Un recorrido por el renovado museo Magritte

Con más de 230 obras en exposición, el espacio cultural más visitado de Bélgica reabrió sus puertas como parte de las celebraciones del centenario del gran pintor surrealista

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El museo Magritte se prepara
El museo Magritte se prepara para festejar el centenario del artista belga (fineartsbelgium)

Tras seis meses de renovaciones, el emblemático museo Magritte, el buque insignia de los museos reales de bellas artes de Bélgica, reabre sus puertas en Bruselas para mostrar de nuevo más de 230 obras de arte de esta figura emblemática del surrealismo, un movimiento que en 2024 celebra su centenario.

El museo Magritte alberga la colección más grande del mundo de obras de arte del artista belga René Magritte (1898-1967), entre pinturas, dibujos, esculturas, carteles publicitarios, fotografías y películas. Además, en su reapertura expondrá, por primera vez, 29 nuevos trabajos del autor cedidos por coleccionistas privados.

La renovación ha coincidido con el 125 aniversario del nacimiento del artista, pero también con el cercano aniversario del surrealismo, que el próximo año celebra sus cien años de recorrido desde la publicación, en 1924, del “Manifiesto del surrealismo”, del escritor y poeta francés André Breton, considerado el padre de este movimiento.

El Magritte, como parte esencial del paisaje museístico belga, buscaba con esta restauración mejorar la recepción del público, ser más acogedor y utilizar técnicas más eficientes desde el punto de vista energético para, así, garantizar que las obras del pintor surrealista belga se conservan y exponen de la mejor manera.

Con más de 230 obras
Con más de 230 obras en exposición, el espacio cultural más visitado de Bélgica reabrió sus puertas (fineartsbelgium)

Para celebrar la reapertura, ha colocado una manzana gigante -un símbolo recurrente en la obra de Magritte- en la fachada de su edificio neoclásico para dar la bienvenida a sus visitantes, que pueden disfrutar de la excepcional colección que contiene y que se ha ido completando a lo largo de los años con donaciones y nuevos préstamos.

“Las obras van y vienen en el Magritte, eso es lo que nos hace únicos (...) Hay muchas obras que llegan porque tienen que ser restauradas y otras se van porque han sido prestadas por otros museos o porque hay que cambiarlas por razones de conservación”, explicó la directora general de los museos reales de bellas artes, Sara Lammens, que aseguró que es lo que hace que este museo sea “dinámico y vivo”.

El museo, situado en el corazón de Bruselas, se ha convertido en un epicentro cultural y turístico de la capital belga. Y es que, catorce años después de su inauguración en 2009, ha recibido a más de 4 millones de visitantes, de los que más del 60 % son extranjeros.

“Personalmente, me gusta mucho la idea de que tengamos un artista belga que es conocido en todo el mundo y que la gente venga a Bruselas a ver sus obras”, reveló Lammens.

"El amante", de René Magritte
"El amante", de René Magritte

René Magritte, gran exponente del surrealismo

René Magritte, quizás más conocido en los últimos años entre el gran público por la publicidad y el cine, fue uno de los grandes exponentes del movimiento surrealista, cuyas obras retan y provocan al espectador y ponen a prueba, en un ejercicio constante, su imaginación.

“Magritte quiere romper la realidad porque confía en nuestra imaginación para reconstruirla”, aseguró el presidente la Fundación Magritte, Charly Herscovici, en una rueda de prensa organizada con motivo de la reapertura del museo.

Fue uno de los grandes exponentes del arte moderno belga que siguió las corrientes surrealistas de la época, pero con cierta independencia.

Y es que el artista cuestiona las imágenes, trata siempre de romper la percepción inicial que el espectador tiene al observar sus obras y nombra su trabajo con títulos que “resuenan como una provocación para estimular nuestra imaginación”, explicó Herscovici.

"La giganta", René Magritte (1929)
"La giganta", René Magritte (1929)

“En un mundo tan extraño, la pintura es una lucha, un contrapensamiento”, dijo Herscovici, que remarcó que el museo pretende recordar el lugar especial que Magritte ocupó a nivel internacional y cómo su obra es hoy un homenaje esencial de la cultura y comunidad belga, de su imaginación y mirada sobre el mundo, “una mirada que es tan francófona como flamenca”.

El artista es famoso mundialmente por obras como “Los amantes” (1928), “El hijo del hombre” (1964) o por el célebre lema “Ceci n’est pas une pipe” (“Esto no es una pipa”), que aparece en uno de los cuadros de la serie “La traición de las imágenes” (1928).

Desde sábado pasado, los visitantes pueden recorrer de nuevo el museo donde descubrirán cómo elementos como pipas, manzanas u hombres con bombín se repiten sin descanso en la obra de Magritte, y podrán sumergirse en la atmósfera de ensueño creada por este genio surrealista.

“Es un museo muy clásico en el sentido de que es cronológico y temático. Además, no tenemos muchos textos en las paredes para que el visitante pueda realmente disfrutar de las obras. Puede alquilar una audioguía y obtener más explicaciones, pero quienes solo quieran mirar las pinturas podrán hacerlo sin distracciones”, explicó Lammens.

Fuente: EFE

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