El Museo Moderno de Buenos Aires presenta Faivovich & Goldberg: Otumpa, un nuevo episodio de la investigación de Guillermo Faivovich y Nicolás Goldberg, quienes hace casi dos décadas trabajan en torno a los meteoritos que cayeron en Campo del Cielo (Chaco Austral, Argentina).
El dúo viaja a través del tiempo por las diversas historias que desplegó el fenómeno, sumergidos en una búsqueda constante, cíclica y obsesiva que permita arrojar luz sobre un tesoro galáctico: la historia cultural, científica y social de una región, desde sus pueblos originarios a la conformación del Estado Nación, desde la fascinación humana por el cosmos hasta la devastación actual del territorio.
Entre las múltiples búsquedas y preguntas de los artistas Faivovich (Buenos Aires, 1977) y Goldberg (París, 1978), está la mítica historia del “Mesón de Fierro”, el célebre meteorito desaparecido en 1783 a manos de una comitiva española.
Este meteorito ha sido buscado desde entonces por todo tipo de exploradores y entusiastas durante más de dos siglos. La exposición de los artistas, la primera del dúo en un museo de la Ciudad de Buenos Aires, aborda la desaparición y el encuentro con el meteorito más buscado de Campo del Cielo.
La palabra otumpa proviene del vocablo chiriguano motumpa, que significa “endiosar, divinizar o deificar”. Así llamó este pueblo a una planicie llana, de vegetación enmarañada y difícil de penetrar, y también a la formación geológica que ocultaba este paraje: un pozo posiblemente generado por el impacto de un objeto extraterrestre.
Desde el siglo XVI, varias expediciones españolas se aventuraron al interior de Otumpa en busca de una enorme masa de hierro que había bajado del cielo miles de años atrás. Este objeto, también conocido como “Mesón de Fierro”, se convirtió en la roca extraterrestre más célebre entre las miles que bombardearon Campo de Cielo, en el Chaco Austral del noroeste argentino. El aura mítica del Mesón creció en 1783, al convertirse en un tesoro intraterrestre: la bronca colonial le dio sepultura y lo desapareció.
Con curaduría de Javier Villa, la muestra Otumpa presenta una serie de obras que habitan más allá del contexto presente del territorio. Al atravesar El Chaco actual (videoinstalación realizada específicamente para la exposición) el espectador se enfrenta al monte y su biodiversidad devastada por los monocultivos de moda, para luego ingresa a un espacio de recogimiento. En un extremo, el meteorito reaparece como pintura monumental: su imagen inmaterial flota en la nada a escala real.
En el otro extremo, un pequeño ejemplar de 19 gramos, perteneciente a la colección del Museo de Historia Natural de Viena, es el único resto material que puede atribuirse hoy al Mesón. Luego de ser identificado en 2019 por el dúo, ese fragmento retorna por primera vez a la región de su aterrizaje. El relato termina de completarse con una audioguía que acompaña al visitante a través de la historia del meteorito y su territorio.
En el centro de la sala, dos pinturas provenientes del Santuario de la Virgen de la Laguna (Chaco), realizadas a fin del siglo pasado por la gran artista del sudoeste chaqueño, Lilly de Escribanich, expanden visual y emocionalmente el imaginario en torno al evento cósmico y su paisaje, al mismo tiempo que sincretizan su copiosa historia.
“El espectador entra a un espacio sin tiempo, entre la ciencia y la espiritualidad, donde habita la fe. En un contexto de fuerte incertidumbre y crisis humanitaria, la exposición se pregunta dónde reside hoy la Fe, si en la ciencia, en el arte, en la política o en la religión. Otumpa propone un espacio donde estas disciplinas se cruzan para que podamos reunirnos con el meteorito desaparecido. Un espacio donde el arte puede ofrecer la imagen de aquello que está entre nosotros, pero en ausencia. Porque lo desaparecido, más que encontrarse en ningún lugar, podría hallarse en todos lados”, dice Javier Villa.
* Otumpa se puede visitar los lunes, miércoles, jueves y viernes de 11 a 19; sábados, domingos y feriados de 11:00 a 20 hs. (martes: cerrado) en el Museo Moderno, Av. San Juan 350, C.A.B.A.