La monumental performance que realizaron hace dos años los colaboradores del fallecido artista búlgaro Christo cuando entelaron en su totalidad del Arco del Triunfo, será reconvertida y reutilizada durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024 que se realizarán en la capital francesa a partir de un proyecto que le otorgará sobrevida y nueva visibilidad a la iniciativa póstuma que idearon el exponente del Land-Art y su esposa Jeanne-Claude.
La alcaldesa de París, la socialista Anne Hidalgo, anunció que la estructura será reciclada para uso futuro en la ciudad, incluidas “estructuras de sombra, tiendas de campaña o barnums” para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024: “Este es un muy buen ejemplo de la capacidad del mundo del arte para adaptarse a los desafíos climáticos”, indicó la funcionaria en un comunicado que reprodujo el sitio especializado The Art Newspaper.
Aunque el artista búlgaro falleció en mayo de 2020, su iniciativa de revestir el emblemático monumento parisino se hizo posible y así durante dos semanas, el Arco del Triunfo se vio como una gigantesca caja envuelta en polipropileno reciclable de tonalidades azul y plateado gracias a la acción de varias dotaciones de grúas y obreros que revistieron los 50 metros de altura que alcanza el monumento con 25.000 metros cuadrados de tela.
Ahora, la organización medioambiental Parley for the Oceans, que también ha colaborado con distintas marcas en proyectos de reciclaje, trabajará concretamente en el reciclado de los 25.000 metros cuadrados de tejido de polipropileno azul plateado y los 3.000 metros de cuerda de polipropileno rojo utilizados para realizar la obra.
En un comunicado, el fundador y director ejecutivo de Parley for Oceans describió la obra del Arco de Triunfo como “una bandera de rebelión. Un estímulo para que ideas aparentemente imposibles puedan convertirse en realidad”. Y considera al proyecto actual como un testimonio de “una nueva economía donde las prácticas comerciales dañinas, tóxicas y explotadoras son una reliquia del pasado”.
Las obras efímeras de Christo fueron creadas muchas veces con la intención de ser desmanteladas y recicladas. Esto incluyó la estructura flotante expuesta en el lago Iseo de Italia, The Floating Piers (2014-2016), que fue procesada por la empresa de reciclaje alemana Al-tex para hacer fieltro punzonado y material para anillos de equitación. “Las partículas de tejido estabilizan la superficie para que los caballos no se rompan los cascos en la arena”, explicó entonces el director general de la empresa, Karsten Stienemann.
El artista había estudiado en la Academia de Bellas Artes de Sofía (Bulgaria) y en 1957 se fue de su país, y pasó por Praga, Viena y Ginebra hasta que se estableció en París donde conoció a Jeanne-Claude Marie Denat en 1958, su esposa y compañera artística hasta su muerte, y con quien en 1985 ya había empaquetado el Pont-Neuf, uno de los puentes parisienses que cruzan el Sena.
Sus colaboradores ya están trabajando en el próximo proyecto póstumo del artista concebido en 1977, The Mastaba, que será en Emiratos Árabes Unidos. Se trata de una estructura hecha por 410.000 barriles de petróleo vacíos en el desierto de Abu Dhabi, que forman un mosaico de colores brillantes, que se hace eco de la arquitectura islámica. La obra se inspira en la arquitectura islámica y será “la escultura contemporánea (en volumen) más grande del mundo”, según un comunicado del proyecto.
Fuente: Télam S. E.