La escritora bielorrusa Svetlana Alexiévich, premio nobel de Literatura en 2015, alertó en una entrevista sobre el peligro en el que se encuentran los presos políticos en Bielorrusia, tras la muerte del líder opositor ruso, Alexéi Navalni, en una prisión ártica.
“No hay información sobre María Kolésnikova, Víktor Babariko. No sabemos nada sobre Nikolái Statkévich. Y da la sensación de que podríamos enterarnos de lo peor en cualquier momento”, dijo Alexiévich al periódico Nasha Niva.
La autora de Voces de Chernóbil y La guerra no tiene rostro de mujer recordó que el número de presos políticos en Bielorrusia supera los 2.000 y que todos sus líderes también están entre rejas.
“Puede que alguno esté en una celda de aislamiento ahora”, agregó en referencia a las largas estancias de Navalni en celdas de castigo, lo que, según algunas fuentes, pudo deteriorar seriamente su salud y precipitar su muerte.
Según Alexiévich, “los dictadores aprenden los unos de los otros y la muerte de Navalni abrió un abismo de permisividad” para líderes autoritarios en todo el mundo. “Ahora se puede esperar todo”, opinó.
El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, podría recibir de esa forma una especie de “indulgencia” y pensar que su represión de la oposición “quedará impune”, señaló.
En particular, Kolésnikova, dirigente opositora de 41 años, fue detenida en septiembre de 2020, un mes después de las elecciones presidenciales bielorrusas, consideradas fraudulentas en Occidente, y condenada al año siguiente a 11 años de cárcel acusada de encabezar una organización extremista.
Entre otros conocidos presos políticos bielorrusos se encuentran también Serguéi Tijanovski, marido de la líder opositora Svetlana Tijanóvskaya, y Babariko, ex aspirante a la presidencia, que cumple una condena de 14 años de cárcel.
Fuente: EFE
Fotos: EFE (Miguel Ángel Molina y Clemens BIlan) y Getty Images (David Levenson).