Retrospectiva discográfica de Diana Krall, la dama del piano

A 5 años de su última visita al país, la artista canadiense presentará su último álbum “This Dream Of You” el miércoles 22 en el Teatro Gran Rex. Aquí, un repaso por los álbumes fundamentales de su obra

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Diana Krall regresa a Buenos
Diana Krall regresa a Buenos Aires tras cinco años

Con más de 15 millones de discos vendidos en todo el mundo, la mitad de ellos solo en los Estados Unidos, Diana Krall se ha convertido desde hace tres décadas en una de las cantantes más convocantes de la escena internacional del jazz.

Lejos de la maestría técnica de Jazzmeia Horn o el energético carisma de Cécile McLorin Salvant, nuevas estrellas en el firmamento del género, la canadiense ha construido una valiosa carrera sin apartarse de los lineamientos que la destacaron sobre los 90; cuando emergió como una promesa del canto jazzístico intimista inaugurado medio siglo antes por Nat King Cole.

Su primer trabajo fue Stepping Out, el álbum de standards de 1993, que grabó con solo 29 años y que despertó la atención de crítica, tanto por su desempeño vocal como su talento en el piano. El segundo registro: Only Trust Your Heart, editado un año después, ya mostró a la cantante en plena carrera ascendente, lo que le permitió alistar un grupo de lujo, con Stanley Turrentine en saxo tenor, Ray Brown y Christian McBride alternándose en el contrabajo y Lewis Nash en batería.

La artista canadiense presenta el
La artista canadiense presenta el 22 de noviembre en el Gran Rex su último álbum “This Dream Of You”

A ello se sumó la producción de Tommy LiPuma, un experimentado profesional que supo trabajar junto a un sinnúmero de artistas, desde Miles Davis a Paul McCartney y que a partir de entonces se convirtió en un permanente colaborador de la cantante, hasta su fallecimiento en 2017.

Pero fue quizás con All for You: A Dedication to the Nat King Cole Trio de 1996, el primero de los registros que grabó para el icónico sello Impulse y con Love Scenes un año después; que la canadiense se evidenció como una firme realidad más que una anhelada promesa. Ambos registros siguen siendo buenos puntos de partida para inaugurar la escucha.

Fue entonces cuando Krall decidió dejar el sello que había cobijado figuras clave como John Coltrane, Keith Jarret o el Gato Barbieri, para desembarcar en Verve, la histórica discográfica de vasto catálogo, en la que descollaron Ella Fitzgerald, Duke Ellington y Charlie Parker.

Parte de la rica discografía
Parte de la rica discografía de Diana Krall

Su debut se produce en 1999 con When I look in your eyes, un giro en su trayectoria y un disco de escucha casi obligatoria para quien quiera profundizar en el arte de la canadiense. Este registro, el quinto de su carrera, se mantuvo nada menos que 52 semanas en el primer lugar de la lista de Jazz de Billboard y le permitió ganar cinco discos de platino en su país y dos premios Grammy en Estados Unidos.

Aquí Krall muestra dominio y sentimiento tanto en la serie de canciones orquestadas y dirigidas por el legendario Johnny Mandel como en los grupos reducidos de piano, guitarra, bajo y batería, y en temas como “Let’s Fall In Love”, “I’ll String Along With You” y la tantas veces transitada “I’ve Got You Under My Skin”, parte indisoluble de un universo de composiciones que el tiempo no logro oxidar.

Diana Krall canta "Under my skin" en París en 2020

The Look of Love, el disco que en 2001 volvió a unir a Krall con LiPuma, es otro punto ascendente en la vertiginosa carrera de la canadiense y otro recomendado en esta lista caprichosa. Se trata de un nada disimulado homenaje a Frank Sinatra, con el que obtuvo otros dos Grammy, esta vez con el acompañamiento de la Orquesta Sinfónica de Londres bajo la dirección de Claus Ogerman.

A este le siguió tan solo un año después Live in Paris, siempre con Verve Records. Siempre con LiPuma. Podría decirse sin mucho margen de error que este primer disco en vivo de la cantante, grabado en el Olympia de Paris; es uno de los más certeros exponentes de su arte y su adhesión más profunda y convincente al desafiante mundo del jazz.

