Un libro recupera la historia de una de las pioneras del cine argentino

En la historia del cine argentino, hay un nombre que ha permanecido en la penumbra durante décadas: Vlasta Lah. Esta directora pionera se convirtió en la primera mujer en dirigir un largometraje de ficción en Argentina en 1960, abriendo el camino para futuras generaciones de mujeres cineastas. Sin embargo, su contribución al mundo del cine ha sido en gran medida olvidada y relegada a las páginas menos conocidas de la historia cinematográfica del país. Ahora, gracias a la exhaustiva biografía titulada Por ser mujer. La biografía de Vlasta Lah, escrita por Candela Vey y Martín Miguel Pereira, la vida y legado de esta pionera finalmente ven la luz.

En 1960, Vlasta Lah dejó una marca indeleble en la historia del cine argentino al dirigir su primer largometraje, titulado Las furias. Este hito no solo la consagró como una directora talentosa, sino que también la colocó en el centro de una conversación crucial sobre la representación de las mujeres en la industria del cine. Su logro fue aún más destacado dado el contexto de la época, donde las mujeres enfrentaban barreras significativas para ingresar y prosperar en el mundo del cine.

A pesar de su innegable talento y experiencia como asistente de dirección en los Estudios San Miguel, Vlasta Lah tuvo que esperar quince largos años para tener la oportunidad de dirigir su propio largometraje. Las razones detrás de esta demora son dolorosamente claras, como lo expresó Lah en una entrevista de 1960: “Por ser mujer, si no hace diez años que estaría filmando. Hace diez años que estoy en condiciones de hacerlo” (Diario La Razón, 16 de junio de 1960). Estas palabras resumen la lucha que muchas mujeres enfrentaron y aún enfrentan en la industria del cine.

Nacida en el Imperio austrohúngaro en 1913, Vlasta Lah llevaba la cinematografía en la sangre. Después de formarse en el Centro Sperimentale di Cinematografia de Roma, una de las escuelas de cine más prestigiosas del mundo, emigró a la Argentina en vísperas de la Segunda Guerra Mundial. Aquí, se convirtió en una figura destacada en los Estudios San Miguel y comenzó su trayectoria como asistente de dirección.

El impacto de Vlasta Lah va mucho más allá de su papel como directora. Fue una voz valiosa en la educación cinematográfica, dirigiendo la Escuela Superior de Arte Cinematográfico entre 1953 y la Revolución Libertadora. Su legado es una inspiración para las mujeres cineastas de hoy, quienes continúan enfrentando desafíos similares en la industria.

Vlasta Lah no solo fue una directora pionera en el cine argentino, sino también una mujer que desafió las normas de su época para seguir su pasión. Gracias a la dedicación de estos autore, su legado finalmente recibe el reconocimiento que merece. Esta biografía es un testimonio del poder de la determinación y la perseverancia, y un recordatorio de que las barreras de género no pueden detener el talento y la creatividad.

Infobae Cultura conversó con Candela Vey una de las autoras de la biografía y adelantó detalles del documental que están preparando sobre la realizadora.

—¿Cómo llegaron al nombre de Vlasta Lah?

—En 2015, más o menos, estaba cursando un seminario de metodología de la investigación en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, estaba estudiando Artes combinadas en ese momento y había que hacer un proyecto para trabajo de investigación. Me puse a hacer un relevamiento de las pioneras del cine sonoro argentino. Ahí apareció Vlasta Lah. Me llamó mucho la atención su nombre y lo primero que hice fue buscar datos de ella en internet y me di cuenta qué había muy poco y lo que había era erróneo o se contradecía, un claro ejemplo es que su fecha de nacimiento figuraba en 1918 y ella nació en 1913. Fue ahí que con Martín empezamos nuestra propia investigación para llenar esa falta. Al principio, fue algo para aprobar esta materia y luego se convirtió en algo más grande que terminó en el libro y en un documental que esperamos terminar pronto.

—¿Qué les llamó la atención de ella?

—Era un personaje que desconocíamos por completo. Había algunos libros de cine donde se la nombraba, pero todo era muy escaso y sus películas no se podían ver en ningún lugar. Hoy tanto Las furias, como Las modelos, están en YouTube, en muy mala calidad, pero al menos se pueden ver. Hice mi relevamiento en sitios como la Biblioteca de la ENERC. En 2015, nos enteramos de que se podían ver las películas en el Instituto de Investigaciones Gino Germani, en una computadora con un monitor antiguo. La verdad que fue fascinante porque las películas ya hablan en los años 60 de una cuestión con perspectiva de género, de problemáticas de la mujer. Se trata de un personaje desconocido, una pionera del cine sonoro, la primera mujer que dirige una película acá en Argentina y encima sus películas tienen que ver con cuestiones proto feministas. Fueron muchos años de buscar sin encontrar.

—¿Cómo fue ese camino que hicieron para llegar a reunir toda la información que se ve reflejada en el libro?

—Realmente hubo muchas dificultades y trabas. Lo primero que hicimos fue contactar a todas las personas que habían escrito algo sobre ella y recibimos las mismas respuestas: “No se sabe nada”, muchos ni siquiera recordaban las fuentes de donde habían escrito sus artículos. En 2018/ 2019 empezamos a buscar páginas que nos puedan dar información de su árbol genealógico, para contactar a la familia tanto de ella como de su marido Catrano Catrani, que también fue director de cine. Cuando conseguimos armar ese árbol genealógico nos pusimos a contactar a todo el mundo, a preguntar a personas que se llamaban Catrani o Lah, hasta que llegamos al nieto de Vlasta Lah en 2019, y él nos pasa el contacto de su padre, el único hijo que tuvo el matrimonio. Con él, hicimos varias entrevistas por teléfono hasta que pudimos viajar al norte de Italia donde está viviendo. Le hicimos una entrevista de tres días y empezó a aparecer un montón de información que hasta ese momento no estaba en la historia del cine argentino.

