Con un especial reconocimiento a la actriz Norma Aleandro, acreedora del Gran Premio, por haber desarrollado un obra fundamental para la identidad del país, así como a Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, se entregaron esta noche los Premios a la Trayectoria 2023 que otorga el Fondo Nacional de las Artes (FNA), durante una emotiva ceremonia realizada en la Casa de la Cultura del porteño Barrio Parque en la que la titular del organismo, Diana Saiegh, llamó a “defender al Estado argentino este domingo” en el balotaje.
Los premios que con esta entrega celebraron su 60to. aniversario así como los 40 años de la recuperación de la democracia en Argentina, tuvieron entre sus reconocidas dilectas, ambas en ausencia, a Aleandro, protagonista del icónico filme La historia oficial con que el país daba a conocer al mundo la apropiación de bebés durante la última dictadura; y a Carlotto, quien marcó un hiato en la historia de los Premios a la Trayectoria del FNA, que incluyó en su nombre, de manera excepcional, un reconocimiento a los Derechos Humanos y Gestión Cultural.
“Nos parecía que Estela había hecho un aporte a la cultura muy importante, por supuesto en la lucha por los Derechos Humanos y por el encuentro de los nietos, pero además la forma en que lo fue haciendo, su manera de conciliar, de encontrar el diálogo, de hacerlo todo con esa dulzura que la caracteriza; cuando una va a la sede y ve trabajar a los nietos recuperados con tanta sonrisa, bien para adelante, todo es para adelante”, dijo Saiegh.
“Con estos premios tenemos en cuenta a la gente que dio su vida en cualquiera de estas disciplinas y que todavía están en actividad”, señaló la funcionaria previo al comienzo del acto al que asistió el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer; y Victoria Onetto, subsecretaria de Políticas Culturales de la provincia de Buenos Aires.
Las distinciones están dotadas de 450 mil pesos, por un lado, y de 650 mil en el caso del Gran Premio. En esta edición, como parte del homenaje, incluyeron la realización de un retrato a cada uno de los distinguidos a través del lente de la reconocida fotógrafa Alejandra López. Y, teniendo en cuenta el cierre de gestión que se da en año electoral, trajeron consigo la publicación de un cuidado catálogo repasando estos cuatro años de actividad federal, que incluyen el difícil tránsito por la pandemia de Covid-19 .
Entre los premiados están, por ejemplo, el cineasta jujeño Miguel Pereira, galardonado en la categoría Audiovisuales-Cine, autor de otra obra que fue emblema de un momento crucial de la historia argentina puertas adentro y puertas afuera del país, el premiado filme La deuda interna, quien “al pintar su aldea pudo pintar el mundo”, destacaron desde el FNA.
Está también la chaqueña Élida Salteño, galardonada en Artesanías, la alfarera oriunda de San Bernardo, un pueblo situado a 400 kilómetros de Resistencia, la capital provincial, que aprendió de su abuela dónde conseguir el barro con el que trabajar las noches de luna llena, cómo mezclarlo con huesos molidos de caballo y cocerlos en el horno de barro con las ramitas que variarán el color de cada pieza.
La artista “sin letra” -como ella misma se presentó para explicar que no sabe leer ni escribir- que no puede hacer dos piezas iguales; la artesana que tiene palabra y agradeció iniciativas como estas: “No tengo letra. Esta es mi palabra, de corazón: agradezco estar aquí, agradezco el trabajo”, expresó ante la audiencia.
Durante la ceremonia fueron distinguidas también figuras como Silvia de Schiller y John Martin Evans, creadores del Estudio Evans, educadores de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y pioneros por su perspectiva ambientalista desde el mismo año 1983 de la recuperación de la democracia, en la categoría Arquitectura; la familia de luthiers Anconetani en Patrimonio, creadores de acordeones en su casa-taller y local de la calle Guevara; el legendario director Edgardo Borda en Audiovisuales-Televisión.
