El arte de la resistencia habita en el Parque de la Memoria

Una muestra colectiva que recupera la creatividad social de la crisis de 2001 y otra del uruguayo Gerardo Goldwasser, que combina sastrería y memoria, se inauguran en el espacio frente al Río de la Plata

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Vista de sala de "Memorial",
Vista de sala de "Memorial", la exposición de Gerardo Goldwasser que se podrá visitar en el Parque de la Memoria desde el viernes

El Parque de la Memoria inaugura hoy dos exposiciones que conmemoran los 40 años de democracia: El futuro detrás. Imaginación política después del estallido del 2001, que reúne la participación de más de 60 colectivos y artistas y recupera la memoria conflictiva de la crisis, y Memorial de Gerardo Goldwasser que convoca a reflexionar desde una mirada humana sobre los horrores del mundo.

A la vera del Río de la Plata, el espacio dedicado a la memoria y Monumento a las víctimas del Terrorismo de Estado inaugura en coincidencia con el aniversario de la Democracia dos exposiciones muy distintas pero que dialogan a partir de dos ejes: la importancia de la memoria en las genealogías subjetivas y sociales y la construcción colectiva y creativa como respuesta a la crisis.

Mientras El futuro detrás recupera las acciones autogestivas y artísticas que se desarrollaron post 2001 para hacer frente a la fragilidad social, económica y política y denunciar el abandono del Estado y la preponderancia del mercado, Memorial construye -a modo de instalación- una reflexión conceptual y artística para mirar el pasado y el presente cada vez más amenazado por guerras, ideologías totalitarias y tecnologías destructivas.

Escrache a Leopoldo L. Baume,
Escrache a Leopoldo L. Baume, 2002. HIJOS La Plata. Archivo Marcelo Landi

De carácter colectiva, El futuro detrás presenta obras en distintos formatos que revelan un registro creativo del después del estallido del 19 y 20 de diciembre de 2001, al incorporar lo que sus curadores llaman “una contradicción mayúscula” y es que en medio de “una abismal crisis económica se desata la más descollante creatividad social”.

En ese sentido, la exposición recupera la creatividad social de aquellos años a partir de distintos materiales que en su origen fueron acciones, algunas colectivas, otras anónimas, en clubes de trueque, asambleas de barrio, fábricas recuperadas y que reunieron de forma horizontal a personas de todos los ámbitos. Como señalan sus curadores: “Surgieron notables iniciativas artísticas que fueron partícipes de un gran laboratorio social, un laboratorio de lo sensible y de lo vital. Propusieron imágenes, poéticas-políticas y comunidades experimentales, donde confluyeron cientos de personas, tanto artistas como no artistas”.

Así lo demuestra, por ejemplo, una imagen de familias instaladas en una sucursal bancaria con reposeras y protector solar, en “una espontánea y desesperada performance para llamar la atención pública ante la captura de sus ahorros por parte de los bancos”. O el registro de lo que se conoció como “El Hormigazo” en 2002, impulsado por el colectivo Trasmargen, una performance que ubicó a la hormiga como significante de denuncia en paredes con pintadas y grafitis.

Grupo Trasmargen. Hormigas construidas para
Grupo Trasmargen. Hormigas construidas para la acción El Hormigazo, 2002. Archivo Patricia Guerrero

“Esta exposición busca estremecer el presente apelando a aquel laboratorio de experimentación política, económica, cultural, artística y afectiva que habilitó formas alternativas de vida en medio de aquella coyuntura vertiginosa y vibrante”, plantea el equipo curatorial que integran Nicolás Cuello, Marilé Di Filippo, Cecilia Iida, Ana Longoni, Ramiro Manduca, Magdalena Pérez Balbi, Alejandro Thornton.

Por eso, “si algo alienta este proyecto es la aspiración a que este pasado que irrumpe con sus fulgores precarios y sus potencias disruptivas contribuya a abrir nuevos modos de acción en el presente y brechas de futuro”, sostienen sus curadores, que en el área fotográfica y audiovisual cuenta con el trabajo de Cora Gamarnik, Maximiliano de la Puente y Guillermo Sánchez.

La muestra que inaugura y cierra el calendario de exhibiciones es Memorial de Gerardo Goldwasser, artista uruguayo que llega al espacio cultural y de memoria después de exponer en la 59° Bienal de Venecia con una propuesta que combina sastrería (casi siempre en color negro, con intervenciones en blanco) y memoria, dos pilares de su obra, que se vinculan a su historia familiar, ya que su abuelo fue un sastre judío que se salvó del nazismo.

Luego de exponer en la
Luego de exponer en la 59° Bienal de Venecia, el uruguayo Gerardo Goldwasser desembarca en el Parque de la Memoria con una instalación que dialoga con el espacio que conmemora a las víctimas del terrorismo de Estado

En la instalación que se preparó para el Parque de la Memoria “el muro íntegramente ocupado por encimadas de corte de paño negro y los moldes de sastrería ordenando cada resquicio aparecen como una negra pesadilla que dialoga con el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado”, adelantan sus curadores, Laura Malosetti Costa y Pablo Uribe.

De este modo, una larga serie de mangas izquierdas que ocupan el corredor de ingreso propone una alusión crítica a “la voluntad de dominio absoluto implícita no solo en el diseño de los uniformes, sino también en el saludo de las multitudes nazis uniformizadas”, argumentan sus curadores, mientras que “el espacio de la sala absolutamente vacía destaca la presión intolerable y uniformadora de las encimadas de moldes en sus muros”.

*Las dos muestras inauguran hoy, viernes 8 de diciembre, a las 17 en Parque de la Memoria, avenida Costanera Norte Rafael Obligado 6745, CABA, y se podrán visitar con entrada libre y gratuita.

Fuente: Telam S. E.

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