El cineasta argentino Facundo Escudero Salinas presenta su más reciente creación, La invitada, una historia envuelta en misterio, terror y tradiciones antiguas. La película está programada para su estreno este jueves 21 de diciembre y promete llevar a los espectadores a un viaje inmersivo y perturbador.
En el corazón de esta historia se encuentra Ana, una joven huérfana interpretada por Catalina Magliocchi, quien se muda junto a su única amiga a la casa del lago que pertenecía a su madre. Sin embargo, lo que parece ser un cambio tranquilo pronto se convierte en un oscuro enfrentamiento. El conflicto se desata cuando la ambición del padre de una familia local se despierta, y con ella, un antiguo culto pagano. Este culto, arraigado en mitologías antiguas, ve en Ana su última esperanza para proteger el lugar de la avaricia y la destrucción que amenazan con consumirlo.
El reparto de la película está encabezado por Catalina Magliocchi y Fiorella Indelicato, acompañadas de actores como Moro Anghileri, Diego De Paula, Daniel Topino, Stella Galazzi, Braian Ross y Pablo Palacio, quienes dan vida a personajes complejos y enigmáticos que se enfrentan a fuerzas más allá de su comprensión.
La invitada ha sido seleccionada en varios festivales internacionales, como el Blood Window Showcase del Marché du Film (Francia), el BIFFF Market en el Brussels International Fantastic Film Festival (Bélgica), Sitges Coming Soon (España) y Ventana Sur (Argentina), lo que muestra el impacto y la expectativa que ha generado en la industria cinematográfica.
El director, nacido en Mar del Plata en 1986, ha demostrado su destreza en el thriller con su ópera prima Fragmentada. Esta película, protagonizada por Jazmín Stuart y César Bordón, se convirtió en una de las más vistas en Argentina en el año 2023 y ha cosechado elogios por su originalidad y ejecución.
Infobae Cultura entrevistó al director Facundo Escudero Salinas, quien persigue (y logra) una manera diferente de hacer cine de género en la Argentina.
—¿Cómo nace la idea de ese universo tan particular donde se desarrolla la historia?
—Soy de Mar del Plata, de las afueras, una zona de campo cerca de la ruta. Durante mi infancia viví esos rituales donde si te sentías mal, una señora te cura el empacho o el mal de ojo. Quería mezclar dos géneros que nunca se podrían juntar, que son el terror rural y el terror cósmico. Ver si esto puede encontrar una forma de convivir. De ahí nace esta mezcla de intereses, del terror rural con el campo y los rituales, y también el espacio, con un meteorito extraño que aparece en un lago. Soy muy fan de todas las investigaciones que realiza la NASA y me inspiraron para crear este universo y ves como estos dos mundos podían cruzarse.
—¿Qué características quisiste darle a esta protagonista?
—Ella es nuestra representante en la historia, alguien nuevo a este lugar y que más o menos aprende rápidamente cómo es el folclor del lugar. A partir de su llegada, se presentan orgánicamente estas cosas extrañas que pasan en el sitio tanto para ella como para el espectador. Se trata de una protagonista que se encuentra en una situación bastante vulnerable, con todas sus defensas muy bajas, ya que ha sufrido mucho y está en un estado donde todavía está recapitulando lo que le ha pasado. Perdió a sus padres, está sola, terminó yendo con una tía que parece que no la quería y no quiso estar más con ella. Uno es más susceptible, cuando está en esos estados, a sentir cosas.
—Además del lugar donde naciste, ¿qué otros elementos inspiraron esta historia?
—Está basado en una historia personal que tuvo mi hermano. Él tenía un amigo al cual le pasó algo muy similar en la escuela secundaria. Sus padres fallecieron y se quedó solo con su hermana. Mientras estaban viendo qué iban a hacer él se vino a vivir a mi casa, yo ya no vivía en Mar del Plata, pero sí lo conocí porque iba varias veces y él estaba ahí. Estuvo como un año viviendo con mis papás. Ellos no tenían una situación muy privilegiada, pero hicieron lo posible para darle un hogar. Eso fue muy lindo, pero me hizo pensar en qué pasaría si este chico cae en un lugar donde parece que todo es ideal, pero no, como ocurre en la película.
