El 26 de octubre, llegó a las pantallas La Montaña, la última creación del cineasta, guionista y actor Thomas Salvador, una película que lleva al espectador a una experiencia única, sumergiéndose en el majestuoso mundo de los Alpes y explorando la relación entre el hombre y la naturaleza.
La trama de La Montaña nos lleva a seguir los pasos de Pierre, un ingeniero parisino interpretado por el propio Thomas Salvador. Su viaje lo lleva a los imponentes Alpes por motivos laborales, pero el magnetismo de la naturaleza lo atrae irresistiblemente. En un acto audaz, Pierre decide acampar solo en lo más alto de las montañas, abandonando su vida cotidiana. Es en este remoto paraje donde se encuentra con Léa, una cocinera de un restaurante alpino, y donde misteriosos resplandores iluminan las profundidades de las montañas.
Según su director, la idea de La Montaña surgió de su profunda fascinación por estos colosos naturales desde su adolescencia. Sin haber escalado una montaña en su vida, se sumergió en revistas de montañismo y soñaba con fusionar su pasión por la escalada con su amor por el cine. Este sueño se cristalizó en la forma de una película protagonizada por Patrick Berhault, un guía y alpinista al que Salvador admiraba. Sin embargo, la trágica muerte de Berhault dejó este proyecto en pausa durante casi dos décadas.
Pierre, el protagonista, encarna la búsqueda de uno mismo a través de un viaje iniciático en el corazón de las montañas. Salvador revela que, a diferencia de sus personajes anteriores, Pierre es una extensión de él mismo, compartiendo experiencias y anhelos similares. A medida que se adentra en este mundo imponente, descubre una nueva perspectiva y aprende a vivir en el presente.
La montaña en sí misma es más que un escenario; se convierte en un personaje central en la película. Salvador explicó que la montaña es el catalizador de la transformación de Pierre, un testigo silencioso de su viaje hacia la autenticidad y la libertad. A través de una cinematografía cautivadora y efectos especiales elaborados, la película captura la inmensidad, la majestuosidad y la imprevisibilidad de estos entornos naturales.
Salvador no es ajeno a la importancia del medio ambiente en la trama. La película aborda de frente el cambio climático y la realidad del deshielo de los glaciares, que están alterando irrevocablemente el paisaje montañoso. Esta dimensión medioambiental se integra de manera orgánica, proporcionando una perspectiva crítica sobre el impacto humano en la naturaleza.
Rodar en los Alpes presentó una serie de desafíos logísticos y físicos. Salvador y su equipo mantuvieron un enfoque humilde y respetuoso hacia la montaña, adaptándose a sus caprichos y condiciones extremas. Limitando el equipo al mínimo necesario, lograron una movilidad que les permitió explorar rincones remotos y capturar la autenticidad de la experiencia. La colaboración entre el equipo y la montaña se convirtió en un elemento crucial del proceso creativo. La montaña no solo sirvió como telón de fondo, sino como un socio en la narración de la historia. Todos los involucrados, desde actores hasta técnicos, se sumergieron en esta experiencia única y desafiante.
La Montaña cuenta con un elenco talentoso que da vida a los personajes de esta apasionante travesía. Junto a Thomas Salvador, encontramos a Louise Bourgoin, Martine Chevallier, Laurent Poitrenaux, Andranic Manet, Sylvain Frendo, Catherine Lefroid, Lucie Vadot, Alexandre Marchesseau y Adam Pouilhe.
Thomas Salvador no solo dirige esta obra, sino que también la protagoniza y contribuye en su elaboración como guionista. Con una destacada trayectoria en el mundo del cine, Salvador ha dirigido premiados cortometrajes y su primer largometraje, Vincent, fue aclamado en festivales nacionales e internacionales. La Montaña, presentada en la Sección Quincena de Realizadores de Cannes, representa su segundo largometraje.
Desde su adolescencia, las montañas han ejercido un poderoso magnetismo sobre Thomas Salvador. Esta atracción súbita hacia un entorno que no había explorado físicamente, sino a través de revistas especializadas, lo llevó a convertirse en alpinista. Su primera idea para un largometraje, concebida en su juventud, se centraba precisamente en este impresionante paisaje. Sin embargo, la trágica muerte de un referente alpinista lo llevó a posponer este proyecto por casi dos décadas. Tras el éxito de Vincent, Salvador decidió retomar este proyecto, dándole un giro personal y añadiendo elementos de fantasía y encuentros místicos.
En un mundo donde el cambio climático es una realidad innegable, La Montaña no escapa a la responsabilidad de abordar esta temática. A través de la película, se nos revela la fragilidad de las montañas, erosionadas por el deshielo de los glaciares y afectadas por el calentamiento global. Este enfoque ambiental se integra de manera orgánica en la trama, convirtiendo el paisaje montañoso en un personaje vital que insta a la reflexión sobre la relación entre el hombre y su entorno.
Los misteriosos destellos que Pierre encuentra en las profundidades de la montaña son representaciones de una forma de vida primitiva, previa a la llegada de los humanos. Thomas Salvador los concibe como entidades que coexisten en armonía con la montaña, sin deseos de posesión o conquista. Esta conexión entre Pierre y los destellos es un elemento central en la trama, que refuerza el mensaje de transformación y liberación que atraviesa la película.
Se trata una experiencia sensorial y emocional que transporta al espectador a las alturas majestuosas de los Alpes. Thomas Salvador, con su enfoque físico y visceral del cine, logra transmitir la inmensidad, el frío, el esfuerzo y la belleza de este entorno natural. A través de una cuidadosa elección de locaciones y técnicas de rodaje, el espectador se sumerge en un mundo donde la montaña no es solo un escenario, sino un personaje vivo y cambiante. Invita a reflexionar sobre la relación del hombre con la naturaleza, sobre la transformación personal y sobre la belleza que se encuentra en lo más profundo de la montaña y del alma humana. No se trata solo de una historia de amor entre Pierre y Léa, sino de un amor compartido por la montaña y la vida en su estado más puro.
La Montaña, que se estrenó el 26 de octubre, ha cosechado excelentes críticas y reconocimientos en festivales de cine de renombre internacional. Entre los más destacados se encuentran el Festival de Cine de Cannes, donde obtuvo el prestigioso SACD Award en la sección Directors’ Fortnight (Quincena de Realizadores). Además, el film fue aclamado en el Gérardmer Film Festival 2023, donde se llevó el Gran Premio y fue nominado a Mejor Película. Además, en el Haifa International Film Festival, fue merecedora del premio a la Mejor Ópera Prima.
[Fotos: Gentileza Late Cine]