Cientos de personas, trabajadores y artistas realizaron este martes por la tarde un “abrazo” a la sede del Fondo Nacional de las Artes ubicada en la calle Alsina 673, de la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo del acto era visibilizar la situación de varios organismos estatales de la cultura y, en el caso del FNA, el cierre si avanza la ley denominada “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos” (popularmente denominada Ley Ómnibus), impulsada por el Poder Ejecutivo.
En el acto, realizado en el centro porteño en una tarde calurosa, los organizadores enfatizaron que la inversión destinada a la cultura apenas representa el 0,2% del presupuesto nacional, pero, sin embargo, el sector genera un significativo valor agregado del 1,8 por ciento. Este argumento se ha vuelto un punto clave en la lucha por la preservación del Fondo Nacional de las Artes, creado en 1958, y reconocido como un pilar esencial en el desarrollo y apoyo a diversos proyectos culturales en todo el país, siempre desde una perspectiva federal. A lo largo de su historia, destacados artistas como Astor Piazzolla, Marta Minujín y Antonio Berni tuvieron el respaldo del FNA para sus proyectos.
Junto a los trabajadores del Fondo Nacional de las Artes estuvieron varios artistas de la talla como los actores Víctor Laplace y Georgina Barbarossa y el músico Juan Falú. Ellos se movilizan en defensa de la cultura y de las fuentes de trabajo, instando a los legisladores nacionales a preservar la continuidad del organismo, su autonomía y sus recursos. “Sin cultura no hay identidad nacional”, dijo Laplace. Además, destacó la importancia de las movilizaciones que se están organizando en contra de estas medidas que “buscan acabar con las producciones culturales, en especial, las independientes”.
Por su parte, Falú declaró que decidió acompañar la movilización porque “es una manera de darle apoyo a los trabajadores del FNA” y también mostrar que, al igual como ocurrió el año pasado con los Fondos de Fomento, todo el arco de la cultura y las diferentes artes están unidos y harán los imposible para mostrarles y “hacerle entender a los diputados y senadores que esta ley es destructiva para la cultura y para todo el pueblo argentino”.
La propuesta de cierre del Fondo Nacional de las Artes por parte del Poder Ejecutivo, incluida en el proyecto de Ley Ómnibus a consideración del Congreso, ha desatado entre los trabajadores y trabajadoras de este organismo una sorpresa mezclada con gran preocupación.
En el epicentro de la controversia en torno al destino del Fondo Nacional de las Artes, Leticia Manauta, Secretaria de Cultura y Capacitación de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN), expresó una enérgica crítica hacia la posible eliminación de este organismo cultural, calificándola como una medida “antidemocrática”, equiparable a un “decreto de necesidad y urgencia que directamente manda al muere a la cultura argentina”.
Manauta, quien brindó detalles sobre la historia y el funcionamiento del Fondo, señaló que este ente fue establecido en 1958 por Victoria Ocampo. Su financiamiento se basa en los ingresos provenientes de los derechos de autor de artistas y sus herederos, generando un fondo que se utiliza para otorgar préstamos, becas y subsidios a creadores. “Es un banco de la cultura que se autofinancia y opera con una lógica diferente a la de un banco comercial”, destacó. A su vez, subrayó la pluralidad y representatividad del Fondo, con un directorio conformado por artistas de diversas disciplinas, además de la participación de representantes del Banco Central y de la Secretaría de Cultura en sus reuniones. Esta diversidad, aseguró Manauta, lo convierte en un organismo “inclusivo y plural”.
Manauta también cuestionó las declaraciones del Secretario de Cultura sobre Javier Torre y contó que el cineasta y escritor, inicialmente designado para ocupar la presidencia del Fondo, había declarado su intención de no despedir personal. “Este no es un organismo superpoblado”, aseguró. La preocupación de Manauta no se limita al Fondo Nacional de las Artes, sino que se extiende a otros organismos como el Instituto Nacional del Teatro, resaltando su importancia en la escena cultural y teatral, y advirtiendo sobre las consecuencias devastadoras que podrían tener para el patrimonio cultural y los artistas. “Esto es un ataque a la cultura, a nuestro patrimonio cultural, a los artistas”, denunció la dirigente. “La cultura nacional, al contrario, la quieren dinamitar”, agregó, expresando la preocupación por el desmantelamiento de estructuras culturales vitales para el país.
El día de esta movilización coincidió con la publicación de una carta abierta firmada por exdirectores del Fondo Nacional de las Artes (FNA) y personalidades de la cultura argentina, en donde advierten sobre las posibles consecuencias del cierre del organismo. En el texto, señalan que sería un desconocimiento del rol estatal en el respaldo a la cultura y una omisión de los resultados exitosos obtenidos a lo largo de más de medio siglo de gestión. Referentes culturales que lideraron distintas áreas del FNA entre 2007 y 2023, como María Negroni, Eduardo Stupía, Juan Falú y Liliana Heker entre otros, expresaron su preocupación a un día del inicio del debate sobre el proyecto de ley en la Cámara de Diputados, donde se contempla la disolución del Fondo.
En el comunicado además se resalta que proponer el cierre del organismo representa “ignorancia” respecto a la base técnica que le ha permitido autofinanciarse. A pesar de las diferencias políticas entre los firmantes y sus visiones diversas en otros temas, subrayaron su buena experiencia en el directorio del FNA y remarcaron que la decisión expresada en el proyecto de ley, no tiene consenso en la comunidad cultural argentina.
Fotos: Maximiliano Luna