos humanos. Con un enfoque en el cambio perceptivo y la incidencia política, la organización aspira a que se globalice la democracia como fomento a la paz mundial. “La democracia es un derecho humano universal”, afirma Salvia, resaltando la necesidad de combatir la indiferencia y promover la acción colectiva contra las violaciones de derechos humanos.
Frente a los desafíos inmediatos, CADAL pone especial atención en la situación de derechos humanos en Venezuela y Nicaragua, así como en los países que experimentan conflictos y transiciones políticas. “Nos preocupan los presos políticos en Cuba, gente que está presa por ejercer su derecho a expresarse”, expresa Salvia. La organización también mantiene su mirada puesta en el contexto global, identificando preocupaciones en Ucrania, la Franja de Gaza y potenciales conflictos en Taiwán.
En busca de ampliar su impacto y sostenibilidad, CADAL ha extendido su presencia a Estados Unidos, respondiendo a la inestabilidad económica en Argentina y la aspiración de tener una proyección global. “Mi gran pregunta es, si hay gente que realmente le interesa lo que hacemos y si está dispuesto a apoyarlo”, reflexiona Salvia sobre el futuro de la organización.
El enfoque multidimensional de CADAL, dirigido tanto a la sociedad civil como a los actores políticos y económicos, refleja un compromiso inquebrantable con la promoción de la democracia y la defensa de los derechos humanos. Bajo la dirección de Gabriel Salvia, CADAL se posiciona como un actor crucial en el panorama internacional de la solidaridad democrática.
Para celebrar este nuevo aniversario darán un concierto del Atemporal trío en un centro cultural de Buenos Aires. Este evento, único en su género, contará con interpretaciones de canciones que han sido censuradas en regímenes dictatoriales a lo largo de la historia, como “Desapariciones” de Rubén Blades y “Solo le pido a dios” de León Gieco, entre otras importantes composiciones. El Atemporal Trío, compuesto por músicos originarios de Cuba, ofrecerá una selección de temas emblemáticos que han trascendido fronteras y épocas por su mensaje de libertad y resistencia. Este repertorio incluye obras de destacados artistas como Charly García y María Elena Walsh, que han servido de voz a movimientos contra la opresión en diversos contextos autoritarios. Esta iniciativa subraya el compromiso de CADAL con la defensa de los derechos humanos y la promoción de la solidaridad democrática a nivel internacional.
Este concierto es una muestra más de las acciones innovadoras de CADAL para mantener vivo el espíritu de resistencia frente a la adversidad y conmemorar aquellos que han luchado por construir sociedades más justas y libres. A través de la música, la organización busca no solo entretener, sino también educar y unir a las personas en torno a la causa común de los derechos humanos y la democracia.