En un paisaje impregnado de la Galicia más profunda, donde el viento acaricia los campos y el eco del pasado resuena entre las piedras, emerge As bestas, el aclamado thriller del director español Rodrigo Sorogoyen. Esta producción ha cosechado innumerables galardones, incluyendo el prestigioso Goya a la mejor película, dirección (Rodrigo Sorogoyen), actor protagónico (Denis Ménochet), guión original (Isabel Peña y Rodrigo Sorogoyen), música original (Olivier Arson), montaje (Alberto del Campo), fotografía (Álex de Pablo), actor de reparto (Luis Zahera) y sonido (Aitor Berenguer, Fabiola Ordoyo y Yasmina Praderas). También obtuvo reconocimientos en festivales internacionales como San Sebastián en 2022.
La trama sumerge a los espectadores en la vida de Antoine y Olga, una pareja francesa que, en busca de una conexión más profunda con la naturaleza, decide trasladarse a un apacible pueblo gallego. Sin embargo, su llegada desencadena una serie de eventos que los empujará a una espiral de violencia y confrontación con los hermanos Xan y Lorenzo, dos lugareños cuya arraigada conexión con la tierra se traduce en una resistencia feroz a los forasteros.
La película, ambientada en una aldea prácticamente deshabitada, retrata la cruda realidad de un continente marcado por la migración masiva hacia las ciudades. Aquí, los franceses, apegados a la tierra y sus cultivos, se ven enfrentados a una comunidad que busca desesperadamente una salida económica a través de un proyecto eólico que promete prosperidad económica para aquellos que vendan sus propiedades y abandonen sus hogares.
El guión, coescrito por Sorogoyen e Isabel Peña, se inspira en un evento real acontecido entre 2010 y 2014 en la semi-abandonada aldea de Santoalla, Petín (Ourense). La desaparición de Martin Verfondern, un holandés, desencadenó una serie de conflictos con los Rodríguez, sus vecinos. Lo que comenzó como una disputa por una compensación económica prometida por una compañía energética, terminó en un acto de violencia que estremeció a la comunidad. Hoy, Margo Pool, viuda de Martin, es la única habitante de Santoalla. Su decisión de quedarse en este paisaje marcado por la tragedia es un testimonio de fortaleza y de un amor profundo por la tierra y la memoria de su esposo.
El filme, con actuaciones magistrales de Marina Foïs, Denis Ménochet y Luis Zahera, despliega una narrativa tensa y conmovedora, donde la lucha por la tierra se convierte en una metáfora de la resistencia frente a los embates del progreso.
As bestas es una película que se divide en dos partes. En la primera, retrata de manera bastante precisa este caso real que conmocionó a toda una comunidad. En esta parte, se muestra el acoso del personaje interpretado por Luis Zahera hacia el matrimonio francés, con la intención de expulsarlos del pueblo y permitir la instalación de una empresa eólica a cambio de una considerable suma de dinero. A diferencia de sus vecinos, la pareja opta por quedarse en la aldea y, además, decide renovarla para atraer a posibles turistas, una idea que no es bien recibida por la comunidad local. El desempeño magistral de Zahera y Diego Anido provoca una sensación de inquietud genuina.
La segunda mitad presenta un cambio radical, manteniendo al mismo tiempo su esencia. La película se expande, se contradice y se tensa aún más, llegando incluso a la exasperación. Si en un principio la sed de venganza es el motor de la trama, luego es la búsqueda de justicia y perdón. Ahí toma el protagonismo Olga, quien sóla deberá enfrentar a ese pueblo y a su hija, que no entiende el empeño de su madre por quedarse en ese lugar tan hostil. La película utiliza planos pausados de aspecto atemporal para explorar detalladamente cada perspectiva. A medida que la calma se quiebra definitivamente, As bestas se vuelve introspectiva, revelando cada uno de los dolores que la conforman. La trama se vuelve aún más sombría y dramática.
La ficción ofrece una mirada íntima a un conflicto que trasciende lo geográfico y se adentra en el corazón de una comunidad dividida entre la tradición y la modernidad. Rodrigo Sorogoyen, con maestría, invita a reflexionar sobre el valor de la tierra, la naturaleza y la lucha por preservar un legado que se desvanece en el torbellino del progreso.
El reconocido director cinematográfico imprime en sus películas una atmósfera amenazadora que se adhiere a la piel de sus protagonistas, envolviéndolos en una tensión palpable de la que no pueden escapar. A diferencia de su trabajo anterior en El Reino, donde la cámara se movía con mayor alteración, en esta ocasión optó por un lenguaje cinematográfico más clásico. Para poner el foco en la belleza de los escenarios y crear una sensación de suspenso donde recurre a elementos característicos del género del western.
Desde sus comienzos, Sorogoyen ha cultivado una estrecha colaboración creativa con la guionista Isabel Peña. Su papel en películas como Que Dios nos perdone (2016), El Reino (2018) y Madre (2019) ha sido crucial en la evolución del director como cineasta y narrador de historias. Su contribución no pasa desapercibida y destaca de manera significativa.
En As Bestas, Sorogoyen presenta una obra deliberadamente desconcertante, aprovechando el uso del plano secuencia y destacando en la intensidad de las conversaciones. La película se fragmenta para explorar de manera precisa el conflicto central entre los forasteros que buscan un paraíso perdido y los hermanos gallegos que sueñan con escapar de su olor a vaca. Representa dos visiones distintas del hogar, la propiedad y la defensa de un espacio privado.
*“As bestas”, de Rodrigo Sorogoyen, llega a los cines argentinos el próximo jueves 05 de octubre, luego de su paso por el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y el Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos.