Un cineasta español se quedó con el Premio Herralde de la novela

Luis López Carrasco fue elegido por su obra “El desierto blanco”, mientras la argentina Camila Fabbri quedó en segundo lugar

El cineasta y escritor murciano Luis López Carrasco ha ganado el 41 Premio Herralde de Novela, dotado con 25.000 euros, con el libro 'El desierto blanco', y ha quedado finalista 'La reina del baile', de la autora argentina Camila Fabbri (EUROPA PRESS)

El cineasta y escritor Luis López Carrasco se quedó con el 41º Premio Herralde de novela, convocado por editorial Anagrama y dotado con 25.000 euros, con la obra “El desierto blanco”.

Además de la novela ganadora, que el autor había presentado bajo el seudónimo de F. Román, el jurado ha escogido como finalista la obra La reina del baile, de la escritora y directora argentina Camila Fabbri, que se había presentado bajo el sobrenombre de Sarah Connorr

El jurado compuesto por la librera Ana Cañellas (librería Cálamo, Zaragoza), Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos y la editora Silvia Sesé, proclamó ganador a López Carrasco de entre las cinco finalistas que se habían seleccionado entre las 1.566 obras presentadas al galardón.

Camila Fabbri ( EFE/ Juan Herrero.)

“A través de las magníficas piezas, perfectamente engranadas, que integran El desierto blanco, discurre una historia que es la de nuestras vidas: el trabajo moderno, el turismo organizado, la amistad y sus rituales, el relato familiar, la memoria como dolor y como consuelo. Audaz, comprometido, también tristísimo, con un talento excepcional para la escena y para el detalle, Luis López Carrasco ha compuesto un artefacto de alta precisión que remueve nuestras seguridades. No tiene desperdicio2, dijo Gonzalo Pontón Gijón.

Con respecto a la obra finalista, Marta San comentó: “La voz de la novela de Camila Fabbri combina violencia y ternura, costumbrismo y tono alucinatorio, sororidad y soledad profunda, la apariencia de un cuerpo anestesiado y la revuelta interior: la voz de la novela de Camila Fabbri es la de una extranjera, a lo Camus, que puede ponerse a gritar en cualquier momento”.