Además, Luis Gusmán, autor imprescindible de El frasquito en Letras; y el gran bandoneón Rodolfo Mederos en Música. También Mario “Pacho” O’Donnell en Gestión Cultural; Daniel Santoro en Artes Visuales-Pintura; Mariana Sirote, innovadora de la disciplina en la Patagonia, en Danza; el polifacético Rubén Szuchmacher en Teatro; Aldo Sessa, en fotografía, y dos mujeres que le dieron otra impronta a sus campos de producción: Graciela Taquini en Artes Visuales-Videoarte y Ángela Vassallo en Diseño.
“Hoy siento que tengo que decir que la cultura es una cuestión política y que la política es parte de la cultura. Hoy siento que no soy ni la arquitecta, ni la gestora cultural, ni la amiga de todo el personal que conforma el Fondo” -consignó Saiegh al abrir la ceremonia-. Hoy soy alguien que quiere, delante de todos ustedes, decir que estamos transitando un momento enormemente esperanzador pero igualmente dramático”.
“Por sí o por no, creo que tenemos que tomar un compromiso por el sí a la cultura, sí a la educación pública, a la salud pública y por tener un Estado que nos defienda -postuló la directora-. Estamos ante un momento difícil, mucho menos de lo que intentan convencernos, pero sin embargo, no podemos distraernos”.
Sin embargo, continuó, “siento que en este momento mi única palabra es decirles que desde aquí hasta el domingo, nuestro único pensamiento tiene que ser la defensa de una cultura para los jóvenes, de poder mirar el futuro. Hay hay muchas cosas que no nos salieron bien. Hay muchísima deuda. Los jóvenes necesitan muchísimo, por eso tenemos que ir por más, no por menos. No podemos ir para atrás”.
“No necesitamos más locos ni extravagantes. Necesitamos que este país empiece a caminar por la hermosa senda del futuro para que todo lo maravilloso que ustedes hacen pueda ser seguido por los jóvenes, para que este Fondo Nacional de las Artes pueda seguir acompañando la carrera y los sueños de tantas y tantos argentinos de todos el país, y para que continúe la ayuda del Estado. Por eso creo que el Estado es lo que tenemos que defender este domingo. Nada más”, dijo Saiegh.
Una lluvia repentina, a las 7 de la tarde, obligó a todos a levantar las sillas dispuestas en el jardín frondoso de Rufino de Elizalde e ingresar a la histórica casa de la escritora Victoria Ocampo para continuar con la premiación. Se ubicaron espontáneamente en el salón donde se exhiben algunas obras de los premiados 2023, delante de un improvisado escenario, entre entre la “Teoría y praxis en el bar " y el “Rescate de la mamá de Juanito Laguna, frente a la costa de Chapadmalal”, de Santoro.
Su “Familia obrera, como drama edípico entre los actos”, cerraba el escenario y la escena. Allí Bauer y Saiegh le entregaron el premio a Valentina, nieta de Estela de Carlotto. “A tu abuela la conocí hace años cuando la búsqueda de los nietos recién estaba comenzando, aún no había aparecido ninguno de nuestros niños y niñas y me impactó ese encuentro con ella, con esa personalidad y esa entrega. Lo único que tenemos como argentinos y como humanidad toda es un agradecimiento profundo a tu abuela”, le dijo el ministro.
El Gran Premio dedicado a Norma Aleandro fue retirado por el hijo de la actriz, Oscar Ferrigno, quien lamentó que su madre no pudiera estar presente “por razones de salud” y compartió que ella le pidió que les comunicara su deseo de que “este domingo cuidemos todo lo que tenemos, no quiere que se repita ni el exilio que padeció ni nada de aquellos tiempos oscuros”.
“Recordemos esos horrores, esas madres que juntas fueron a pedir por sus hijos y que juntas fueron secuestradas y llevadas a la ESMA que hemos logrado recuperar como Patrimonio de la Humanidad; los problemas se solucionan con más y más democracia”; consignó Bauer previo al cierre que estuvo a cargo de Miguel Cantilo.
Fuente: Télam