El Coromines (es decir, el Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, de Joan Coromines, pero a quien los amigos le decimos “el Coromines” —los más confianzudos directamente lo llaman: “El Coro”) indica que la palabra “amistad” data de alrededor del año 1140 y que proviene del latín vulgar Amicitas, y amigo de Amicus, por la misma época. Ambas palabras derivan de Amare, que no es otra cosa que el “amor”.
La Real Academia es más fría y racional y señala: “Amistad: 1. Nombre femenino. Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. Tengo para mí que la definición de “helecho” debe ser muy parecida.
Como se sabe, Wikipedia es la enciclopedia de nuestra época y cada entrada es abordada desde distintos ángulos, algunos más felices (“algunas personas catalogan como amistad a su relación con un perro, no en vano a este último se le conoce como ‘el mejor amigo del hombre’”) pero también citan conclusiones como esta: “Un amplio estudio de adolescentes estadounidenses determinó cómo su participación en conductas problemáticas (como robar, pelearse y faltar a clase) estaba relacionada con sus amistades. Los resultados indicaron que los adolescentes con menos probabilidades de tener conductas problemáticas tenían amigos que iban bien en la escuela, participaban en actividades escolares, evitaban beber y tenían una buena salud mental. Lo contrario ocurría con los adolescentes que tenían conductas problemáticas. El hecho de que los adolescentes se vieran influidos por sus amigos para tener conductas problemáticas dependía de cuánto estuvieran expuestos a esos amigos y de sí ellos y sus grupos de amigos ‘encajaban’ en la escuela”. ¡Qué aburridos!
El siempre moderno Voltaire dice en su Diccionario filosófico: “La amistad es el casamiento del alma, pero ese casamiento está sujeto a divorcio. Es un contrato tácito que realizan dos personas sensibles y virtuosas; digo sensibles porque un fraile, un solitario, puede no ser malo y vivir sin conocer la amistad; digo virtuoso porque los perversos sólo tienen cómplices; los voluptuosos, compañeros de disolución; los comerciantes, asociados; la generalidad de los hombres ociosos, relaciones superficiales; los príncipes, cortesanos; sólo los hombres virtuosos tienen amigos”. ¡Qué lindo haber sido amigo de Voltaire!
Si citamos estas entradas en diversas formas enciclopédicas es porque queremos calentar los motores para hablar de una de las obras de teatro más lindas y felices de la temporada; se trata de Breve Enciclopedia sobre la Amistad. Una comedia sensible, divertidísima y emotiva, a la vez que formalmente audaz y que tiene como centro la amistad entre dos adolescentes -Celso y Celia- que deciden quedarse acaso en Buenos Aires (Celia es la hija de una familia muy pudiente que partió a Punta y Celso abandona a último momento los planes para ir con el padre a Claromecó) y despliegan las virtudes de la amistad en esa época en que “ser amigo” tiene un significado propio, muy inigualable en cualquier época posterior.
Solos (o no tanto): es que el director, explica al público, quedó marcado por la experiencia de su padre frente al teatro, quien cuando volvía de la función decía: “Está todo bien, pero no entendí”, en un buen día, o: “Qué bodrio insoportable, encima no entendí nada”. Por eso, cuál un Virgilio escénico que guía a los espectadores por los laberintos de la amistad, explicándolos (digo, es un decir), también será acompañado en el escenario por un performer y una música. Porque, ojo, si una amistad no tiene su momento de bailar, ¿para qué se quiere esa amistad? La música, en ese momento glorioso, funge de DJ.
Pero volvamos a Celso y Celia. Celso no tiene un peso, entonces Celia lo contrata como geisha de temporada por un peso por día, después de regatear. La pasan genial. Celso está solamente a una cuadra del kiosco que atiende Saúl, el chico que le gusta ¿Qué puede salir mal? Y si sale mal, ¿para qué están las amigas como Celia? Como Celso le compra de regalo a Saúl un tomo de una enciclopedia (uno solo) deciden que, como Voltaire, pueden armar la suya propia, y ganar dinero.
Infobae Cultura conversó con Tomás Masariche, autor y director de la obra, y quien la “explica” desde el escenario mismo, a días de su estreno formal en el Espacio Inclán, donde ya están a la venta las entradas.
—A partir del concepto de la amistad la obra despliega una historia que son varias historias y muchas intervenciones escénicas que desestabilizan el relato lineal. ¿Cómo fue el proceso de creación?
—Primero escribí un texto que es todo lo que estaba más relacionado con el campo ficcional, toda la historia de Celso y Celia exclusivamente. Un poco el objetivo de esa escritura era a partir de cuadros de referencias visuales, había una imagen y algún cuadro, sobre todo cuadros de Edward Hopper e imágenes fotográficas de Gregory Crewdson. El proceso de puesta en escena no debía tomar como referencia el texto, sino la amistad. Yo tuve a Max Suen y Felipe Saade en otra obra y ellos tenían algo muy amistoso fuera de escena, era muy gracioso verlos mientras ensayaban. Entonces pensé: “Estos dos le pueden traer algo vincular a la escena en el rol de varón y de mujer”.
—Ese aspecto se resuelve de un modo muy natural. Celso está enamorado de Sául, el público sospecha que Celia es una adolescente mujer, pero podría ser trans o lo que sea, el punto es que no importa. La amistad de Celso y Celia es muy linda y emotiva a lo largo de toda la obra.
—Que el vínculo entre los dos actores, entre Max y Felipe, sea amistoso en sí mismo y se corresponda a la ficción de dos adolescentes de 15 o 16 años hacía que hubiera algo ahí, relacionado con la amistad, que no tenía que estar tanto en lo narrativo, sino más en la esencia, en la actuación en la diversión. Era muy importante que en la obra a estos dos actores se los vea disfrutando, pasándola bien, acompañándose. Me di cuenta de que cuando yo era adolescente había tenido muy pocas amigas mujeres, me di cuenta de que había perdido un campo real.
Entonces cuando empecé a escribir dije: “¿Cómo hubiera sido una amistad de gran intimidad con una amiga, y construir esa amistad?”. Esto dentro de lo narrativo y después con respecto a lo de los personajes, bueno, en primera instancia no me importaba tanto. Es una obra de teatro y la gente lo va a entender. Venía viendo vídeos de Urdapilleta y Tortonese, siempre están actuando de mujeres, como que había algo de alguna inspiración. Bueno, yo creo que Felipe después crea todo un personaje alrededor de esto que lo piense él.
Y esa naturalidad le agrega magia al divertimento y a la emoción de la amistad. En la obra confluyen unas magníficas actuaciones de Max Suen y Felipe Saade, el diseño sonoro y de iluminación de Maga Clavijo y las actuaciones secundarias de Clavijo, Casandra Velázquez y Tomás Masariche, también director. Vayan a verla, amigos de la amistad, no se arrepentirán. La enciclopedia de Celso y Celia dice, por ejemplo: “Amiga: alguien que es como vos, pero está en otro cuerpo” o “Alguien que te contrata de geisha cuando no tenés plata”. Es una enciclopedia para experimentar.
* Breve Enciclopedia Sobre la Amistad, a partir del 8 de marzo, los viernes a las 21 hs. en Planta Inclán (Inclán 2661, C.A.B.A.).