Mientras es un secreto a voces que participará de la Bienal de Venecia 2024, curada por el brasileño Adriano Pedrosa, bajo el lema “Extranjeros por todas partes”, la artista mendocina La Chola Poblete (1989) continúa con su meteórica carrera y acaba de estrenar una exposición individual en Alemania, en el Palais Populaire de Berlín, el espacio cultural de Deutsche Bank que además le otorgó el premio Artista del Año 2023.
”Es la primera vez que una artista de Argentina y Latinoamérica recibe este premio, así que espero poder representar a mi país como se debe; otra Argentina en la historia del arte, la que yo curto: del rock nacional, la de piel marrón, la diversa”, dice La Chola Poblete, a poco de la inauguración de la muestra que se podrá visitar hasta el 5 de febrero de 2024.
Se trata de la 14° edición del premio que se concede a artistas contemporáneos que hayan creado una obra artística y socialmente relevante, que abarque los medios del papel y la fotografía –los dos puntos centrales de la Colección del Deutsche Bank– y que ya han recibido Wangechi Mutu, Yto Barrada, Maxwell Alexandre, Conny Maier y LuYang, entre otros. Como parte del premio –que también comprende la compra de obras por parte de la compañía– Poblete presentó una exposición en Palais Populaire –su primera muestra individual en Alemania–, espacio de arte en Berlín donde se pueden ver sus más recientes obras bajo el título Guaymallén, el municipio mendocino donde nació en 1989 como Mauricio Poblete, en un homenaje a sus raíces.
“Aquí crecí rodeada de paisajes de olivos y viñedos, con impresionantes días de otoño y la siempre presente cordillera de los Andes. Un homenaje a mis raíces, a la época en la que crecía como adolescente indígena no binaria, una época en la que empecé a dibujar, a explorar el arte y la cultura pop, y a experimentar con mi identidad queer”, escribió la artista mendocina en el texto que acompaña la exhibición. Su trabajo LGBTQ+ –desarrollado en pinturas, acuarelas, esculturas, pero también en performance– postula la importancia de los saberes ancestrales en el territorio sudamericano y la necesidad de revertir prácticas coloniales de discriminación de género y raza en Argentina.
Además, su obra denuncia el destrato hacia las poblaciones marrones y hacia las disidencias sexuales, la estereotipación y exotización de los pueblos originarios, y reivindica la presentación de bellezas y corporalidades que se oponen a los estándares culturalmente construidos, tal como informa galería Barro, que ahora representa su obra. ”Feminista, marrón, travesti, morocha, bolita, no binaria, pobre, villera, negra de mierda y orgullosa”, se lee en el flanco de una de sus acuarelas que integran la muestra de la artista que comenzó –como Mauricio– a realizar performances con su alter ego La Chola, una imagen pública, una figura entre la biografía y la ficción que con el paso del tiempo transformó en su identidad: “Dejé la ficción. Todo lo que ves es autobiográfico”, dice la artista que tuvo exposiciones individuales en el Museo Alonso de Mendoza en 2019, en la galería Pasto de Buenos Aires en 2021 y en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en 2022.
Con una carrera impactante y en ascenso, La Chola Poblete –quien en 2022, en la feria ARCOmadrid, saludó a la reina Letizia de España con la frase “después de 500 años nos volvemos a encontrar”– participará de la exposición central de la Bienal de Venecia 2024 Extranjeros por todas partes, un secreto a voces que circula en el mundillo del arte aunque aún no se ha informado oficialmente desde el evento que tendrá a un curador latinoamericano por primera vez en la historia, el brasileño Adriano Pedrosa.
La exposición Guaymallén –curada por Britta Färber– permite ver trabajos en los que Poblete combina la mitología de los pueblos sudamericanos con sus propias reflexiones sobre sexualidad, religión, política, historia y ecología. “Iglesia del dibujo” es como la artista denomina a sus piezas “espirituales” abarrotadas de dibujos y símbolos queer: historias de vírgenes, mártires y acciones divinas, pero desde una perspectiva completamente distinta; logotipos de bandas de rock, elementos de la cultura de masas que se mezclan con símbolos mitológicos de los Andes o referencias a los incas o seres híbridos, presentes en sus acuarelas a gran escala.
—La muestra en el Palais Populaire se titula Guaymallén, el sitio que te vio nacer. ¿De qué manera tu obra actual se nutre y es influenciada por ese paisaje de la infancia?
—Todas las obras exhibidas en esta muestra son inéditas. Guaymallén es el departamento de Mendoza en donde nací y crecí. Es donde aún toda mi familia vive. Para mí era importante poder hablar sobre mis primeras inquietudes respecto al arte y mi identidad. Vuelvo siempre que puedo al barrio. Necesito tierra, la comida de mi vieja, un abrazo de mi hermana, charlar en una acequia con mis amigos de la infancia. Muchas personas piensan que he cambiado pero es lo que ven en redes sociales. Crecer en Mendoza me dio una perspectiva sobre el territorio muy distinta, me formé junto a grandes artistas, que creen en el arte y no están atravesados por el mercado y lo mainstream.
—¿Qué recuerdos guardás del momento en que el arte apareció como herramienta para experimentar con tu identidad?
—Tenía muchas preguntas sobre “el cuerpo”. Empecé de alguna forma en el patio de mi casa a hacer performance, o sea, no era consciente. Lo veía más como un ritual o un acto psicomágico. Después lo materialicé en fotografías-fotoperformance. Ahí nació La Chola y volví a nacer.
—Dijiste que tu obra es una “iglesia del dibujo”, un espacio espiritual lleno de dibujos, imágenes y símbolos queer. ¿Cómo arribaste a esta definición y cómo fue que elegiste utilizar esta combinación de palabras?
—Me obsesionan las imágenes, los símbolos. Pienso en mis dibujos como canciones, manifiesto o poema. Cada elemento en la composición es una palabra o muchas. Como en los muros de las catacumbas cristianas donde los cristianos se valían de símbolos porque no podían profesar su fe abiertamente. Una forma de relacionarme con una generación que no cree en el “género”.
—El tema central de tu obra es “la superación de las estructuras represivas y el sufrimiento de la época colonial”, en palabras de Anna Herrhausen, la directora de arte y cultura del Deutsche Bank. ¿Qué otras temáticas dirías que son esenciales habitualmente en tu producción artística?
—El cuerpo, el desamor, el miedo y el abandono.
Fuente: Télam S.E.