Acompañada por el guitarrista Anthony Wilson, el bajista John Clayton y el baterista Jeff Hamilton; Krall se mueve con talento y soltura por esos clásicos que no destiñen. Se vuelve apabullante en una potente versión de “I Love Being Here With You”, el clásico de Peggy Lee; seductora en un “Let’s Fall In Love” acompañado de cuerdas; moderna en “The look of love” y dueña total de la escena en el “Fly to the moon”, con un largo pasaje instrumental donde destaca el talentoso Wilson. El disco, que a esta altura conquistó incluso a sus críticos más acérrimos, cierra con un standard no jazzero; el “Just the way you are”, de Billy Joel, en el que sobresale el solo de saxo del recordado Michael Brecker, el talentoso músico norteamericano fallecido prematuramente en 2007.

Diana Krall interpreta "Wallflower" para Session Off TV

Aquel acercamiento inicial al mundo del pop y el rock, fue un anticipo de lo que vendría un par de años después, cuando Krall sorprendió a propios y extraños con The Girl in the Other Room, su álbum del 2004, donde por primera vez se muestra como compositora, compartiendo la autoría de un puñado de canciones junto a Elvis Costello, el cantante británico con quien se había casado en el diciembre anterior. El disco incluye también “Black Crow”, una composición de su compatriota Joni Mitchell y el “Temptation” del inclasificable Tom Waits.

Este disco produjo enojo y devoción por partes iguales. Y así mientras unos señalaban casi como una herejía el alejamiento de la cantante de las filas del jazz, actitud que le atribuían a la influencia de su flamante pareja; otros aplaudían con fervor este cambio de rumbo musical. “Nunca había hecho algo tan personal”, diría tiempo después la canadiense.

A este trabajo le siguió un regreso a los standars jazzeros que tan bien conoce. Primero con Christmas Songs, su disco de 2005, con gran éxito de ventas, pero pocas sorpresas y luego con From This Moment On (2006), donde terminó dándole el gusto a quienes reclamaban su vuelta a los temas del Real Book americano. Ese camino de intrascendencia continuó con Quiet Nights (2009), un olvidable disco de bosa nova y Glad Rag Doll de 2012, producido por T. Bone Burnett, donde una sugestiva Krall ataviada con lencería erótica, daba indicios de una temática que luego el disco, con su puñado de canciones de las décadas del 20 y del 30, no justificaba.

Diana Krall junto a Tony
Diana Krall junto a Tony Bennett, una sociedad que alumbró un disco exquisito

Hubo que esperar hasta febrero del 2015 para un nuevo trabajo de la canadiense. Y este fue el Wallflower, con producción de David Foster y un repertorio de composiciones más recientes. Entre ellas la de Bob Dylan que le da título al álbum, la recordada “California dreamin” de The Mamas & the Papas, “Desperado” y “I Can’t Tell You Why” de los Eagles, “Sorry Seems to Be the Hardest Word” de Elton John y Bernie Taupin, y “I’ll Take You Home Tonight, una canción original inédita que Krall le pidió a Paul McCartney, quien la había escrito para Kisses on the bottom, su disco del 2012, pero que finalmente no incluyó. La versión de lujo tiene como bonus track, “In my life”, otra joya de la factoría Lennon-McCartney.

No obstante, la calidad de los materiales, la crítica sumó reparos al abordaje de la canadiense. Para Neil McCormick del Daily Telegraph se trató de un hermoso disco para el día de San Valentín, pero que sin embargo “podría haber sido más interesante si Krall se hubiera atrevido a tomar el camino medio menos transitado”. Su colega Jim Farber del New York Daily News escribió que " Wallflower rompe otro patrón para Krall. Evita su enfoque frecuente en los estándares estadounidenses. Pero la sensualidad y la primavera que aportó a las mejores portadas rara vez entran en juego aquí”. El público no acompañó la mirada de la crítica y a cuatro meses de su lanzamiento ya había comprado 600 mil unidades.

Diana Krall grabó una canción
Diana Krall grabó una canción inédita de Paul McCartney

Fue el turno luego de Turn Up the Quiet, un repetido regreso al cancionero americano del 2017 y su reencuentro con Tony Bennet, para el primer disco en conjunto, el “Love Is Here to Stay” junto al trío de Bill Charlap, para recrear el cancionero de George Gershwin.

Su último trabajo hasta hoy, el This Dream of You editado en 2020 y con el que regresa a Buenos Aires (el miércoles 22 de noviembre en el Gran Rex), volvió a mostrar a Diana Krall en su zona de confort. Versiones clásicas. Melodías ya transitadas. Su voz cálida y sensual y su piano de expresiva intimidad. Un trabajo más, no demasiado trascendente, en la exitosa carrera de la canadiense. Una cantante que, sin amenazar la histórica supremacía negra, supo ganarse un lugar de consideración en el devenir jazzero.

[Fotos: gentileza prensa Universal Music]

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