El 40° álbum de las aventuras del irreductible galo Astérix, El Lirio Blanco, salió a la venta este jueves en “más de cinco millones de ejemplares” y al menos 20 idiomas. Su éxito, tanto en Francia como en el extranjero, es bastante previsible y las ediciones Albert René aumentaron la tirada con la llegada de un guionista de éxito, Fabcaro, de 50 años.
El álbum sale dos meses antes de Navidad, como cada dos años. Para el anterior, Astérix tras las huellas del grifo –en 2021–, el editor había apostado por cinco millones de ejemplares y 17 lenguas, y sólo en Francia se vendieron 1,55 millones de copias en los dos primeros meses.
El pequeño galo con bigote, su gran amigo Obélix –dotado de una fuerza sobrehumana–, y todos los habitantes del pueblo, que resiste una y otra vez al invasor romano, forman parte del ADN francés. Pero este héroe tricolor creado en un día de verano de 1959 es también muy apreciado por los alemanes y los italianos. En España ha sido traducido al español, catalán, vasco, gallego, e incluso el asturiano. Los británicos y los escandinavos también lo conocen muy bien.
La colección ya era un éxito con el guionista anterior, Jean Yves Ferri, menos conocido del gran público. Y la llegada de Fabcaro y sus fieles seguidores representa una nueva poción mágica.
Irreductibles galos
Admirador reivindicado de los creadores del cómic –el guionista René Goscinny (muerto en 1977) y el dibujante Albert Uderzo (desaparecido en 2020)–, conoce de memoria el universo de los “irreductibles galos”.
Con una trama simple y eficaz y una cascada de chistes, su humor agridulce funciona muy bien en El Lirio Blanco. “Todos los personajes de este pueblo son una muestra del ingenio de Goscinny y Uderzo. Supieron crear ‘juguetes de lujo’. Todos tienen una personalidad fuerte”, explica el guionista.
Los protagonistas de esta aventura son el jefe del pueblo, Abraracourcix, y su esposa Bonemine. Entre ellos se interpone el jefe médico de los ejércitos de Julio César, Vicévertus. Adepto del “pensamiento positivo” inculca a las guarniciones romanas, y luego a los habitantes del pueblo de Astérix, una filosofía y formas de expresarse nuevas.
Benevolencia, empatía, vida sana, armonía entre los seres... Pero este noble discurso esconde objetivos que no lo son tanto. “Es un chico malo un poco ambiguo. Es seductor y carismático, pero también con una misión ya que César lo envía para someter a estos galos”, subraya el guionista.
Vicévertus tuvo que ser creado evitando algunos escollos, cuenta el dibujante Didier Conrad, que reemplazó a Uderzo en 2013. “Comenzamos con caricaturas inspiradas de personalidades francesas”, detalla.
La acción se traslada a Lutèce (París en la actualidad), donde Obélix descubre la patineta. Un nuevo fracaso para los romanos que no lograrán anexar este pedacito de tierra del oeste de Francia.
Fuente: AFP