Los edificios tienen que hacer felices a las personas, estimó el japonés Riken Yamamoto, días después de haber ganado el premio Pritzker, considerado como el Nobel de arquitectura. “Mi objetivo a largo plazo es crear una arquitectura que pueda aportar felicidad a la gente, y no solo a mis clientes”, declaró Yamamoto, visiblemente emocionado cuando compareció ante la prensa en Tokio.
“Oyendolos hablar de mí de esta manera, tengo la impresión de que me resulta posible aceptar que soy un buen arquitecto”, declaró este hombre de 78 años, al borde de las lágrimas. Yamamoto, conocido por su trabajo, que combina arquitectura con problemáticas sociales, se convirtió el martes en el noveno japonés en alzarse con el prestigioso premio.
“Riken Yamamoto, arquitecto y militante social” crea “sociedades armónicas a pesar de la diversidad de las identidades, las economías, las políticas, las infraestructuras y las viviendas”, destacaron de él los organizadores del galardón.
Yamamoto fue seleccionado “sobre todo por recordarnos que en arquitectura, como en democracia, los espacios deben ser creados por la voluntad del pueblo”, recordó el jurado. La mayoría de las obras de Yamamoto están en Japón, pero también hay algunas de ellas en Suiza y China.
Fuente: AFP
[Fotos: Eugene Hoshiko/AP; Richard A. Brooks/AFP]