Archivos activos da título a una muestra de la Bienalsur que hará historia en esta 4° edición, cuando el 26 de octubre sea inaugurada en el Archivo General de Indias de Sevilla, España: se trata de la primera vez que esa institución abre sus puertas a una exposición de arte contemporáneo desde que fue creada, hace más de 200 años, en 1785, para reunir y guardar toda la documentación referente a la colonización americana.
Este archivo, sin dudas el centro de documentación más importante del mundo sobre la historia de la conquista de América, nunca antes había exhibido una exposición que reuniera trabajos de artistas hispanoamericanos contemporáneos, para ponerlas en diálogo con sus narrativas históricas sobre las relaciones e intercambios entre España y las tierras de ultramar.
Entre los propósitos que inspiraron la formación del Archivo General de Indias, el principal fue reunir los documentos de la corona española ligados a los procesos de conquista y colonización de América. Le interesa particularmente a esta muestra, curada por Diana Wechsler, la directora artística de Bienalsur, el hecho de que esos documentos debían contribuir a la escritura de una Historia del nuevo mundo.
“Si hasta no hace mucho la idea de archivo suponía de algún modo la posibilidad de fijar, a través de los documentos almacenados, informaciones precisas que pudieran contribuir al control de un relato histórico, hoy la noción de archivo aparece expandida con los recursos digitales y se hace a su vez más inestable y provisoria”, subraya la argentina Wechsler en el texto curatorial.
A partir de obras de la artista paraguaya Claudia Casarino; de la peruana Claudia Coca; de los argentinos Luis Felipe Noé y Adriana Bustos; de los colombianos Iván Argote y Oscar Muñoz; y del español Daniel Canogar, la exposición “Archivos activos” revisará la escritura de la historia y la gestión de la memoria. Se trata de poner en tensión dos nociones de archivo, una que tiende a la fijación de la información y otra que, por el contrario, exhibe su fragilidad.
El Archivo General de Indias se creó por orden del Rey Carlos III para centralizar documentación hasta entonces dispersa en archivos de Simancas, Cádiz y Sevilla. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, está dividido en 16 secciones que conservan más de 43.000 legajos (8 kilómetros lineales de estanterías), con más de 80 millones de páginas entre cartas, mapas, planos y documentación, fundamentalmente de la administración colonial americana, desde Tierra del Fuego (Argentina) hasta el sur de Estados Unidos, pero también del “extremo Oriente español” que era Filipinas.
Este es el contexto de “Archivos activos”, la inédita iniciativa que formará parte de las más de 170 actividades que hasta diciembre inaugurará la Bienalsur en más de 70 ciudades de 28 países de los cinco continentes, desarrolladas este año en torno a la problemática del medio ambiente; las perspectivas de género; la construcción de relatos, fake news mediante; las democracias y las migraciones.