Básicamente, todos los personajes en esta película se mueven a través del egoísmo, y cada uno tiene sus intereses y nada puede ganarle a ese egoísmo propio y muy personal. Esta protagonista revela la hipocresía de la gente y su buena onda va cayendo poco a poco y vas viendo que todo el mundo tiene intereses. Sin embargo, ningún personaje es bueno o malo y no es fácil de empatizar porque todos tienen otras razones. Por momentos, en el equipo técnico durante el rodaje se armaban bandos para ver de qué lado estaba cada uno, algunos defendían a la familia, otros a los pobladores y entre ellos hacían como teorías y era muy divertido verlos.
—¿Cómo definirías la manera que elegiste para hacer terror en esta película?
—Creo que a veces sugerir da más miedo que mostrar. La intención es generar sensación de malestar. Desde el comienzo, empiezan a pasar cosas raras: encuentran a un cuerpo colgado a los dos minutos de arrancar la película y a medida que va avanzando, uno va entendiendo que no es un lugar ideal. Me gustaba más sugerir que mostrar, porque creo que la película ganaba mucho más en ese sentido. Sobre todo porque confío en el espectador y que pueda ir armando un poco la historia a medida que va avanzando, ya que no se dice todo al comienzo, sino que van tirando pistas.
A veces, la imaginación es mucho más poderosa que cualquier escena que pueda ofrecer la película, es como leer un libro donde a cada uno se le abre un mundo diferente donde crea algo más poderoso de lo que yo le puedo mostrar en pantalla y está buenísimo. Es una dinámica que se arma entre la película y el espectador y me parece interesante. El trabajo del sonido también ayudaba a darle herramientas para que con lo poco que ve se logre armar algo en su mente y pueda agregarle todo lo que trae consigo. Además, el paisaje daba esa sensación de desolación y desconocimiento donde permanentemente se ve que si a la protagonista le pasa algo no tienen dónde pedir ayuda.
—¿Cómo ayudó a la película haber participación en festivales y mercados?
—Haber participado en Blood Window hace dos años, en 2021, nos abrió la puerta de ir este año a mostrarla en el Festival de Cannes. Pude proyectar unas escenas junto a varias películas argentinas que habían participado. Fue buenísimo compartir ese momento y poder mostrar cómo se puede hacer terror en Argentina de distintas formas. La película se cuenta muy lentamente, pero a medida que avanza va cada vez más tomando ritmo, hasta que llega un punto de quiebre. Creo que el espectador tiene esa paciencia que capaz, va perdiendo con tanto consumo rápido que vamos teniendo hoy, pero si pasa los primeros 20 minutos y absorbe lo que la película da como migajas, después la película empieza a ir cada vez con más velocidad y se pierde. Por suerte, hasta ahora, con todos los que la vieron funcionó.
—Con el auge que ha tenido Cuando acecha la maldad, de Demián Rugna como antecedente ¿Cómo ves la actualidad del cine de género en nuestro país?
—Estamos muy contentos porque le vaya bien a un colega, que se dedica al cine de género desde hace mucho tiempo, con mucho esfuerzo. Pertenece a una generación atrás de la mía y uno fue viendo cómo creció a través de todas las películas que realizó y es como una especie de rompehielos que abre un montón de puertas. Pero también está buenísimo para los espectadores, que se animen a confiar en las nuevas películas que salen y a quitarse algunos prejuicios y ver que hay un montón de historias que nos afectan y que pueden estar buenísimas. El cine argentino ha tenido un muy buen año, de muy buenas películas, así que ojalá que eso no se pierda. Hay mucha más ayuda porque sabés lo difícil que es, porque demanda mucho tiempo los efectos, todo demanda mucho más.
Hay una contaminación cruzada que es muy buena, donde se comparten actores y parte del equipo técnico. Además, el Blood Window, que hace diez años que se viene haciendo, tiene una labor de hormiga que va teniendo sus frutos. Cuando acecha la maldad estuvo allí el año pasado. Vas viendo que el promover el cine de género argentino y de la región va teniendo sus frutos. Este año yo participé con otra película y el nivel que había era increíble. Los proyectos eran de una calidad muy distinta a la de otros años y vas viendo que año a año la gente presenta cada vez mejores ideas, mejores proyectos, mejores presentaciones.
* La invitada, de Facundo Escudero Salinas se estrena en salas de Argentina el jueves 21 de diciembre.
[Fotos: gentileza Pensilvania Films ]