Enviada especial- En la 75a edición de la Feria del libro de Frankfurt, los stands de México, Colombia y Argentina reunieron editoriales independientes tanto de larga trayectoria como más nuevas. Infobae Cultura conversó en exclusiva con algunas de ellas (Cangrejo Ediciones, Colisión Libros, y Mango Manila entre otras), y con dos de las editoriales seleccionadas para el Frankfurt Invitation Programme, sobre su experiencia en la feria.
Ya lo había dicho la subdirectora de la feria, Marife Boix García, en una de las charlas realizadas en el Frankfurt International Stage: las editoriales independientes en América Latina suelen verse entre sí no como competencia sino como compañeras. Y es que en definitiva todas trabajan en pos de que haya más lectores. Algunas de estas editoriales pudieron asistir a la Feria del libro de Frankfurt, ayudadas en mayor o menor medida por el Estado del país al que pertenecen.
Entre otras, del stand de Colombia formaban parte tanto Cangrejo Editores, una editorial de más de 30 años de trayectoria, como Fuego Fatuo editorial especializada en libros de ciencia ficción escritos por mujeres que cuenta con una novela publicada y otra en camino. Camilo Portilla, de Cangrejo Ediciones, señaló que para ellos la importancia de participar en la feria radicó en conocer qué tendencias hay y qué llama la atención del público joven, quienes sostendrán el mercado editorial el día de mañana.
Editorial Corporativa Intermédica (Corinter) era una de las editoriales que se encontraba en el stand de México y una de las pocas de la feria que trataba temas de medicina. Mónica Valdés, quien la representaba, destacó la hospitalidad de los alemanes y el poder estar en contacto con personas diferentes a las que se les habían acercado en ediciones anteriores. Por su parte, Editorial Mango Manila, también mexicana, era la primera vez que asistía. “El tamaño de la feria es abrumador. Es desafiante pero bastante enriquecedor.” contó Miguel Delangel, su representante. Además destacó la utilidad de la aplicación, plataforma que facilitó las interacciones entre los diferentes asistentes a la feria.
En el stand argentino, las editoriales que fueron seleccionadas por convocatoria abierta por la Dirección de Asuntos Culturales de la cancillería (Riderchail, Tenemos las máquinas, FERA, Entropía y Mardulce) compartieron el espacio con aquellas que viajaron por sus propios medios, como Colisión Libros, EUDEBA, Letra Impresa, Grupo Deldragon, Libros del Zorzal, Editorial Brujas y AZ editora. Sus diversas experiencias denotan que, cualquiera sea el plan en que asista la editorial, siempre saldrá beneficiada de la feria.
Por ejemplo, Julieta Mortati, de “Tenemos las máquinas”, contó que tuvieron más de 15 reuniones con editores de Francia, Italia, España, Alemania, Egipto y con imprentas chinas pautadas de antemano. Mientras que Grupo Deldragon (y Club House Publishers) asistieron sin citas previas y en modo exploratorio. Sin embargo, sus responsables, Analia Martinez e Ian Sabanes, sostuvieron que el balance fue más que positivo, ya que lograron visitar los stands de Reino Unido para comprar derechos para traducir obras del inglés al español, y establecieron contacto con autores independientes de Ucrania y Brasil que se presentaron espontáneamente en el stand buscando publicar sus libros en Latinoamérica.
El caso de FERA es más parecido al de “Tenemos las máquinas”. Mara Parra tenía su catálogo en inglés listo para ser presentado y una larga lista de reuniones pautadas de antemano dentro del universo del libro ilustrado. Los encuentros superaron ampliamente sus expectativas, y afirma que sin el programa Plan Libro Argentino no podría haber viajado. Lo que más interesó de su catálogo fueron los oráculos, tarots y libros esotéricos en general. Y, si bien se vio tentada de comprar derechos de otras obras, en la feria se hizo evidente para ella un obstáculo: “Para adquirir los derechos de un libro objeto te obligan a que la materialidad sea la misma que la que usan ellos y eso implica imprimir por ejemplo en China y exportarlo a la Argentina. Me dio mucha pena sentir que en el contexto actual de nuestro país no lo podíamos llevar a cabo.” afirmó Parra.
Por su parte, Sebastián Martínez Daniell de Entropía y Cristina Witt de Colisión Libros notaron que la edición de este año fue más austera que otras veces. Sin embargo, para ellos, asistir da siempre un balance positivo. Martínez Daniell describió a las reuniones que se tienen en el marco de la feria como semillas que se plantan; solo algunas de ellas redundan, con el tiempo, en la concreción de una traducción y publicación.
Cristina Witt sostiene que se trata de un espacio excepcional para mostrar la literatura argentina. Si bien es cierto que los obstáculos son intrínsecos a nuestro país, la contención de la Cámara del Libro y de los otros sellos resulta indispensable. Aunque hace más de 15 años que Colisión Libros participa de la feria, sigue encontrando novedades; esta vez fue el vínculo con una empresa pequeña de Londres que compra los derechos de cuentos para transformarlos en guiones.
Invitados especiales
A través del Frankfurt Invitation Programme, los organizadores de la feria seleccionaron 17 editoriales de países con industrias del libro en desarrollo. Sus representantes participaron de una capacitación previa a la feria y se les brindó un espacio para que expusieran sus títulos. Entre las editoriales seleccionadas se encontraban Libros de la Araucaria, de Argentina, y Elefanta Editorial, de México.
Para Emiliano Becerril, responsable de Elefanta Editorial, las reuniones previas fueron muy enriquecedoras porque cada país pudo compartir sus perspectivas y realidades editoriales. Por ejemplo, quien representaba a Siria había tenido que pasar la frontera de manera no convencional para asistir y la editora de Irán luchaba contra la censura que se vive en su país. “En Latinoamérica las sociedades son muy desiguales y es difícil mover los libros, los territorios son muy grandes y más del 80% del mercado latinoamericano está controlado por la industria española.”, afirmó Becerril.
Por su parte Héctor E. Dinsmann, fundador de Libros de la Araucaria, contó que el problema que se vive en Argentina es el del papel: “Se está vendiendo al doble en el país de lo que se cobra cuando se exporta (lo cual es un delito) y además se está destinando más para el packaging de la comida que para imprimir libros”, afirmó.
Estos editores son solo algunos de los 105.000 visitantes profesionales que pasaron por la feria internacional del libro de Frankfurt entre el 18 y el 22 de octubre. El balance de ellos es positivo frente a su participación en la feria y todos acaban pronunciando el mismo deseo: reencontrarse el año que viene en la Frankfurter Buchmesse 2024, en la cual Italia será el país invitado de honor.