Como que ella había sido la asistente de dirección de los principales directores, no solamente de su marido. Ella asistió a directores súper reconocidos como Hugo del Carril, Mario Soffici y Luis Saslavsky. En un momento en el cual el cine argentino era muy fuerte, durante su época dorada y donde la gente que trabajaba de técnicos estaba preparada y ella venía de estudiar en una de las escuelas más importantes de cine de Italia. En pandemia, seguimos en la búsqueda de familiares, encontramos mucha familia en Australia, en Italia, en Argentina, hasta que llegamos a una sobrina nieta que no tenía ni idea que su tía abuela había sido la primera mujer en dirigir una película sonora en la Argentina. Porque obviamente esta chica nació en los años 90 en Italia. No sabía de esa parte de su familia. Ella nos cuenta que tiene una valija llena de cartas de su otra tía abuela de Neva. Esas cartas eran las que le mandaba Vlasta Lah desde Argentina hasta Italia. Así que ahí apareció la voz de ella.

—¿Qué hicieron para ganar la confianza de la familia y que accedieran a brindarles información?

—El hijo fue bastante difícil porque es un hombre grande, de hecho, murió este año. Tenía 85 años y hace años que vivía en Italia. De repente te llaman dos desconocidos de Argentina y te dicen que quieren hacer un documental sobre tu mamá. Pero después nos abrió la puerta y nos dejó dormir en su casa cuando fuimos a visitarlo. Estuvieron muy interesados, ya que nadie le preguntó en todos estos años por ella. Nos terminó contando varias cosas y la sobrina nieta, que fue la de las cartas, nos mandó una gran cantidad pero todavía tenemos que viajar a ver qué otras cartas hay. Estamos convencidos de que todavía falta encontrar mucho material sobre la directora.

Fueron siete años de hacer un trabajo solos y hoy un poco lo que queremos con el libro y con la película es comprometer a todos los que estén interesados o nos puedan ayudar en buscar aquello que falta y seguir añadiendo información a su biografía. Todavía faltan encontrar los cortos que hizo, las películas y los guiones. No creo que se haya destruido, tiene que estar en algún lado. Queremos armar una red para que se sumen a las personas que ya nos han ayudado como Martín Fernando Peña o Paula Félix-Didier, entre otros. Hace unos años, nosotros armamos una cuenta de instagram sobre Vlata Lah y de ahí también se nos acercaron muchas personas interesadas que sumaron información valiosa, como parte del archivo fotográfico que pusimos en el libro donde se la ve a ella asistiendo a muchos directores. Esta biografía abre muchas líneas de investigación para pensar que las mujeres formaron parte desde los comienzos del cine, y que fueron una parte fundamental.

—¿Qué detalles de su vida descubrieron investigando?

—Puede leerse en las cartas que ella era muy consciente de su condición de mujer, sabía que iba a costarle. Sin embargo, también manifestaba que ella no nació para dedicarse solamente a las tareas del hogar o para ser madre, sino que siente que ella nació para trabajar en cine. Podemos leer exactamente lo que pensaba sin agregarles nuestras creencias. Ella siempre mantuvo esta idea de formar un grupo de técnicas mujeres. Pusimos todo en el libro, no nos guardamos nada porque queríamos que haya información ordenada al alcance de todos. Sabíamos lo costoso que fue encontrarla.

Por las fotos también nos fuimos dando cuenta que ella se hacía cargo de muchas escenas del cine argentino clásico, porque los directores por ahí nos animaban o porque por ahí estaba mirando otra cosa o estaban con los actores y ella se hacía cargo de la parte técnica también. Nos parece importante mostrar algo que fue tan invisibilizado durante tantas décadas. Además, hubo otras mujeres, Vlasta Lah no fue una excepción y espero que sean rescatadas también del olvido. Todavía hay muchísimas líneas de investigación para seguir, por ejemplo, toda esta parte del peronismo donde ella dirige una escuela de cine. Hay muchos archivos que fueron destruidos o que están ocultos en algún lugar. Fueron muchos hallazgos, pero sentimos que aún falta.

—Ustedes empezaron la investigación para hacer un documental ¿Cómo nace la idea de escribir primero el libro?

—Nos dimos cuenta de que habíamos reunido un montón de información y teníamos que volcarla en algún sitio para no perderla y si nos concentramos en meter todo en una película iba a durar muchas horas e iba a ser aburrida. Por esa razón, decidimos que lo mejor era un libro. Si bien no es algo académico, tiene muchísima información para investigadores. Así nos sacamos ese peso de no poner todo en la película y hacer algo que tuviera un vuelo más artístico.

—¿En qué instancia está el documental?

—Está en etapa de producción. Filmamos muchísimo en todo este tiempo, pero fue cambiando la idea del documental, hubo muchas reescrituras del guión a partir de estos nuevos encuentros, porque fueron los últimos dos años. Entonces tuvo que ir virando para otro lado. Ahora tenemos como objetivo encontrar los originales de Las furias, ese fílmico es muy importante, porque quizás haya más metraje de esa película. De hecho, esas películas que están en YouTube están bajadas de la televisión, capaz que están cortadas, nunca lo sabremos hasta que no aparezcan los originales.

* Por ser mujer. La biografía de Vlasta Lah, de Candela Vey y Martín Miguel Pereira, se presenta el martes 17 de octubre a las 18:30 hs. en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional (Agüero 2502, CABA).

[Fotos: Gentileza Prensa Cynthia Sabat]