Wim Wenders, el renombrado director de Paris, Texas, nos sumerge en una experiencia cinematográfica única con su última película, Perfect Days. Esta obra, que ha sido nominada a mejor filme internacional en los Oscar 2024, se aparta de los documentales que marcaron parte de la carrera del cineasta para adentrarse en el terreno de la ficción. La historia se desarrolla en el vibrante escenario de Tokio, pero en lugar de destacar los imponentes rascacielos y las concurridas calles, Wenders nos invita a descubrir la belleza oculta en los baños públicos.
El protagonista de Perfect Days es Hirayama, un hombre de mediana edad interpretado magistralmente por Koji Yakusho. Su vida transcurre en la cuidada rutina de limpiar baños públicos en el distrito de Shibuya, donde se encuentran 17 baños de alta tecnología. Estos baños, considerados joyas arquitectónicas, sirven como telón de fondo para explorar la vida diaria del personaje principal.
La película se sumerge en su vida cotidiana, capturando cada detalle de sus acciones meticulosas. Desde el momento en que Hirayama se despierta, cepilla sus dientes y prepara su uniforme, hasta su viaje diario en la camioneta de trabajo, Wenders nos presenta un retrato íntimo de un hombre que encuentra paz en la monotonía. Uno de los momentos destacados es la elección musical de Hirayama, quien llena su trayecto con clásicos de rock, creando una banda sonora única para su vida, donde escuchará en un viejo estéreo cassettes de artistas como The Animals, Patti Smith, Nina Simone y Velvet Underground, entre otros.
A pesar de ser un trabajo que muchos podrían considerar monótono y desagradable, Hirayama aborda su labor con serenidad, manteniendo una sonrisa incluso en situaciones desafiantes. Su interacción con un compañero de trabajo desordenado y descontento agrega un contraste interesante, pero Hirayama nunca pierde su compostura.
Perfect Days se aleja de los convencionalismos cinematográficos al no intentar sorprender al espectador con una problemática que revele algún aspecto desconocido del protagonista. La película, coescrita por Takuma Takasaki, se presenta como una modesta y poética pieza que celebra la belleza en lo mundano.
La conexión de la película con la realidad se extiende más allá de la pantalla, ya que aborda un proyecto real en Tokio llamado The Tokyo Toilet. Ideado por Koji Yanai, productor de la película y colaborador de Wenders, este proyecto busca crear instalaciones de baño abiertas a personas de todas las edades, géneros y nacionalidades. Colaborando con la Nippon Foundation y el Gobierno local de Shibuya, el proyecto incorpora arte público, tecnología e higiene bajo la firma de The Tokyo Toilet.
Las estructuras de baño más notables, diseñadas por arquitectos destacados como Shigeru Ban, introducen elementos innovadores, como paredes que se vuelven opacas cuando el servicio está ocupado. La película, al capturar estas instalaciones, proporciona una visión detallada del proyecto Tokyo Toilet y su intención de impresionar a los visitantes extranjeros antes de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Además, la película muestra la filosofía de vida de su protagonista cuya visión del mundo se erige como un contrapunto a la contemporaneidad. En un mundo caracterizado por las prisas, la ansiedad y las ambiciones desenfrenadas, Hirayama encuentra pasión en las cosas sencillas y desconoce por completo la tecnología. Su conexión con la simplicidad se refleja en su elección de utilizar fotografía analógica y adquirir libros en oferta, manifestando un desinterés deliberado por las comodidades modernas.
La economía, entendida en todos sus sentidos, define la existencia de Hirayama. Su capacidad para comunicarse sin necesidad de muchas palabras, su habilidad para escuchar y reflexionar antes de hablar, contrasta con la cacofonía de opiniones que inunda la era de las redes sociales. En un mundo donde la expresión constante de opiniones parece imperativa, Perfect Days emerge como un recordatorio de la valiosa virtud del silencio reflexivo y la contemplación, como diría Gustavo Cerati: “sacar belleza de este caos es virtud”.
La película se convierte así en un revulsivo, desafiando la norma contemporánea al celebrar la idea poco común de sentirse bien con lo que se tiene, sin la necesidad constante de aspirar a más. A través de Hirayama, Wenders nos invita a reconsiderar nuestra relación con el consumismo y a encontrar la dicha en la satisfacción con lo simple. También, realiza muestra una pelea en contra del tiempo, donde parece que nada apura al protagonista, puede disfrutar de leer mientras espero la limpieza de su ropa en la lavandería o tomar fotos de árboles durante su almuerzo.
La estructura tranquila y bien organizada de Hirayama se ve desafiada con la llegada de su sobrina adolescente, a quien no ha visto en años. Este encuentro revela fragmentos de su pasado e introduce una faceta más cálida y cercana a los demás.
Perfect Days no solo nos ofrece una visión poética de la vida cotidiana en Tokio, sino que también destaca la belleza en la simplicidad y la atención meticulosa a los detalles. Se estrenará en Argentina el 8 de febrero, y en marzo se podrá disfrutar en el servicio de streaming MUBI.
Fotos: Cortesía MUBI