“La estrella azul”: el encuentro entre el músico español Mauricio Aznar y el padre de la chacarera

La ópera prima de Javier Macipe cuenta con las actuaciones del músico Cuti Carabajal, interpretando a su hermano Carlos. Fue presentada en la Sección Panorama del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

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Trailer De "La Estrella Azul", De Javier Macipe

Luego de presentarse en Festival Internacional de Cine de San Sebastián donde ganó el premio TCM, que otorga el Jurado de la Juventud, la ópera prima del director español Javier Macipe, La Estrella Azul, se proyectó por primera vez en la Argentina durante el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, donde participará en la Sección Panorama Argentino.

La trama de la película se traslada a la década de los 90, donde Mauricio Aznar, un famoso rockero español interpretado por el actor zaragozano Pepe Lorente, se encuentra inmerso en una crisis vocacional y una recaída en sus adicciones. Ante la promesa de la fama, Mauricio decide tomar un rumbo inesperado: viajar a Argentina en busca de inspiración. Su objetivo inicial es visitar la casa de Atahualpa Yupanqui, pero el destino lo lleva a Santiago del Estero, donde su vida dará un giro inesperado.

Narra el recorrido a través del interior de Argentina, donde el renombrado músico español Mauricio Aznar Müller se cruza con el venerado “padre de la chacarera”, Carlos Carabajal, una figura emblemática de Santiago del Estero y del folclore argentino. Esta improbable dupla da origen a un vínculo transformador entre maestro y alumno. Una nota especialmente emotiva es la interpretación de Carlos Carabajal por su propio hermano, Cuti Carabajal. Además, el hijo de Carlos, Peteco Carabajal, desempeña su papel como él mismo y contribuye con la composición del tema principal de la banda sonora.

Cuti Carabajal, Javier Macipe y Mariana Carabajal durante la presentación de la película en el Festival de Cine Internacional de Mar del Plata
Cuti Carabajal, Javier Macipe y Mariana Carabajal durante la presentación de la película en el Festival de Cine Internacional de Mar del Plata

La estrella azul está inspirada en la vida de Mauricio Aznar, el líder de la banda Más Birras. La película es un homenaje a la poderosa influencia de la música, capaz de trascender todas las barreras, incluso aquellas que separan la realidad de la ficción. El reparto de la película es una amalgama de talento tanto español como argentino. Actores de renombre como Bruna Cusí, Marc Rodríguez y Catalina Sopelana se suman a la producción para dar vida a personajes que enriquecen la trama. Además, la participación de músicos como Mariela Carabajal, y el mismo Cuti Carabajal, quienes interpretan a miembros de la familia musical, aporta un toque de autenticidad a la película.

El propio director describe La estrella azul como más que un simple biopic. Es una historia universal que merece ser contada al mundo entero. La película captura la esencia de un hombre que renunció al éxito en busca de perseguir su sueño y su libertad artística, sin importarle las modas o la industria.

El rodaje fue un proyecto que se extendió a lo largo de una década, cruzando el océano en numerosas ocasiones para captar la esencia de esta historia. Este esfuerzo monumental ha dado como resultado una película que ha superado obstáculos en la historia del cine español, según señaló el director.

La filmación muestra paisajes de Córdoba, Santiago del Estero y Zaragoza
La filmación muestra paisajes de Córdoba, Santiago del Estero y Zaragoza

Javier Macipe tiene una conexión profunda con el personaje central de su película, Mauricio Aznar Müller. En palabras de Macipe: “Era muy conocido en nuestra ciudad, es una especie de héroe local, incluso tenemos una estatua. De niño crecí escuchando su música gracias a mis hermanos mayores. Las primeras canciones que canté en mi vida eran de Mauricio. Cuando decidí hacer cine, hice un primer cortometraje en el que le pedí permiso a su madre para incluir música de él. Ella vino a la proyección del mismo y vio algo en mí, ya que luego me propuso que hiciera una película sobre sus hijos. Eso ocurrió cuando tenía 19 años y no me sentía preparado para hacer una película en ese momento, pero ahí iniciamos una relación. Entonces siempre lo he vivido como un encargo que tarde o temprano tenía que hacer”.

El director entendió la importancia de abordar la historia con sensibilidad y respeto. Sabía que no podía quedarse en la tragedia, sino que debía encontrar un camino para convertir la experiencia en algo positivo. En sus propias palabras: “Era importante no dejar la película en un drama, porque este encargo de la madre no era para regodearse en el dolor de algo que ya una tragedia que había ocurrido, no era para intentar convertir en una obra de arte, algo tan tremendo como que se murieran dos hijos. Entonces el reto todo el tiempo era cómo se convierte algo tan fuerte en algo positivo. Y ese algo positivo lo iba dando la propia película”.

[Fotos: Gentileza Prensa del Festival de Cine de Mar del Plata]

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